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Año III - Nº 176
Uruguay, 07 de abril del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

 
Papeleras: Uruguay... ¿tras los pasos de Argentina?
* Raúl Seoane
 

El martes pasado salió por la televisión argentina un "incorruptible" Busti con cara de macho cabrío enojado preguntándose la razón de que las "papeleras" no obedecieran lo que les pidió el gobierno uruguayo: detener la construcción. Probablemente, esa misma duda tengan muchos argentinos que no comprenden la diferencia entre un Estado de derecho y un estado fascista.

En Argentina, es normal que muchas empresas, por miedo o por extorsión deban acatar los caprichos del cacique gobernante. Ejemplo de ello fueron los piquetes contra la petrolera Repsol/YPF cuando esta quiso aumentar el precio de los combustibles que elabora y el pingüino fascista ordenó piquetes en todas las plantas de la empresa. Lo mismo pasó con los supermercados que no querían entrar en un ilógico congelamiento de precios y los piqueteros, por "órdenes superiores" fueron a cortar los accesos a los supermercados Coto.

Uruguay es un Estado de Derecho, mantiene la independencia de poderes y las empresas no se sienten coaccionadas a obedecer órdenes dictatoriales de las autoridades de turno.

No parar la construcción es razonable

Jorge Busti, manifestó ayer su sensación de que la empresa Botnia, al decirle a sus trabajadores que la construcción de la papelera en la ciudad uruguaya de Fray Bentos no se detiene, "busca una reacción por parte de la Argentina, que evite cualquier negociación".
"Lo que espera la empresa es que la gente vaya al puente y entonces retirar la negociación", sostuvo Busti en declaraciones a radio Del Plata.

http://www.lacalle-online.com/noticias.php?id=71603&seccion=1

Lo que realmente no entiende el "incorruptible" Busti es que las empresas no le tienen ninguna confianza al gobierno argentino, y mucho menos al entrerriano. Botnia ha comprendido que no hay ninguna garantía de que una vez concluidos los estudios ambientales los "ambientalistas" no vuelvan a cortar los puentes, entonces el sacrificio económico de detener la construcción de las plantas sería en vano. Y si nos ponemos realmente en el lugar de los empresarios nos daremos cuenta de que ellos no tienen ninguna obligación de "hacer un gesto" a un gobierno que lo único que hizo hasta el momento fue cuestionarlos y tratar de que no se instalaran en nuestro país.

Esta gran desconfianza de los empresarios "pasteros", está confirmada por un artículo publicado en La Auténtica Defensa que manifiesta que entre los vecinos de las ciudades de Gualeguaychú y Colón y los integrantes de las asambleas ambientales, prima un concepto casi inalterable: la oposición es a la instalación de las papeleras y cualquier otro camino que no implique su erradicación no será aceptado. y confirmado por el gobierno argentino cuando dice que En varios despachos oficiales de Buenos Aires reconocen que el Gobierno uruguayo no admitirá bajo ningún punto de vista el retiro, traslado o directamente el cierre de las plantas. Y eso -está claro- no conformará a los asambleístas, por más que la comisión que se conforme finalmente diga lo que diga. Por lo tanto, con estas perspectivas y recibiendo ataques constantes desde la Argentina, ¿existe otra posibilidad? ¿es razonable el "gesto" de parar las construcciones? (Artículo completo)

