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Año III - Nº 136 - Uruguay, 24 de junio del 2005

 

 

 

 
Las milanesas de pollo
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua

La noche fue cortada al medio duramente por una centella, hendida en su intimidad cómplice, descargando truenos que sacudieron la tierra por un rato....

Uno tras otro, rayos y centellas lucharon inútilmente por iluminar la noche, sacudiendo el firmamento con sus estentóreos rezongos, hasta que optaron por llorar ante el fracaso, y comenzó el diluvio...

Llueve con ganas, como si se le fuera la vida en ello, salgo al patio trasero a evaluar las reparaciones del techo que hicieron hace unos días los funcionarios de la universidad y veo que funcionan, menos mal, pero se tapo del drenaje y el patio se esta inundando, el agua avanza hasta la cocina sin saber si entrar o no, no pide permiso, pero se detiene ante la puerta dudando, optando por expandirse hacia atrás...

Chequeo al mono "Jacinto", trepado en la cubierta que le pusimos en la ventana para que durmiera sin mojarse, voy a ver las tortugas, "Correo" y "Burocracia", un matrimonio nuevo que vive con nosotros aunque de lo mas promiscuos, llegaron a casa hace unos días totalmente acoplados... pero están bien, "Larousse" el búho me mira con sus grandes ojos, "Porro" la iguana no demuestra sensación alguna, solo levanta la cabeza recibiendo el
agua, las loras callan aterradas, las gatas se agolpan en la puerta preocupadas por el fracaso notorio de su acostumbrada farra nocturna, y "Morgan" el perro se dedica a imprimir alegremente sus huellas lodosas por toda la casa...

Hoy ya traje la camioneta nueva, en un paseo corto pues aun no esta asegurada, la van a asegurar mañana, pero no le viene mal una lavada natural...

Puteando por la lluvia, por las huellas de Morgan, por el pollo que la empleada se olvido de descongelar, por los truenos, por los tramites que tiene varados, por la democracia y por la salud del Papa, la rubia cocina, creo que la diferencia que le hace al sabor de sus comidas tiene mucho que ver con las puteadas, le da un toque distinto a la comida, cocina como
decía, milanesas de pollo....

Si alguna vez deciden irse a vivir a otro país, necesariamente deben conseguirse una mujer como la mía, puteadora, pero con grandes virtudes...

Cuando uno extraña su país, su entorno, sus afectos, he comprobado que un diario o un libro del lugar no te hacen mella, una llamada telefónica o un mail te dejan siempre con ganas, ver fotos o postales ni hablar, lo único que funciona es llenar la cavidad bucal de sabores y la nariz de olores comunes, sabores y olores de siempre, que te hacen recorrer la edad hasta y desde la infancia...

La rubia, además de ser una cuarentona bonita y elegante, alguien con quien discutir y hablar de casi cualquier tema, compañera de todos los días, gran luchadora, alguien que descuella siempre o por sus calificaciones, o actuaciones, es una caja de sorpresas...

Un día hace pan casero, otro tortas fritas, otro empanadas, otro pastel de carne, otro gnochees (todos los 29), pizzas, tartas, tortas, etc., y ayer se metió a hacer milanesas de pollo...

Ustedes dirán, que gracia tiene? Pero, en un país donde el pollo es la principal proteína digerible, nadie hace milanesas de pollo, además de que en Uruguay, como ayudábamos a un cuñado en apuros, le comprábamos todas las semanas un kilo o dos de milanesas de pollo, por lo que pasamos un año comiendo que casi nos salen plumas...

Hacia mas de tres años que no comíamos este plato... y como todos los emprendimientos culinarios de la rubia, le quedaron espectaculares, de sabor, y de tamaño, parecían unas sabanas de proteína empanizada!!!

Afuera, el agua lava los pecados diarios, limpiando árboles y almas, quitando la suciedad de las calles y el ambiente, dentro, nos reconciliamos con la vida en cada mordisco, saboreando recuerdos, obteniendo calidad de vida y kilos en cada plato, pero felices....

Un abrazo para todos desde mi tercer milanesa!!!!
Enrique