Reforma del Sistema de Asignaciones Familiares. Una medida de Inversión Social
	por Alfredo Asti (*)

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            En 11 de diciembre la Cámara de Representante aprobó la ley con iniciativa del Poder Ejecutivo que incrementa en forma muy significativa las prestaciones que realiza el Estado por concepto de asignaciones familiares. Este proyecto, es uno de los más trascendentes, desde el punto de vista social, aprobados este año, lo que sin embargo no tuvo el suficiente destaque. Lo tuvimos que aprobar con trámite urgente para asegurarnos que haya tiempo suficiente para su implementación a partir del próximo 1° de enero ‑fecha en que entra en vigencia esta ley- y así cumplir con los objetivos propuestos de dar mayor cobertura a los menores en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Esto involucra a trescientos treinta mil niños y jóvenes que en esta primera etapa van a ser beneficiarios de este sistema y ciento setenta mil que se incorporaran en Enero del 2009 totalizando entonces a medio millón de niños y jóvenes, es decir todos aquellos que pertenezcan a hogares que estén por debajo de la línea de pobreza, pero debiendo cumplir ciertos requisitos establecidos por la ley.

            Este es sólo uno de los componente del Plan de Equidad (que también incluye otros como Trabajo Protegido, Fomento de empleo formal, Asistencia a la vejez, Inclusión Social y Educativa, Atención a la discapacidad y Apoyo alimentario) que fuera presentado en la Rendición de Cuentas del año 2006. En aquel momento se aclaraba que no era objeto del marco presupuestal porque merecía tener una ley aparte, para que este proceso de transferencia hacia los sectores más vulnerables pudiera ser aprobado legislativamente. Ahora queda perfectamente enmarcado en este nuevo régimen de asignaciones familiares con un costo fiscal anual superior a los U$S 40 millones de dólares, lo que transforma de forma sustancial este antiguo (creado en 1943) y solidario sistema de transferencias monetarias para quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica previendo una cobertura mucho más amplia. Este gasto es sostenido y sustentable en el tiempo; este gasto está perfectamente financiado, no es un salto al vacío, no es una promesa en vano, sino una concreción desde del 1° de enero de 2008.

            Si bien es muy fuerte el impacto que provoca la ampliación de la cobertura ‑hoy está cubierto aproximadamente el 59% de los hogares y pasarán a estarlo el 84%, también impacta en forma muy importante que se establezca una prestación creciente con respecto al nivel de estudios.

            Todos sabemos que en la enseñanza media hay, lamentablemente, un porcentaje de deserción mucho mayor que en la enseñanza primaria. Es allí donde este nuevo sistema prevé un pago adicional muy importante con el objeto de estimular la retención y progresión en el sistema educativo formal o el retorno al mismo. Tan importante es ese pago adicional mensual ($ 300) simplemente por cursar secundaria, que es superior a la asignación actual por hijo ($260).

            Esa nueva filosofía de las asignaciones familiares, mucho más abarcativa, mucho más compleja, incluye entre otras cosas contrapartidas muy especiales que pretenden alcanzar resultados, no solo en el plano económico cuando se empiece a cobrar la asignación familiar, sino también proyecciones hacia el futuro. Estas contrapartidas consisten en la atención de dos factores que deben ser controlados para percibir esta asignación especial: la salud y la educación, elementos fundamentales para alcanzar igualdad de oportunidades cuando se entra en la edad adulta. Es decir que con una medida de este tipo nosotros no estamos pensando solamente en el presente, sino fundamentalmente en el futuro dado que la escolaridad  se encuentra muy asociada a los desempeños futuros  en el mundo adulto tanto a nivel de trabajo como de integración social. Estamos mejorando la igualdad de oportunidades, estamos construyendo ciudadanía estamos construyendo un futuro mejor.

            Esta medida se engloba en un aumento del gasto social muy importante durante este período de Gobierno. El gasto social pasará de un 40% en el 2004 a un 52% en el 2009. ¿Cómo es posible esto? Esto es posible porque en el país se están construyendo las bases de un importante desarrollo económico con crecimiento sostenido y sustentable. Porque las políticas económicas y fiscales implementadas permitieron un notable crecimiento de los ingresos que se están volcando hacia los sectores y hogares más vulnerables de la sociedad, como lo prevé esta ley. Pero además del aumento de ingresos, también la reducción de los intereses de la deuda pública, por el manejo profesional de la misma, permite dedicar esos ahorros al aumento del gasto social.

