Con el respeto que nos merece desde el punto de vista funcional el Sr. Gargano, al que consideramos un ministro que actúa con honestidad y de una trayectoria política coherente, en especial como legislador opositor a los distintos gobiernos que tuvo el país en los últimos cuarenta años, consideramos que no está en condiciones óptimas para desempeñar el cargo que ocupa actualmente, sin perjuicio de que cabe recordar que en los años 60, bajo régimen constitucional, alentaba por escrito la lucha armada para alzarse con el poder. (El Sol, 11 de agosto de 1967). |