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Año V Nro. 335 - Uruguay, 24 de abril del 2009
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El 28 de junio (2009), los argentinos votarán en elecciones legislativas adelantadas y según el gobierno, deberán elegir entre dos modelos de país: el modelo K o el modelo constitucional. A través de diferentes encuestas se supone, con un cierto grado de certezas, que el gobierno gana en las provincias chicas y pierde en las grandes, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, interior de la provincia de Buenos Aires, Capital y quizás en el primer cordón que generalmente espeja a la ciudad. La gran incógnita se centra en el segundo y el tercer cordón, donde para equilibrar las pérdidas debería obtener más de un 45%. De todos modos, el gobierno pierde. Después de las elecciones tendrá menos diputados y menos senadores que le respondan. La pregunta es ¿cuántos menos? Hay dos escenarios posibles, uno es que el gobierno conserve el quórum propio, con lo cual la situación política del país sólo agravaría las falencias actuales, probablemente con más ensañamiento de parte del matrimonio K hacia los que piensan distinto. Panorama horrible. El segundo escenario, hoy el más probable, es que el gobierno pierda el quórum propio en las dos cámaras y sea sólo una primera mayoría. De ser así, los opositores serán los que marquen la agenda política del devenir argentino. Acá también hay dos escenarios posibles. Uno, que el matrimonio acepte buena, republicana y democráticamente el resultado de las urnas. Que dialoguen con la oposición y consensúen políticas. Difícil, pero no imposible. El otro escenario es que no acepten no ser los amos del feudo. En ese caso, las posibilidades son varias y no vale la pena enumerarlas, ya que la imaginación de Kirchner para sacar conejos de la galera es infinita e imposible de predecir. Con K lo imposible es probable, y de hecho, sucede. En este caso sólo resta encomendarse a Dios. Por lo tanto los opositores, además de tener que ganar las elecciones del 28/6/09, deben saber con claridad que es lo que van a hacer después de ganarlas. El panorama para la segunda mitad del año no es demasiado promisorio. Además, los nuevos miembros del congreso no podrán asumir hasta el 10/12/09. Y el “viejo” congreso seguirá en funciones. Muy complicado. ¿Qué tienen previsto los opositores de las 2 grandes alianzas; Coalición Cívica y Pro- Peronismo para después del 28/06/09? Los temas sin solucionar son difíciles y demasiados, pero es imperativo encontrarles la vuelta. El campo pasa por una situación insostenible para los pequeños productores. Siguen sin solución los problemas de la carne, de la leche, del maíz y del trigo. Lo mismo que las retenciones a la soja. Y los innumerables impedimentos a la exportación. El dengue no tiene fechas electorales, ni filiación política ni nacionalidad. Y se ha instalado en el país. Por lo menos es lo que avisó la ministra de salud Ocaña: “el dengue llegó para quedarse” y continuó, “la batalla está perdida”. ¡Qué manera de tranquilizar a la población! La emergencia epidemiológica fue consensuada con el ministerio de salud, fue aprobada por unanimidad en dos comisiones y pasó a ser tratada en el recinto del senado. Una orden telefónica desde Olivos hizo que 29 senadores oficialistas votaran en contra del proyecto. Hubo además una abstención y 18 votos a favor. Resultado: existe y es real la emergencia epidemiológica, pero no es decretada oficialmente. ¿Por qué? Las razones de los K no importan; lo increíble es que ¡29! senadores argentinos voten en contra de alertar a sus compatriotas sobre un mal que aqueja al país. Lo increíble es que de los 72 senadores sólo estuvieron presentes 48, o sea los 2 tercios. Los políticos electos el 29/06 y que asumirán el 10/12, ¿qué pueden hacer con respecto al dengue? Durante 4 largos meses, los nuevos diputados y senadores, electos pero no asumidos, ¿qué pueden hacer con las mentiras del INDEC, con los poderes extraordinarios, con el exceso de impuestos, con el desastroso manejo de los dineros de ANSES que se destinan a cualquier cosa menos a mejorar las jubilaciones? Después del 29/06 y hasta asumir, ¿qué podrán hacer los elegidos con el crecimiento de la inseguridad, de la indigencia, de la pobreza, de la tuberculosis, de la mortalidad infantil, del número de habitantes de las villas, de los casinos, de las mafias de la droga? ¿Y los negocios del Calafate? ¿Qué podrán hacer con la disminución de los días de clase, con la falta de explicaciones sobre los nunca devueltos dineros de Santa Cruz, con los 60kg de cocaína de Southern Wings, con los orígenes de la fortuna presidencial, con la falta de transparencia en los subsidios al transporte de Ricardo Jaime o de la obra pública por parte de De Vido, o con los negocios con Venezuela y la valija de los US$ 800.000 de Antonini Wilson, y con Skanska, y la estatización de las AFJP y la de Aerolíneas, y los aviones oficiales usados como propios, y…y…? Más allá de las elecciones, suponiendo que la mayoría de los argentinos estén hartos de la falta de república, del manoseo de las instituciones y de la carencia de ley, y quieran ser en serio un país en serio, o por lo menos intentarlo, suponiendo que el gobierno pierda estas elecciones, ¿qué pasa después? Por ejemplo, ¿qué pasa con la inseguridad? Un círculo que se cierra. La inseguridad golpeó duro a los argentinos cuando un padre destruido por el dolor de haber perdido a su único hijo, Alex, asesinado por delincuentes, los convocó a marchar para llamar la atención del gobierno. Sin resultados. Apenas hace dos días, ha sido un hijo que vio como un malhechor de ¡14 años! asesinó a su padre, el que convocó a sus compatriotas para exigir la seguridad que el gobierno le debe al pueblo, pero no le da. Se ha puesto de moda hablar de bajar la edad de imputabilidad de los menores, hecho que parece correcto dadas las circunstancias. Pero después de detenerlos, ¿qué? ¿Hay un lugar donde alojarlos? ¿Están previstos escuelas cárceles, hospitales cárceles para adolescentes? ¿La oposición tiene planes A y B al respecto? Todo lo que empieza, algún día termina. Hay finales más cercanos que otros. La pregunta sigue siendo, y después ¿qué? De este gobierno sólo hay que esperar golpes de efecto, demolición de las pocas instituciones que quedan, anuncios, mentiras y discursos. La oposición le debe al pueblo proyectos, responsabilidad y mirada de largo plazo. El sueño de una Argentina grande. Hay que exigirles a los opositores que expliquen con claridad qué van a hacer con todos y cada uno de los temas que impiden que el país pueda crecer y desarrollarse; cómo y cuando van a resolver los problemas que aquejan a los argentinos. Y sobre todo, qué van a hacer los diputados y senadores legitimados por el voto, durante 4 meses, estacionados en un limbo político, sin poder asumir. En 1947, con música de Troilo y letra de Homero Manzi, se conoció el tango “Sur”. Parafraseando al tango, “Sur, papelón y después…” Ese es el tema, y después, ¿qué? La oposición debe estar preparada para cualquier contingencia; no sea que los argentinos, tantas veces desilusionados por la realidad, terminen como en el verso final del tango, con la “amargura del sueño que no fue”. ![]()
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