En el gobierno de los Kirchner se planifica cómo utilizar la probable victoria del 28 de octubre para ampliar su poder, por ejemplo en el Legislativo. Para ello cuentan con la falta de imaginación y nula capacidad de resistencia de las fuerzas opositoras. Los Kirchner todavía sólo lo esbozan pero permanece la idea de una nueva reforma de la Constitución Nacional.