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Año III - Nº 145 - Uruguay, 26 de agosto del 2005

 
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El Patrimonio deberá
controlar el Beneficio

por Pedro A. Lemos

Desde el estrecho Uruguay al norte, hasta el avasallante océano, nos embriagamos de tan magnífica belleza. En los calmos atardeceres del estío, jugando con las rubias arenas de nuestras costas. Disfrutando el sonido del suave oleaje, mirando a los lejos, los colores más excelsos. Este será sin duda el mejor Patrimonio que dejemos a las generaciones futuras, como los indios y los gauchos, nos legaron el convivir en la pradera. Saboreando el murmullo del monte virgen y respirando con exceso de oxígeno, las exquisitas aromas de sus plantas.

El hombre necesita cada día, el sustento que le permita sentirse dignificado, enmarcado por las leyes, las normas y la vida. La vida en un todo, y con todos los pedacitos que la componen, el medio ambiente, el trabajo, la riqueza, la educación, la salud y hasta la propia sabiduría, congeniando la mezcla, para no herir o herirse.

A su vez los ciudadanos, directa o indirectamente participan del Estado, éste por medio de los electos procura proveer de las herramientas para que todos podamos desarrollarnos en la comunidad. Obviamente que el gran objetivo nunca se logra, por ello rotan los electos y nuevos, intentarán mantener un consenso y mejorar las condiciones del País y de sus gobernados. Por el transitar van quedando las leyes, nuevas normas, nuevas reglas de juego. Los ciudadanos al no sentirse interpretados o no compartirlas tienen vías de protesta, pueden realizar sus planteos a sus elegidos, se pueden agrupar en defensa de sus ideas, intereses y trabajar para que desde los Gobiernos, se corrijan errores, se adopten medidas, que protegiendo a todos y que vayan en beneficio de la comunidad. El beneficio no debe ser personal, empresarial o de unos pocos, debe sustentar la debida consistencia para que se observen y se salven los malos pasos.

Cuando sobre la mesa tenemos que optar o tomar decisiones, vemos en el horizonte el bien común, ya sea económico, laboral, ambiental, en salud y tantos otros. Muchas veces también debemos correr riesgos y tomar un camino que creemos beneficioso, aunque pueda conllevar sus grandes riesgos.

El Patrimonio que deseamos sustentar hacia el futuro, tiene ante sí la disyuntiva del beneficio, el gobierno ha tomado la ruta que le pareció correcta. Somos los ciudadanos los que tenemos que exigir el cuidado y la protección del medio ambiente. En nuestras manos no se encuentra la propuesta alternativa, nadie le puede decir al gobierno, toma éste otro camino, ya que los hombres que conducen la Nación ven la posibilidad del beneficio. Por más alertados que están y que fueron normas implícitas para muchos, la tentación hace que queden a la deriva. El gobierno cambia de rumbo, correr el riesgo y se enfrenta a sus propios electores con una realidad palpable en la mano. La Inversión, el trabajo para una región, el trabajo indirecto, los múltiples beneficios colaterales, medidos con la vara económica de la situación. Los individuos podrán bajar los brazos y rendirse ante la determinación asumida y el cambio impuesto. Ellos no pueden hacer nada contra una determinación férreamente sustentada. Sólo les queda la protesta, el enfado, el sentirse traicionado y bajar los brazos.

No asumen su rol, deberían hacer todo lo contrario, comenzar una lucha diferente, plantear un nueve frente de batalla, observando que donde el problema existe, existe una nueva oportunidad, palabras de un amigo, que las considero muy propicias.

Dejando de lado la protesta improductiva y nostálgica, poniéndose a trabajar duro para convivir de buena manera con el Beneficio, que el gobierno considera será la radicación de las Plantas de Celulosa en el Departamento de Río Negro.

¿Improductiva? Dado que las manifestaciones, cortes de ruta, alianzas con los vecinos más contaminantes, el bochinche y el ruido, no traen el beneficio que el País en su conjunto necesita.
¿Nostálgica? Porque la protesta es una manera fácil de quejarse, un sueño casi intrínseco que convive en ciertos individuos, asumido por las vicisitudes que le ha tocado vivir, lo que no se ha podido lograr, lo que tienen otros, lo que no puede llevar a su mesa. Sin asumir los errores que cada uno ha cometido. Endilgando hacia arriba, que es la manera fácil de cruzarse de brazos.

-- Uruguay en su conjunto, tuvo escasas protestas Productivas y Sinceras, - las únicas que de alguna manera presencié fueron la ''Proclama del Obelisco'' y el día que fue liberado Wilson Ferreira Aldunate.

El beneficio deberá ser controlado por el patrimonio. Es una manera simple. Al fin de cuentas vivimos en el 2005, donde la tecnificación, las TIC y la voluntad humana, pueden hacer milagros, dejemos de mirar el aserrín y comenzamos hacer viruta.