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Remanso

El Autor de la Semana Alfonsina Storni


Alfonsina StorniNació el 29 de mayo de 1892, en Sala Capriasca, Suiza.
En 1896, la familia Storni se instaló en la Argentina, en la provincia de San Juan, donde ya habían vivido años atrás.
Pasaron cuatro años y la familia se trasladó a la ciudad de Rosario, donde Alfonsina se vio obligada a abandonar sus estudios y trabajar en una fábrica para ayudar en su casa. Cuando tenía catorce años, murió su padre.
En su adolescencia ingresó a una compañía de teatro y recorrió diversas provincias actuando en algunas obras.
Al regresar reanudó sus estudios y egresó en 1911 como maestra rural en la Escuela de Coronda y ejerció su profesión en Rosario. Al tiempo publicó algunos poemas en revistas literarias locales. Durante esa época conoció a un hombre del ambiente político y periodístico, con quien tuvo un romance. Al terminar el ciclo escolar, renunció a su puesto y se trasladó a Buenos Aires, sola y con un hijo próximo a nacer.

Al poco tiempo del nacimiento de Alejandro, comenzó a trabajar en algunos comercios, hasta que el Consejo Nacional de Educación le otorgó un nombramiento. Desde entonces se dividió entre la enseñanza y las cátedras de declamación en el Teatro Infantil Municipal Labardén y en el Conservatorio Nacional, donde se desempeñó hasta sus últimos días.
Debido a algunos contactos logró publicar colaboraciones en "Caras Y Caretas" de Buenos Aires y fue premiado uno de sus cuentos.

En 1916, comenzó a hablar en público y a frecuentar círculos literarios cuando su nombre trascendió con la aparición de "La Inquietud del Rosal", libro que inició su ciclo poético. Sus principales obras poéticas son: "El dulce daño", "Irremediablemente", "Languidez", "Ocre", "Poemas de Amor", "El amo del mundo", "Dos farsas pirotécnicas", "Mundo de siete pozos", "Mascarilla y trébol".
Colaboró con las principales revistas, como "Nosotros", y en diarios de Buenos Aires, como  "Crítica" y "La Nación", donde usó el seudónimo Tao-Lao.

Alfonsina en un reportaje en la radio

Colaboracion de Daniela.

hol_br.gif (889 bytes) LA CARICIA PERDIDA
(Extraído de su libro Languidez - 1920)

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
Se me va de los dedos. . .En el viento, al pasar,
La caricia que vaga sin destino ni objeto,
La caricia perdida, ¿Quien la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
Pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará. . .rodará. . .

Si en los ojos te besan esta noche, viajero
Si entremece las ramas un dulce suspirar,
Si te oprime los dedos una mano pequeña
Que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
Si es el aire quien teje la ilusión de besar,
Oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
En el viento fundida, ¿Me reconocerás

Colaboracion de Vanesa

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