Fieles a nuestras políticas institucionales, no podemos obviar tener una opinión formada sobre cada hecho, situación o instancia que involucra a la Policía Nacional.
Al día siguiente del Día de la Policía, analizamos los acontecimientos ocurridos durante los festejos del 178º Aniversario de creación de la misma. Surgieron distintas posturas resultantes de visiones diferentes, lográndose finalmente, como siempre el consenso.
Íntimamente sabemos que el sentimiento de todos los policías es ese. Lo que no se discutió fue la necesidad de expresar respetuosamente nuestro punto de vista.
Durante gobiernos anteriores, criticamos ácidamente las posturas de algunos Ministros de usar a la Policía Nacional, para hacer marketing y autoproclamarse como candidatos políticos, usándonos para promover sus carreras políticas. Situaciones lindantes con algunas figuras delictivas, como la conjunción de interés público con el privado, por ejemplo.
Así vimos Ministros con varios asesores de imagen (?), con “avisos” a la prensa cada vez que inauguraban todo lo inaugurable, y con cámaras estratégicamente ubicadas siguiendo las “destacadas” actividades de estos “prohombres políticos”. En tanto la Institución Policial sentada en un interminable tobogán se deslizaba irremediablemente hacia un fondo que se acerca, pero que aun no se ha tocado.
Por otro lado estos “actores”, ocupados en sus carreras políticas y en usar al máximo los recursos de Estado para sus intereses personales, nunca dieron las respuestas apropiadas a la población en cuanto a la seguridad, y mucho menos a la interna policial en cuanto sus necesidades.
Hemos dicho hasta el cansancio que se debe despolitizar a la Policía, alejándola del poder político. Se debería refundar a la Institución, para transformarla en la herramienta absolutamente técnica y profesional que necesita el Estado para manejar la seguridad publica en lo interior del País.
En el aniversario de la Policía Nacional, debería ser ésta, la protagonista de los festejos y todos los actores ajenos a la misma, ser los invitados, y no al revés.
Sabemos que nuestra opinión genera enojos y rechazos de quienes se sienten aludidos. Por algo será. Nuestra razón está encima de la mesa.
Este 178º Aniversario no será recordado por el homenaje a una Policía sacrificada y mal paga, ni siquiera por los reconocimientos póstumos a sus integrantes caídos en cumplimiento del deber. Trascenderá sí, por protagonismos externos y por una gran puesta en escena, en la que la Policía solo ofició como telón de fondo.
La Comisión
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