El problema de Néstor Kirchner es que Hugo Chávez le hace más mal que bien. ¿No lo sabe? ¿Ignora que una porción importante de la sociedad argentina y gran parte del mundo tienen una opinión muy crítica del líder venezolano? Si fuera así, el presidente argentino habría perdido el termómetro de la sensibilidad social y le resultaría indiferente la opinión externa. El Presidente se está yendo del gobierno. El problema lo heredaría entonces su esposa si en octubre resultara elegida para sucederlo.