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Viejos platudos, clase media y otras yerbas
por Helena Arce
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No se como explicar mis sensación al escuchar al Senador más votado del Partido que hoy nos gobierna, refiriéndose así sobre las personas. No pude ni siquiera enojarme, sentí pena por nosotros mismos.
Hace unos años recibí en mi correo un panfleto, en el decía algo así como que había que destruir a la clase media. Las razones apuntaban a que la clase media no tenía conciencia social, su máxima aspiración era tener un buen trabajo, que sus hijos estudiaran, una casa propia, un auto, salir de vacaciones y un viaje de vez en cuando. No están aptos para la lucha, decía.
En ese momento tiré el mensaje a la papelera de mi computadora, pensando que sería únicamente el pensamiento de unos pocos, de los radicales de siempre, incluso pensé “no son de nuestro país”. Ni siquiera me atreví a pensar que los integrantes del MPP tuviesen nada que ver con ese pensamiento, mucho menos Astori. Lo leí y me pareció de una ridiculez absoluta, por lo que lo deseché.
Creo haber comentado el día de las elecciones, volviendo de votar en Maldonado, mientras nos cruzábamos con toda aquella gente con la sonrisa en sus rostros, irradiando esperanza, me contagié de ella. Yo sentí en ese momento que no podía ser desperdiciada tanta esperanza, pues sin duda ella moviliza la misma vida, como no podría movilizar a los futuros gobernantes.
Mi gran primer choque con la realidad, fue al descubrir como sería el publicitado IRPF, me encontré con un simple impuesto al trabajo, un impuesto que incluía además como partidas gravables todos aquellos beneficios que varios empresarios daban a sus trabajadores para mejorar su calidad de trabajo y de vida. Así fue como se gravaron los cursos de capacitación, los autos a disposición de los empleados las 24 horas, los uniformes y hasta las canastas de fin de año.
Hubieron muchas otras cosas que en mi interior reprobaba, pero siempre intenté encontrar lo bueno, incluso resaltarlo. Quise hasta ahora creer en las buenas intenciones, más allá de las apariencias. Incluso confié que el Sen. Mujica, más allá de su caricaturesca pose, estaba realmente arrepentido de su actitud contra la democracia en los 60.
Yo no entiendo de derecho, no soy abogada, por lo tanto menos tengo la posibilidad de opinar si una ley es o no constitucional. Lo único que sospecho hoy, es que quisieron mentir a la población cambiando el nombre al impuesto, y la quedaron legalmente.
No soy jurista decía, pero si puedo hablar sobre lo que como ciudadana me parece justo o injusto, provechoso o no.
Aun no me jubilé obviamente y como vienen las cosas dudo mucho que algún día pueda hacerlo, espero poder trabajar hasta mi último día a los efectos de no ser una carga para nadie.
Tengo claro que el IRPF es un impuesto al trabajo, y no por mi profesión, no es necesario más que tener medio dedo de frente para darse cuenta que el IRPF=IRP, solo se intentó disfrazarlo a través de su nombre. Lo reconoció el mismo Sen. Mujica ante su reacción ante la declaración de inconstitucionalidad de la Suprema Corte de Justicia, enojado porque nadie protestaba con el IRP pero si con el IRPF. Los partidos tradicionales fueron cambiando el IRP, que primero alcanzaba a todos los ingresos, y paulatinamente fueron desgravando los sueldos mas bajos. El actual IRPF es muy similar al impuestazo que puso el gobierno de Jorge Batlle, solo que este lo puso para salir a flote de la grave crisis, sabiendo que en breve, como hicieron, lo sacarían. Por lo que el IRPF es un cruel impuesto al trabajo, donde los que más trabajan, más se esfuerzan pagan sumas más altas. NO ES UN IMPUESTO A LA RENTA, pues ningún gasto es deducible. Pero además luego de las declaraciones del Dip. Asti de ya estar buscando un impuesto sustitutivo a los efectos de cubrir lo que se recauda hoy con el IRPF a los jubilados, resulta cristalino que lo que se hizo con el IRPF fue un duro ajuste fiscal.
Es indiscutible que a quienes grava el IRPF no es a quienes tienen más dinero. Esas personas no son alcanzadas por ningún impuesto, salvo que se les ocurra la loca idea de crear una empresa y a través de ellas generar fuentes de trabajo. En este caso, sí, sin duda los impuestos son durísimos.