BOTNIA no toleró
que la agarren de juguete
por Ricardo Garzón

Siempre tuve la impresión de que finalmente el directorio de BOTNIA, una empresa finlandesa de arraigado prestigio internacional, no iba a tolerar que rencillas menores de dos presidentes de países bananeros del fin del mundo, la agarrasen de juguete, como ocurre con el Uruguay y con el gobierno del Uruguay por parte de un presidente (Kirchner) que ha desprestigiado la institución presidencial en esta región apartada del planeta.
Cabe, pues, compartir con entusiasmo la aparente decisión del cuerpo ejecutivo de BOTNIA (paralización únicamente por diez días y en Semana Santa) que obviamente no aceptó ser injertada en un paquete de negociaciones bilaterales harto confusas, que tiene su fundamento principal en un hecho ilícito como lo son los piquetes que impiden la libre circulación de bienes, personas y mercaderías entre países, tolerado, auspiciado, promovido, y sobre todo aceptado, por el gobierno argentino.
Y como escribo una cosa, escribo y pienso otra: si las plantas contaminan cuando estén en funcionamiento, al punto de perjudicar la salud y el bienestar de los ciudadanos de Fray Bentos y de Gualeguaychú, o de afectar el Río Uruguay, su fauna y su flora, el gobierno uruguayo, y no el argentino, debe proceder a clausurarlas de inmediato.
En este conflicto mal gestado y peor parido, cae de su peso y va de suyo que cabe compartir la crítica formulada por el ex presidente Julio María Sanguinetti, quien cuestionó a Vázquez por haber equiparado un hecho ilegal como los piquetes a uno legal como la construcción de las plantas de celulosa. Sanguinetti aludió a lo convenido por Vázquez y Kirchner durante el breve encuentro en Santiago de Chile: que se levanten los bloqueos de ruta a cambio de la suspensión de las obras. Y no hay tutía al respecto, y de nada valen las aclaraciones posteriores formuladas en Bolivia y Venezuela.
Sanguinetti, lúcido como pocos, desanudó toda la madeja: los piqueteros de Gualeguaychú nunca van a aceptar 100% solución ninguna, porque lo que ellos plantean es que las plantas no se hagan o que por lo menos no se hagan allí. De modo que si se espera en algún momento estos grupos acepten algo razonable, nunca lo van a hacer. Ese es el tema que tienen que asumir los dos gobiernos. Y uno (el uruguayo) desgraciadamente aceptó que esto sea parte del debate.

El gesto lo hicieron, pero el gobierno argentino en lugar de sentarse a negociar sin condicionamientos, puso tantos peros y condiciones que por esa razón se suspendió la cumbre de Anchorena, por lo tanto creo que otro gesto no se merecen viendo los resultados obtenidos.

Si bien la negociación se ha estancado por culpa del gobierno argentino y de las exigencias de los ambientalistas "gualeguaychuceros", estos en lugar de moderarse siguen echándole leña al fuego intentando presionar al Gobierno uruguayo con un nuevo corte de los tres puentes. Finalmente la Asamblea ambientalista de Gualeguaychú emitió un comunicado de prensa en el que advierte: "nuestro gesto, nuestra cautela y nuestro tiempo de espera sin respuestas, se agotan el miércoles 5 de abril". De acuerdo a lo que informa Montevideo.com en su portal.

¿Cuál es el derecho que asiste a estos pseudo ambientalistas a exigir la detención de las plantas? La respuesta la tiene el gobierno argentino ya que de acuerdo al diario La Nación queda la sensación de que la política exterior está siendo fijada por el primer mandatario en virtud de los vaivenes derivados de las acciones de los asambleístas entrerrianos. La sospecha de que el encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y su par uruguayo, Tabaré Vázquez, previsto para el miércoles último en cercanías de Colonia, fue postergado ante la posibilidad de que los mencionados asambleístas retornaran a los cortes de rutas si el resultado de la reunión no era el esperado por ellos, da cuenta de aquella subordinación de la política a la amenaza latente que representa una porción de la población entrerriana. Dicho de otra manera, los pseudo ambientalistas piqueteros de gualeguaychú son los que le marcan lo que tiene que hacer el pingüino, totalmente subordinado a ellos y sin ideas claras en su gobierno.

El martes pasado en una conferencia de prensa realizada por los cabecillas piqueteros ambientalistas, estos se lamentaban de que la empresa Botnia desoyera los pedidos de suspensión de obras y con eso se agravara el conflicto, sin darse cuenta, Botnia, de que los pobres piqueteros ya habían echo una concesión muy importante para solucionar el diferendo y se les estaba agotando la paciencia. Si esto hubiera sido dicho defendiendo una posición justa y razonable hubiera sido coherente, pero efectuado por personas que violan las leyes nacionales e internacionales más elementales de un país, no sólo es una vergüenza para ese país sino que muestra claramente que los piquetes son los que marcan el accionar de la política argentina. Bajo estas declaraciones amenazantes, celebro nuevamente que la empresa finlandesa no detenga su construcción, porque de lo contrario se estaría convirtiendo en un rehén de estos indeseables.

