No cabe duda de que el referéndum autonomista celebrado el pasado 4 de mayo en la provincia boliviana de Santa Cruz constituye un acto puramente democrático en busca de una libertad política y económica que pretende ser cercenada por el Gobierno Sozionalista de Evo Morales. Ante tal acto de osadía hacia la legítima autoridad del presidente indigenista, el esbirro de Hugo Chávez ha convocado un referéndum revocatorio para el próximo 10 de agosto, de cuyo resultado dependerá la instauración de un poder centralizador en Bolivia o bien la consecución de cierto grado de autonomía y libertad territorial.