| Rubalcaba, después de la bomba del lunes en Getxo, hablaba de la debilidad de ETA. Debilidad cuando habían estallado 60 kilos de explosivos y cuando sólo habían pasado cinco días del atentado que acabó con la vida de Juan Manuel Piñuel y que podría haber provocado una masacre en la casa cuartel de Legutiano, en Vitoria. El ministro del Interior, que no pronuncia una sola palabra gratuita, sabía ya que la detención del que puede ser el máximo responsable político de los terroristas, Francisco Javier López Peña -alias “Thierry”- estaba cerca. |