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Patético e indignante despilfarro Nacional…
por Fernando Pintos
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En la oportunidad, quiero referirme a un artículo que se publicó en el diario «La República», el jueves 30 de abril pasado, bajo el título de «Hugo De León exigió transparencia a los dirigentes en los pases». Como se aprecia a primera vista, el artículo está vinculado con el Club Nacional de Football y los no digamos malos, sino más bien pésimos manejos de esta tenebrosa junta directiva, con relación a las transferencias de jugadores juveniles generados por las canteras de la institución. Aquel artículo explicaba lo siguiente:
«… El informe de ocho carillas, firmado por Rafael Anavitarte, el contador Marcelo Di Bello y el ingeniero Ramón Requeséns, dedica un capítulo extenso a las transferencias que ha realizado en los últimos tiempos la actual directiva, entre ellas, la cesión del 25% de los derechos de los cuatro juveniles, Santiago García, Nicolás Lodeiro, Facundo Píriz y Maximiliano Calzada, por un millón y medio de dólares, a los empresarios Jorge Rama, Gerardo Arias y Washington Rissoto.
La Comisión señala que " el objeto del contrato es violatorio de la normativa legal vigente (Decreto Ley 14.996, artículo 2º), ya que Nacional cede y transfiere en carácter irrevocable e irretractable al cesionario el 25% del producido líquido de la cesión de los derechos económicos y federativos de futuras transferencias de los citados futbolistas a otras instituciones".
Además, critica que la directiva "no haya depositado los cheques que recibió de parte de los empresarios (de la cuenta personal de Jorge Rama) en forma inmediata, y haya sido flexible en el momento del cobro, "canjeando los cheques diferidos recibidos por depósitos parciales que los cesionarios realizan"·
Los fiscales destacan que parece "absolutamente excesivo el poder de decisión que adquiere el cesionario, ya que ante la compra de únicamente el 25%, el accionista minoritario adquiere el poder de decisición sobre el destino de los deportistas en un gran abanico de posibilidades". Y como si las críticas fueran pocas, la Comisión Fiscal censura que el contrato se haya celebrado bajo un pacto de confidencialidad, "cuando los contratos celebrados por el Club Nacional de Fútbol no pueden ni deben ser confidenciales, ya que representan a un colectivo que es, en el peor de los casos, la mitad de los habitantes del país." El informe no escapa al bulto y refiere también a los antecedentes penales y comerciales de los tres empresarios ( Jorge Rama, Arias, Rissoto) que hicieron el negocio con el club..."sí es cierto que el prestigio y la historia de Nacional merecen conocer con absoluta seguridad los antecedentes de quienes contratan con la institución, ya que la reputación del club no puede ser objeto de manoseo por parte de oportaciones con contrapartes de dudosa o al menos desconocida trayectoria...".
La Comisión denuncia que "esta transacción no fue autorizada expresamente en tiempo y forma por la Comisión Directiva del Club Nacional de Fútbol", lo que viola flagrantemente el Estatuto de la Institución.
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El negocio de Coates
Otro negocio que fue muy criticado por los fiscales tricolores es la cesión del 30% de los derechos federativos y económicos del juvenil Sebastián Coates, por US$ 180.000, a la empresa brasileña WDSW Participacoes LTDA, celebrada el 5 de diciembre de 2008, fijándose el valor mínimo de una futura transferencia en US$ 6.000.000 por el 100% de la ficha. "Si Nacional efectúa la transferencia de los derechos de Coates por el valor establecido en el acuerdo, " deberá indemnizar a WDSW la cantidad de US$ 1.800.000", lo que fue considerado como un mal negocio para el club.
"Se ha constatado documentación utilizada en transacciones de deportistas por contrapartes de la institución donde se instruía al club cómo proceder con el producido de una venta originada, utilizando para esas comunicaciones equipos de fax pertenecientes a una empresa de propiedad de un suplente de la Comisión Directiva. Nos han llegado denuncias que miembros titulares y suplentes de la Comisión directiva, son propietarios de gran parte de los derechos económicos de un jugador integrante del plantel principal. Ambas situaciones son, a juicio de esta Comisión Fiscal, de una gravedad tal que ameritaría la intervención del Tribunal de Etica de la institución, cuya creación fue sugerida entre otras medidas por esta Comisión", señala el extenso informe…».
