NAVIDAD
	por Graciela Vera Periodista Independiente

Faltan pocos días para la Navidad, el arbolito luce esplendoroso con sus luces de colores y los chirimbolos brillantes. Sobre el Belén una estrella alumbra en forma intermitente la escena del nacimiento

Desde el balcón cuelgan guirnarlas, también intermitentes, que encendiendo y apagando con un brillo de colores, resaltan la blancura de la luz de la estrella que, vista desde el otro lado de la plaza parece sostenida en el aire.

En el frigo bolsas, cajas y botellas compiten por un espacio ya inexistente y sobre los armarios se desparraman mazapanes, polvorones y turrones.

Las tarjetas de felicitaciones y buenos augurios llegan por la antigua vía del correo postal y por la más rápida de internet. La agenda debe priorizarse para que las invitaciones no se superpongan… despedimos el año -aún antes de recibir la Navidad- con un viejo grupo de amigos…, con las chicas de Emy…, con los compañeros de la asociación…, con un grupo de amigos recientes…, con unos conocidos que por circunstancias fortuitas nos encontramos reunidos…; los compromisos nos reclaman y nosotros intuitivamente buscamos obtener horas extras de un día por demás ajetreado.

Todo está pronto para recibir la Navidad… la visita al salón de belleza y el último vistazo al ajuar de la Noche Buena…, la vajilla impecable y las copas brillantes; dejamos a mano el sacacorchos y por las dudas las aspirinas, los digestivos y las vitaminas B.

Hacemos la lista de las llamadas telefónicas que vamos a hacer a última hora… esas que cuando somos nosotros las que las recibimos, siempre nos llegan en el preciso instante en que tenemos la mano levantando una copa… la inspiración pronta para recitar el mejor brindis de nuestra vida y los oídos de todos los presentes, prestos a nuestras palabras… -y entonces resulta que cuando terminamos de atender a quién llamó para desearnos ‘Feliz Navidad’ ‘porque quería ser el primero en hacerlo’ – pues ya no habrá motivo para esas palabras porque la oportunidad pasó, el discurso que teníamos preparado se borró de nuestra mente y los demás, cansados de esperar que termináramos la conversación telefónica,  ya se han bebido el champagne.

Una última mirada nos deja satisfechos… todo está listo para disfrutar de la fiesta.

Nos convencemos de que todo está bien y por las dudas de que algo nos vaya a ensombrecer la alegría conque pretendemos disfrutar de la Noche Buena, no se nos ocurre informarnos de lo que ocurre en el resto del mundo.

Mañana habrá tiempo de enterarnos de las noticias y compadecer a otros… nosotros esta noche festejamos la Noche Buena y cantamos aleluyas; en esta parte del mundo no hay ruidos de bombas ni clamores de hambre.

LA LECCIÓN DE ANATOMÍA

No hay aulas
para enseñar la lección.
Fémur, tibia y peroné,
no existe músculo
entre los huesos y la piel.
No es necesaria la disección,
y en el gran anfiteatro
cada articulación queda
a la vista, desnuda y cruel,
deformada de miserias
enroscándose en sí misma.
Nos apuntamos curiosos,
oyentes desaprensivos,
en la universidad de la muerte.
Obituario inmoral
convertido en parte diario.
En el cráneo dos cuencos,
no son ojos,
son inmensos lagos de dolor
donde no hay calor de sol.
¿Palos articulados
o brazos sin formas ni fuerzas?
no saben de acunar muñecas
ni empujar hacia el cielo
entre risas una cometa.
¿Cuántas costillas ondulan,
mares de amargura, en ese pecho?
Es privilegio del hambre contarlas.
De tan frágiles son puro cristal
¡Pobre corazoncillo!
cuánto dolor ha de sentir
si en caja de vidrio
se esfuerza por continuar sufriendo
y en cada suspiro
se le escapa la vida.
Las vísceras ¿para que sirven?
estómago vacío,
pulmones sin fuerza,
el vientre hinchado impide auscultar,
se suspende la próxima lección
y los alumnos, insensibles
olvidaron los apuntes.
Corren apresurados,
mañana no habrá clase,
aguarda el banquete de Navidad
y no soportaría tanta infamia.

Graciela Vera

FELIZ NAVIDAD
PARA LOS QUE NO OLVIDAN LAS BOMBAS

FELIZ NAVIDAD
PARA LOS QUE NO OLVIDAN EL HAMBRE

FELIZ NAVIDAD
PARA LOS QUE AÚN CREEN EN LA VIDA

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS