Un nuevo fantasma recorre el mundo: el fantasma de la naturaleza, el fantasma de la regresión. Los actos de guerra de los ambientalistas argentinos contra Uruguay por el emplazamiento de unas papeleras de la empresa finlandesa Botnia tuvo al menos la virtud de hacer saltar en relieve un fenómeno que se registra en casi todas las latitudes (y donde no se registra es porque el lugar tiene las Fuerzas Armadas suficientemente fuertes y la sociedad civil demasiado débil para que eso ocurra).