¿Mi opinión con respecto a lo que acaban de leer? Pongámoslo así: ¡pero, qué pedazo de negocio redondo! ¡Qué brillante maniobra financiera! El 30 por ciento del pase de Sebastián Coates —un zaguero con muy similares características a las que exhibía, en su momento, Hugo De León— por nada menos que 180.000 dólares… ¡Estos directivos sí que son genios! Pero… ¿qué estoy diciendo? ¿Nos quedaremos en tan sólo genios? ¡Pero, por favor! ¡Si son mucho más que eso! ¡Y pobres de Albert Einstein o Stephen Hawking, de llegar a ser comparados con estos gigantes del intelecto! ¡Qué visionarios! ¡Qué linces! ¡Vaya uno a comprender, ahora, por qué extrañas razones Bill Gates no se apresura a llamar a estos excelsos, para que lo asesoren en sus negocios globales! ¡Y cómo luchan, todos ellos —igual que leonas defendiendo la prole—, para promover y proteger el patrimonio del Club Nacional de Football! ¿Eh? ¡Que los otros cluses aprendan, aprendan! ¡Son todos héroes! ¡Son todos líderes! ¡Son todos personajes legendarios, como el Cid Campeador… (pero todavía un poquito mejores)! Bellezas de directivos, que tenemos (De tan geniales, en Peñarol, deben estar ovacionándolos y aplaudiéndolos todos los santos días, por supuesto)…
Ahora, después de toda esa descarga vitriólica de humor negro que acabo de exhibir, hablemos un poco en serio. Por supuesto, que algo tienen, los tales individuos, que se vincula directamente con el Cid Campeador. Pero no piensen en el caballero, sino más bien en la montura, también legendaria y reconocida con un nombrecito que les sienta como anillo al dedo a estos patéticos dirigentes de Nacional: «Babieca». Sin embargo, con el artículo recién transcripto no termina esta historia. Hubo un comentario digital, al pie del mismo, firmado por «Carlos de Canadá». Y los datos que allí se manejaban, podrían agregar un poco de claridad a tan oscuro asunto. Veamos qué tenía que decir «Carlos de Canadá»:
«…Bueno, no sean tan malos con el viejito afeminado Algarcón y sus secuaces, de algún lado tienen que sacar la plata para pagar los 40.000 dólares mensuales que gana Pelusso, los 6.000 que se lleva Enríquez, los 25.000 que se lleva Medina, los 15.000 de Blanco y Romero, los 18.000 de OJ, los 20.000 de Matute etc. etc. Además, recuerden que el argentino Walter García que no jugó 1 minuto siquiera en Nacional se llevó 180.000 dólares sólo por rescindir su contrato y que casualmente se fue una vez que se vendiera el 30% de Coates por 180.000 dólares. Es decir se vende el patrimonio de Nacional para pagar por inútiles contratados por recomendación de dos atorrantes como Pelusso y Enríquez. Es como dijo el Hugo de León, vendieron "ilegalmente" el 25% de Lodeiro, Píriz, el Morro y Calzada por 1.5 millones de dólares para pagar sueldos atrasados al plantel, pronto se van a quedar sin plata para los sueldos y volverán a vender otro 25% por el mismo monto para pagar sueldos nuevamente atrasados y así hasta llegar al 100%. ¡Qué fenómeno el afeminado melenudo de plata, socio de Peñarol hasta los 25 años, el hoy presidente de Nacional! Ya duplicó el pasivo que le dejara Ache, enajenó buena parte del patrimonio del club e hipotecó su futuro deportivo. ¡Esa sí que es Cultura Nacional! sí, de CORNETA Nacional. Espero que esta noche los "cornetas" no arrojen un papelito o una botella vacía a la cancha no sea que Algarcón se enerve y nos denuncie en la Confederación Sudamericana como ya lo hizo en la AUF. Aprontate viejito trolo que se te viene el Hugo con sus contadores y abogados a hacerte una auditoría…».
Mi conclusión. Cuando el río suena, es porque agua trae. Y si hay algo evidente en el presente de Nacional, ello es que su horrenda junta directiva y su impresentable presidente están haciendo micos y pericos para quitar el cuerpo a las denuncias y reclamos de Hugo De León. Para decir verdad: las leyes de la República Oriental del Uruguay prohíben tales transacciones. Los clubes de fútbol no pueden ceder ni enajenar ningún derecho sobre sus jugadores a esa caterva de buitres, vampiros y mafiosos llamados «contratistas». Y los dirigentes que se prestan para tales sucias maniobras, no pueden recibir otro calificativo que el de delincuentes. Pero delincuentes por partida doble, porque, además de quebrantar un sistema legal, se prestan también, y a sabiendas, para perjudicar a sus respectivos clubes. Sería justo y necesario que a esta junta directiva —encabezada por el presidente—, con el gerente deportivo incluido, se les sacara de la sede a rastras en una redada policial, tal cual sucedió años atrás con el delicuescente Miguel Restuccia. Es hora de limpiar el Fútbol Uruguayo… Y comenzar por el Club Nacional de Football, no vendría nada mal.
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