No creemos ser los dueños de la verdad, y de la misma forma en que reclamamos rectificaciones cuando creemos que se equivocan con nosotros, también entendemos que debemos rectificar cuando nosotros nos equivocamos, o cuando como en este caso no hemos sido justos.
Hace unas semanas atrás ponderamos en su justa medida la actuación de la Dirección de Drogas con respecto a su accionar, y puntualmente sobre el procedimiento de incautación de cocaína en Salto.
También señalamos que sin desmerecer a los camaradas de drogas, sino por el contrario, ese es un buen ejemplo de que cuando la Policía es debidamente apoyada y respaldada, da lo mejor de sí para realizar trabajos altamente profesionales.
De aquellas líneas se podría inferir que no hay un apoyo gubernamental a la Policía. Eso no es así. Debemos ser justos, aunque muchas veces, si no lo somos es por carecer de información.
Recibimos con gusto el conocimiento de una serie de actitudes casi anónimas, de muy bajo perfil que se han venido implementando desde la Prosecretaría de la Presidencia, y que tienen que ver con el respaldo que se le ha brindado permanentemente a la Dirección de Drogas, pero que también tiene que ver con la permanencia de la Custodia Presidencial en el ámbito de Prosecretaría y no de la Casa Militar.
Que tiene que ver con que la seguridad de los últimos eventos internacionales más importantes, como la Cumbre Iberoamericana de Presidentes y la visita del Presidente de los Estados Unidos George Bush, haya sido brindada por la Policía y no por otras fuerzas, que a pesar de que no les corresponde, siempre esperan su oportunidad.
Fue ese respaldo personal a la Policía, lo que lo hizo posible, y la Policía no defraudó. Poco a poco se ha ido generando la confianza surgida del conocimiento real, y se ha ido derrotando la desconfianza generada por los preconceptos.
Insistimos que hay otros lugares naturales y muchos más cercanos desde los que se debería tomar ejemplo, y sin dudas los policías reaccionaríamos con mucho más eficiencia y entusiasmo.
También debemos volver a reconocer que ha sido este gobierno quien ha recogido una vieja reivindicación del Circulo Policial del Uruguay sobre la necesidad de tener un marco legal adecuado dentro del cual encuadrar el trabajo policial.
Sabemos reconocer y debemos reconocer, más aun cuando hemos sido injustos al evaluar una situación por desconocimiento, como en este caso. Después de todo, todos debemos tirar armónicamente para el mismo lado, ¿no?
La Comisión
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