Quienes tienen mucho dinero, y sobre todo los que son mayores y tienen mucho dinero (los verdaderos viejos platudos, Mujica dixit), en cuanto se aprobó el impuesto pusieron el dinero lejos de donde lo pudiera alcanzar Astori. Por lo que los únicos que pagan el impuesto a las retribuciones personales, rebautizado IRPF, son los trabajadores ya sea que ganan más por estar mejor preparados, o por trabajar más horas y los jubilados con generaciones aceptables.
Claro a Astori no le interesa la clase media, ya lo dijo claramente, de su accionar se desprende que su deseo es únicamente destruir la clase media, así solo habremos pobres y unos pocos con mucho dinero para que él y el elenco de gobierno tengan aseguradas su subsistencia.
A veces me gustaría salir con un megáfono a las calles para decirle a las personas; REACCIONEN NOS ESTAN MINTIENDO, QUIEREN TERMINAR DE DESTRUIR EL PAIS EN EL QUE VIVIMOS.
Explotan la credulidad de quienes queremos realmente que no haya más pobres, ni niños en la indigencia, no les interesa solucionarles el problema, lo único que han hecho siempre es dividir a la sociedad, aplicando el viejo refrán de: DIVIDE Y REINARAS.
Quienes aun estamos en edad de trabajar, podemos buscar la forma (trabajando aun más horas, obviamente) de recuperar el dinero que se nos quita, o prescindir de algunos gastos (ir al dentista, a la peluquería, una persona que nos ayude a limpiar la casa, etc.,), pero los jubilados que grava el IRPF es a aquellos quienes tuvieron la suerte de jubilarse cuando aun las jubilaciones servían para algo. O sea, son personas mayores, y hete aquí que esas personas no tienen la posibilidad hoy de buscar otros ingresos para paliar la quita que se les hace con el IRPF. Esas personas para poder tener una vida digna tienen necesidad de afrontar más gastos que los más jóvenes, pues con la edad hay que atender más la salud, acceder a pagar una persona que nos ayude. Incluso las más de las veces, se ven en la necesidad de ayudar a sus hijos y nietos a poder afrontar las vicisitudes de esta época.
¿Cuando un jubilado podrá recuperar la calidad de vida que le están quitando y que se ganó en buena ley? Pues si tienen buenas jubilaciones, es porque aportaron por ellas. Y todos quienes trabajamos, sabemos que los aportes personales al BPS, no son bajos por cierto. Las palabras del Sr. José Mujica destilan resentimiento y lo que es peor buscan contagiar resentimiento.
Perdónenme los de religión “mujiquista”, pero yo quiero para mi país un gobernante que nos diga: “Usted está mal pero trabajando puede estar mejor”. Alguien que aconseje a quienes están en la indigencia a no llenarse de hijos, a enviarlos a la estudiar a los efectos que puedan aspirar a una vida mejor. Un gobernante que nos estimule a prepararnos para acceder a un mejor trabajo, que nos facilite la capacitación para ello. Un gobernante cuya preocupación apunte a lograr la creación de puestos de trabajo genuinos. En definitiva una persona que sepa crear esperanza y deseos de aspirar a una vida mejor, cree las oportunidades para que ella suceda y no un resentido que destila odio y veneno en cada una de sus palabras.
Una persona que nos de el ejemplo de como se puede ser al mismo tiempo alguien sumamente sensible y preocupado por las necesidades de la gente, capacitado para encontrar soluciones y al mismo tiempo ser una persona educada, hablar bien y tener aspecto prolijo.
No quiero verme, ni ver a mi país reflejado en un maleducado acostumbrado a destratar a las personas, así hemos asistido por televisión al bochornoso espectáculo de este señor diciéndole a quienes los entrevistaban: No sea nabo, no sea choriza. O invitando a pelear a un ex Ministro, joven, pero claro sabiendo perfectamente no le iba a responder por respeto a si mismo, para no pelear con un anciano. Y los de la religión “mujiquista” piensan: ¡Es auténtico! y no entienden, ¿como no entienden?, todas sus acciones lo único que hacen es crear odio, fomentar resentimiento. Y ya ha demostrado no estar preparado para gobernar, ¿Alguien puede decirme algo productivo que haya hecho durante su trabajo en el Ministerio?
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