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Año V Nro. 352 - Uruguay, 21 de agosto del 2009
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Volviendo de un corto viaje a Buenos Aires y con un poco de tiempo compré un diario publicado en esa ciudad. Me llamó la atención un artículo que trataba la situación en Cuba y algunas declaraciones del Sr. Raúl Castro Ruz gobernante - de facto- de aquella torturada isla. Entre otras cosas y para mi asombro el artículo citaba a Castro Jr. diciendo que su país debía aumentar su producción de alimentos. Para hacerlo, los agricultores cubanos debían recurrir a los bueyes en lugar de los tractores. Parece que en el paraíso socialista escasea la comida. Parece que en el paraíso socialista escasean también los elementos para producirla. El gobierno cubano entonces, y a pesar de los subsidios que recibe del mesiánico Chávez Frías, presidente de Venezuela, no tiene otra solución que adoptar métodos agrícolas del siglo antepasado volviendo a utilizar la tracción a sangre en sus campos, con la consiguiente y exponencial baja de productividad que eso conlleva. Es absolutamente inconcebible y escapa a toda comprensión que aún existan uruguayos para quienes Cuba es un paradigma de organización política y social. Es un verdadero triunfo de la imaginación y la fe sobre la razón. Más grave aún es que el candidato a la presidencia del frente amplio haya manejado este mismo concepto para los agricultores uruguayos. El Sr. Mujica Cordano con su habitual y poco seria simplificación de las cosas llegó a sugerir hace algún tiempo,que en Uruguay también podríamos volver a trabajar los campos con bueyes. Otro verdadero disparate a los que nos tienen acostumbrados los neo-comunistas de este siglo 21. Ni el comunismo ni el neo-comunismo que representa Mujica Cordano y los que lo rodean han servido nunca. Sólo han traído miseria y desgracia a los pueblos quienes han sido sometidos a ellas. La mejor definición del fracaso ideológico del neo-comunismo frente amplista en materia de producción en el sector primario lo dijo el que expresó que: ‘nadie se levanta a las dos de la mañana para ordeñar una vaca ajena’. Los uruguayos haríamos bien, en de una vez eliminar de nuestro pensamiento esas teorías tan nefastas y que representan lo peor de nuestro pensamiento. Teorías que nos catalogan a la vista del mundo como perfectos idiotas latinoamericanos. Es de esperar que en octubre no más, o en noviembre, los uruguayos nos liberemos de una vez de estos perfectos idiotas que pretenden gobernarnos. Si no lo hacemos; ¡Pobres de nosotros, pobre Uruguay! Volveremos a los bueyes y ya que estamos, porqué no, a la diligencia también. Gobiernos ‘progresistas’ que le dicen. © Michael S. Castleton-Bridger
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