LA UNIÓN EUROPEA Y EL EURO
¿MERCOSUR, Parlamento y Moneda única? |
|
Escribe: Ernesto Martínez Battaglino
|
Europa está inquieta. Hoy día, época de conflictos, miedos, incertidumbres e inseguridades por hechos de pública notoriedad, se le agrega la inquietud económica que también cunde, donde la inflación, pasa a ser tema de preocupación.
La inflación técnica, valorada por las estadísticas oficiales es promedialmente de un 2% anual, pero la "sensación térmica" que percibe la ciudadanía europea es de mucho más, lo que lleva a que se tenga la perspectiva de que sus salarios se deterioran en forma irremediable.
La culpa se la lleva el euro. Moneda única que cada vez usan más países, al punto de poder convertirse en la principal unidad de pago internacional, desplazando a la reinante hegemonía del dólar. Esto también está ocurriendo con gran dolor de cabeza para el Tesoro de EE.UU., hoy rey casi que omnipotente en el manejo de las transacciones económicas mundiales y de préstamos de los principales organismos internacionales, lo que le permite obtener un cómodo manejo de su abultada deuda (interna y externa) y de la economía internacionalmente globalizada.
Uno de los países europeos que se encuentra con mayores dificultades es Italia, que es el que con mayor enojo le echa la culpa al euro. Según Newsweek, Italia, atrapada en una recuperación débil, compite con Alemania para ver cuál de los dos está más rezagado en materia económica. A consecuencia, el propio Berlusconi dijo que la eurozona |
|
actual, compuesta por 12 países, fue creada con infundado apuro y criticó a los comerciantes minoristas por aumentar los precios hasta 100% al convertir la lira al euro. Agregando fuego a la hoguera, el Centro de Estudios Sociales, Económicos y Políticos de Roma (Eurispes), argumentó que 2,5 millones de familias italianas de clase media se están deslizando hacia la pobreza, como consecuencia de los precios en ascenso y los salarios estancados desde que se introdujo el euro el 1º de enero de 2002.
Lo cierto es que si bien son tan dispares lo que marcan las estadísticas oficiales con lo que percibe la población al ir de compras diarias, es que el hecho ha traído un desconformismo generalizado, cierto o ficticio, pero que bien ya lo está usando la oposición para sacar ventajas electorales, situación tan común en nuestro medio, que ya a nosotros, los uruguayos, no nos asombra ni nos conmueve, dado que solo nos demuestra que estamos dentro del común denominador político y social de las grandes potencias mundiales, lo que, si no fuera por lo trágico, nos tendría que enorgullecer.
Todo esto se viene desarrollando en vísperas de que diez nuevos países se integren al área del euro el 1º de mayo próximo, lo que trae aparejado aún más desconfianza hacia la moneda única y sus consecuencias. Las denuncias sobre empresas que explotaron el cambio redondeando precios hacia arriba, fundamentalmente en servicios donde los controles se hacen menos efectivos, se vieron en todos lados. Los alemanes expresaron su enojo, donde hasta en la prensa se publicaron los casos más notorios e indignantes. Los consumidores griegos e italianos procedieron hasta hacer boicots contra empresas acusadas de cometer abusos con el euro.
Aunque extrañe, la inflación real acontecida en exceso fue contabilizada oficialmente en solo un punto, lo que demuestra el acostumbramiento de los pueblos europeos a la estabilidad, para que, movimientos tan insignificantes causen tales polvaderas. Por eso, la percepción de los consumidores sobre la inflación fue más allá de los verdaderos incrementos de precios, hecho que esa brecha se mantiene en Francia y España, se acorta levemente en Alemania y continúa creciendo en Italia.
Así y todo es interesante transcribir textualmente lo que expresa al respecto Newsweek: "Los consumidores no están de acuerdo con las estadísticas oficiales. Una encuesta que publicó el diario 'Corriere della Sera', en diciembre, indicó que tres de cada cuatro italianos no creen en la cifra oficial de inflación de Italia. 'Estamos cansados de las mentiras estadísticas', protestó Elio Lannutti, de 'Intesa dei Consumatori', una asociación de defensa del consumo, que estima que la inflación es el doble de la tasa oficial. Eurispes, el Centro de Estudios de Roma, considera que el poder adquisitivo de los empleados administrativos italianos declinó 19,7% entre 2001 y 2003, en tanto el de los trabajadores cayó 16%. 'El poder de compra de la clase media definitivamente desminuyó debido al aumento de los precios, después de la introducción del euro señaló Rosario Trefiletti, presidenta de 'Federconsumatori', grupo de defensa del consumidor."
Es interesante redondear entonces opiniones y conceptos sobre estos tópicos, dados por distintos técnicos europeos, los que concluyen y dicen: "Es comprensible que los italianos sean los más preocupados por la inflación fantasma. Resulta fácil multiplicar un euro por dos marcos, más difícil multiplicarlo por 6,6 francos y mucho más difícil por 1.936 liras. Por consiguiente, la confusión de convertir precios a euros, así como el margen para abusar, fue mayor en Italia."
"En contraste, en Francia, el gobierno logró el compromiso de los grandes grupos de comerciantes de que no aumentarían los precios en los meses posteriores al lanzamiento de la moneda única y para que exhibieran los precios tanto en euros como en francos, con la finalidad de que los consumidores no tuvieran que hacer los cálculos."
"Sin embargo, los franceses comparten el escepticismo de los italianos. En diciembre el Banco de Francia advirtió de una peligrosa desconexión entre la inflación real y la 'sensación térmica' a lo largo de la eurozona. Esa brecha podría limitar el gasto de los consumidores y plantear nuevas exigencias salariales, acelerando la verdadera inflación. El problema de la Unión Europea no es inflación anormalmente alta, sino crecimiento económico anormalmente bajo. La inflación en la eurozona es de un saludable 2%, en tanto el crecimiento económico promedio fue de un anémico 0,4% el año pasado. 'La inflación es muy sensible en la mente de las personas porque Francia no aumenta su riqueza', afirmó Philippe Moreau Defarges, profesor del Instituto de Estudios Políticos, con sede en París.
 |
Esta síntesis de lo que está aconteciendo en la Unión Europea bien que nos debe de servir para tomar ejemplos y tomar precauciones. La U.E. tomó más de 40 años para consolidarse y más aún para llegar a la moneda única. Nosotros, con el MERCOSUR, apenas llevamos poco más de 10 años desde su constitución, donde aún no hemos llegado ni cerca a lo que ha logrado la U.E. en cuanto al tema de relacionamiento entre las naciones, tanto en el aspecto social como económico, por lo |
que, el de llegar a constituirnos con una moneda única, aún deberá de pasar mucho tiempo y consolidar demasiados cabos sueltos que quedan por dilucidar en su estructura medular, incluso, para pensar en la constitución de un Parlamento del MERCOSUR y demás Organismos Interregionales, que sin duda se deberán de establecer, a bien de lograr un perfecto equilibrio entre las naciones, sin duda más que dispares en cuanto a tamaños económicos y poblacionales.
Por lo tanto, a no apurarnos en estos delicados temas, ni que la mal política que algunos uruguayos están promoviendo en aras de lucirse electoralmente, nos desbarranque en apresurados pasos no bien estudiados y que luego nos hagan arrepentir, cuando ya fuera demasiado tarde.
|
|