Año II - Nº 106 - Uruguay, 26 de noviembre del 2004

 

1 Campaa Mundial Seguridad en la Red

 

 

 

EL AMOR PARA VENCER
EL HARTAZGO

Por Helena Arce

Harta ya de estar harta como dice la canción, de discusiones políticas, de quienes no se animan a dar al tiempo su esencia, dejando transcurrir el mínimo necesario para que lo que hoy es una esperanza, logre emprender el camino que nos lleve a ver si los sueños logran ser realidad, me niego a escribir.
Harta también de luchar con el dolor de espalda que se empeña en recordarme mis quilos y mis años, y no perdonar a mi cuerpo en su imperiosa necesidad de trabajar, me niego a escribir.
Harta del susto que me causa, el tal vez... pueda venir... una temporada turística prometedora, y temer que la voracidad de algunos trunquen las posibilidades de muchos. Voracidad que lleve a los proveedores de servicios turísticos, a las entidades fiscales recaudadoras, y a una larga lista de etcéteras, buscar resarcirse en un año, cobrando por los largos años de rescisión que nos sumieron en la desesperanza, me niego a escribir.
Por todo ello hoy les dejo, una pequeña declaración de amor que un día escribí penando en él.

De madrugada

Porque apareciste en mi vida de madrugada, rara hora... para que alguien apareciera en mi vida... En esa época, madrugada significaba la hora de empezar a buscar el sueño.
Ese increíble día en que mi vida cambiaría para siempre, empezaron las cosas al revés, me levantaba y empezaba a la madrugada.
Quise espantarte, pero tu sabías más que yo... no quería que te fueras... y te quedaste.
Y entonces invadiste mi cama, mi vida y mi alma... y algo cambio para siempre...
Porque apareciste en mi vida de madrugada, y de allí en más nunca me sentí sola, de allí en más, a tu lado, encontré la pasión, el amor, el cariño, la amistad.....
Porque apareciste en mi vida de madrugada, y sin adueñarte de mi persona, me terminaste de construir como tal... aprendí en ti a ser dos siendo uno, y ser uno siendo dos.
Porque apareciste a mi vida de madrugada y convertiste mis noches en noches, y mis días en días.
Porque le diste explicación a lo inexplicable y validaste mis amarguras.
Porque apareciste a mi vida de madrugada y de ti luego llegó mi niño, y eso... ya fue el infinito.

11/1/2002