            Aquí hay múltiples efectos: un aumento del gasto social, con un aumento de sus valores absolutos, y un aumento proporcional dentro de lo que es el gasto del Gobierno. Pero fundamentalmente hay un reperfilamiento del concepto del gasto hacia el de inversión social. Esta es una de las características de este Gobierno progresista, que no encara las políticas económicas como algo diferente de las políticas sociales. Para este Gobierno las políticas económicas y las políticas sociales están atadas en forma indisoluble; eso es lo que le planteamos a la ciudadanía y es lo que hoy estamos aplicando destinando fundamentalmente a los sectores vulnerables, y entre ellos a la infancia y a la juventud, sus principales esfuerzos. No hay posibilidades de instrumentar políticas económicas sin considerar lo social, ni podremos considerar políticas sociales sin la base económica suficiente para llevarlas a cabo.

            Este incremento de las Asignaciones Familiares ‑que algún señor Diputado increíblemente calificó en la discusión en Cámara como insignificante‑ prácticamente triplica la asignación familiar mensual por hijo en los casos de un menor de catorce  años y la cuadriplica para quien curse enseñanza media hasta los 18 años. Se ha calificado de insignificante a este aumento que pasa la asignación de $ 260 mensuales actuales a $ 700 mensuales para el menor desde la fecha de la constatación de la gravidez hasta los 14 años y de $ 260 actuales a $ 1.000 para el estudiante de secundaria. En caso de incapacidad física o psíquica el beneficio se otorgará hasta los 18 años ampliándose por periodos de 3 años consecutivos según certificación médica.

            Este nuevo y reforzado sistema de Asignaciones Familiares será una parte importante también en el cambio de perfil de la inversión pública social del BPS aumentando en forma considerable el peso porcentual de las prestaciones activas (junto con el pago de las cuotas salud) respecto del total.

            En atención a los objetivos perseguidos este nuevo sistema introduce también otras modificaciones importante como lo son:

• la consideración de aspectos múltiples para determinar la vulnerabilidad socioeconómica del los beneficiarios y no sólo su nivel de ingresos y formalidad del mismo (condiciones habitacionales y del entorno, situación sanitaria, composición del hogar y características de sus integrantes),
• la determinación de las personas o instituciones que administrarán la prestación que corresponde al menor (o discapacitado) dando prioridad en este caso a la mujer.
• introducir una escala de equivalencia que se proporcionará a la cantidad de hijo por hogar de forma tal que se reconozca la generación de economías de escala cuando se aumenta la cantidad de integrantes menores del hogar. Esta escala de equivalencia no se aplicará en el caso de instituciones a cargo a tiempo completo de menores o discapacitados (INAU o instituciones que tengan convenio con él) ya que recibirán el importe de $ 700 por cada beneficiario a cargo para satisfacer sus necesidades en materia de salud, educación o inserción social.
• La necesaria acreditación de la inscripción y concurrencia asidua de los beneficiarios a instituciones de enseñanza y la periodicidad de controles de asistencia médica.
• el pago en forma mensual en lugar del carácter bimestral actual.

            Esta es una nueva reforma de un viejo sistema para que esos hogares con vulnerabilidad socioeconómica reciban una mayor transferencia de la sociedad que les permita mejorar su calidad de vida y alcanzar en el futuro igualdad de oportunidades para los menores y los jóvenes que los integran.

            Pero no es una medida más ni tampoco es una medida aislada. Es una medida integrada a un paquete de reformas de fuerte impacto en el Uruguay Social y su concepto de inversión social, en las cuales no podemos dejar de señalar los efectos solidariamente redistributivos del Nuevo Sistema Tributario, de la reforma de la salud con cobertura para medio millón de niños y jóvenes, los históricos incrementos de presupuesto para la Salud y Educación Pública, el Plan Ceibal que otorgará una computadora a cada escolar, la multiplicación por 9 de la inversión en innovación y fundamentalmente la condiciones para la generación de más y mejor empleo para la mayoría de los uruguayos.

            Todo esto es lo que nos permite sentenciar: ¡¡¡¡EL FRENTE CUMPLE!!!.