Un gobierno neo-lista Nunca escupas para el cielo… por Raúl Seoane

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"Desde el ministerio vamos a promover un debate sobre la energía nuclear y su posible uso en Uruguay"
Daniel Martínez

         El Frente Amplio fue el promotor de que en nuestro país no se use la energía nuclear, y esta prohibición quedó estampada en una Ley Nacional. Sin embargo, el estrangulamiento energético en nuestro país hizo variar la antigua posición frentista y el propio presidente Vázquez solicitó a sus ministros estudiar la posible instalación de una planta nuclear en el territorio.

         …pero, una planta nuclear no es “moco e’pavo”, primero por los riesgos que implica, siguiendo por los altos costos de su construcción y mantenimiento, y por último hay que ver si es confiable el manejo de una planta de este tipo por técnicos aburguesados en un ente estatal caótico.

         Para definir a este gobierno hay que inventar una nueva palabra neo-lista, que es una mezcla de neo-liberal y socialista, porque no es la primera vez que gira 180 grados en su pensamiento original, por lo que las críticas de algunas de sus bases de ser un gobierno neo-liberal, no es demasiado exagerada.

         Todo comenzó con la caída de COFAC allá por el 2005, apenas iniciado el período de gobierno del Frente Amplio. Cuando las corridas bancarias en Argentina que resultaron en la creación del corralito bancario en ese país, y el mal manejo del Banco Comercial en nuestro país produjo su desestabilización financiera, el gobierno del entonces presidente Jorge Batlle intervino la institución bancaria, la financió con dinero del Estado y estabilizó el sistema bancario uruguayo. Los gritos desde las fuerzas del Frente Amplio no demoraron en hacerse escuchar, tachando la decisión del gobierno de Batlle de fascista, imperialista y todos los epítetos a los que nos tienen acostumbrados. Sin embargo, cuando el COFAC caía, (Banco que era dirigido por el staff del Partido Socialista, principal aliado del gobierno) el gobierno frentista siguió los pasos de Jorge Batlle y apuntaló a la cooperativa con dinero del Estado, mientras buscaba un comprador. Desde las filas de la oposición –blancos y colorados- no salieron a rechazar la medida con bombos y platillos como lo había hecho el FA, porque sabían que eran las medidas correctas para evitar un mal mayor en el sistema financiero.

         Con ANCAP sucedió exactamente lo mismo cuando el gobierno anterior quiso asociarla a capitales privados, pero cuando se erigieron en gobierno la asociaron inmediatamente a la venezolana Pdvsa, con todos los derivados políticos y posibles “canje de favores” que eso representa, porque ya es harto conocida la actitud y forma de cambiar favores del gobierno bolivariano de Hugo Chávez.

         Otro claro ejemplo del panqueque pseudo socialista es la instalación de las plantas de celulosa en nuestro país. Para lograr ciertas prebendas del gobierno populista argentino, el entonces candidato a la presidencia Tabaré Vázquez prometió que vetaría la instalación de industrias pasteras en nuestro país, de acuerdo a lo dicho por fuentes del gobierno argentino. La llegada al poder le indicó otra cosa y nuevamente el panqueque pegó una voltereta y hoy hay una pastera funcionando, una en instalación, dos trabajando con plantaciones para la futura instalación de plantas de celulosa y tres más estudiando los proyectos.

         Lo mismo sucedió con los latiguillos “Fuera yankys”, “Patria o capitalismo”, y estuvimos a un tris de firmar un TLC con los Estados Unidos, y hoy se sigue pensando, desde la filas oficialistas, en buscar una triquiñuela legal para hacerlo sin espantar a los radicales de izquierda que componen el partido.

         Siempre sostuve que no existe una economía liberal y una economía socialista o de izquierda. Existe una única economía con sus diferentes matices pero regida por un único y muy simplista principio: “tengo tanto, puedo gastar tanto”. Este gobierno continúa con esta regla, más allá de algunos errores distribucionistas que no llegaron a buen fin, o del horroroso PANES que fomenta la vagancia en lugar del trabajo y la inserción social.

         ¿Es entonces este un gobierno liberal o neo liberal, teniendo en cuenta muchas de las acciones tomadas por él? NO, es un gobierno que se encontró con un mandato a cumplir y que se dio cuenta de que si cumplía con la plataforma que lo llevó al gobierno el fracaso hubiera sido total y el país caería en un abismo profundo del que no se podría recuperar. El presidente Vázquez comprendió que el liberalismo no es el cuco que nos quieren hacer creer, y que un gobierno no puede repartir lo que no tiene so pena de caer en un pozo sin fondo, en un mundo donde la competencia y la libertad priman por sobre todas las cosas.

         ¿Qué nos espera de ahora en más?, es muy difícil de predecir si tenemos en cuenta de que lo que comprendió el gobierno no lo comprenden las bases y si nuestros gobernantes no se despegan de las ilógicas pretensiones del populismo callejero van a tener muchas dificultades para gobernar, porque hasta ahora están presos de las promesas hechas a sus seguidores.

         Desgraciadamente, esa duda entre el ser liberal o el ser socialista no le permite al Presidente Vázquez llevar a cabo las medidas de gobierno necesarias para lograr nuestra independencia económica y política... ¡Así estamos!