INQUIETANTE SITUACION DE UNA TRADICIONAL EMISORA
Por Roberto Bogorja
CX 16 Radio Carve, una de las más antiguas emisoras del país se encuentra al borde del colapso, habiendo dejado de trasmitir por un breve espacio, retomando su salida solamente con una emisión de emergencia basada en música. Similar es la situación de Radio Nuevo Tiempo, CX 24, ex La Voz del Aire, que si bien ya había superado una situación similar, hoy la misma es arrastrada por su emisora madre.
La situación es realmente grave. Se le adeudan salarios a su personal desde hace ya un largo tiempo. Seguramente deben existir atrasos con proveedores.
Las causas pueden ser varias, problemas económicos, magra recaudación, pero fundamentalmente existe un problema societario, según han informado sus empleados, que ha dejado a la empresa a la deriva.
Es cierto que Radio Carve ha perdido el otrora protagonismo que tuvo, es igualmente válido que quizás la programación no sea la más adecuada a los tiempos actuales, ni su estilo. Como también se puede inferir que el clásico estilo de las radios de AM ha cedido frente el empuje de las dinámicas FM.
Pero lo que no es aceptable, es que se pierda un medio de expresión, aunque quizás no se comparta su prédica, ni su programación, pues el mismo representa a un sector de la población que si la prefiere, y por tanto puede entenderse como un genuino vocero de esa colectividad. Resultando aún menos admisible que la misma se pierda por problemas propios de su administración.
Lamentamos sumamente que esta situación se haya presentado en la antigua Radio Carve, la que fuese fundada con criterios muy modernos para su época, por aquellos pioneros como fueron los Fontaina, Soliño, De Feo y otros tantos, creando una de las primeras radios populares del país con una programación que fuese osada para su época, pasando luego a etapas de brillo y esplendor.
Creemos que como lo informó su propio personal, la misma es viable. Seguramente se le deba practicar algún retoque en su organización y en su programación, adecuándola a los tiempos de hoy, dándole un nuevo perfil, sin perder su cuño, pero si imprimiéndole nuevos bríos como lo hicieran sus fundadores.
En suma, por el bien de sus trabajadores, genuinos hacedores de la radio, de quienes dependerá su futuro laboral; pero fundamentalmente por el bien de la sociedad, y en particular de la libertad de expresión, esperemos una rápida solución a este conflicto.