Un párrafo del artículo "Argentina: El Principio del Final " publicado en El Diario Exterior por la periodista Gabriela Pousa muestra claramente el desmanejo del gobierno argentino Del mismo modo como ayer los supermercadistas fueron los villanos y, hoy lo son los ganaderos, mañana serán los gremios, los mismos, sí, que ahora juegan de aliados. Se trata simplemente de encontrar siempre un adversario, de lo contrario el juego del jefe de Estado queda sin asidero y se descubre con facilidad la impericia para gobernar. (Ver artículo completo)

En pocas palabras y con una claridad que nosotros no tenemos, Oscar Bottinelli, ratifica todo lo que venimos diciendo de la política fascista de Kichenette, "uno de los errores del gobierno uruguayo fue no haber sopesado debidamente la enjundia del oponente. "Kirchner no es un negociador de buena fe. Va estar tratando de obtener ganancias a cada paso", y puso de relieve que el estilo del presidente argentino "es avasallante" y que considera a Vázquez "como si fuera el gobernador de una de sus provincias".

Las razones del conflicto

Las razones por la cual se instaló "La Guerra de las Papeleras" fueron ampliamente difundidas por Informe Uruguay en los distintos artículos que tratan del tema.

  • El orgullo herido de un gobernador que no sólo perdió un gran incentivo sino que vé como las papeleras se instalan frente a su provincia.
  • La irracional necesidad del pingüino argentino de sumar votos y poder, dándole carta blanca al "incorruptible" Busti para que pactara con los ambientalistas de Gualeguaychú y así ganar las elecciones, y luego de azuzada la manada y que esta se desbocara, se encontraron ambos ante la imposibilidad de poder detenerla.
  • La competencia que las empresas que se están instalando en Uruguay, ejercerán a las plantas de celulosa argentinas, la gran mayoría de ellas con tecnología obsoleta y totalmente contaminante, entre las que se encuentra Papel Prensa S.A. propiedad del Grupo Clarín y del propio gobierno argentino.

Sin embargo, Manuel Flores Silva, en un artículo publicado en el diario La República bajo el título "Las verdaderas razones argentinas" hace un estudio muy profundo de otro gran conflicto de intereses que subyace detrás de "La Guerra de las Papeleras", y que tiene una estrecha relación con la pérdida de inversiones en Argentina.

Desde el vamos, Flores Silva dice que: Argentina tuvo 37.000 millones de dólares de inversión extranjera en el trienio 1998-1999-2000 y tan sólo algo menos de 9.000 millones en el trienio 2003-2004-2005. Bajó a la cuarta parte en un mundo donde todos los países obtendrán prosperidad si tienen éxito en la licitación universal por inversiones, la pugna básica de la globalización. Por lo demás, los asesores de la banca internacional explican a quienes los quieran oír que no hay que invertir en la Argentina por los próximos 10 años. Y concluye diciendo que Argentina bajó a la mitad la Inversión extranjera por habitante en los últimos 3 años en relación al bastante buen promedio de 15 años y a la cuarta parte en relación a su mejor trienio (1998-1999-2000). Pero Uruguay, que raquíticamente tiene menos de la mitad de Inversión extranjera por habitante que la Argentina en el período de 13 años considerado, en el último trienio por primera vez pasa a la Argentina. Con las papeleras le pasaría a dar una paliza. Salvo que, como bien ha escrito en estas páginas Antonio Ladra, Argentina logre quebrar a Uruguay en lo más grave para los inversores extranjeros que es que un Estado viole unilateralmente los contratos, cosa en que incurriría Uruguay con cualquier forma de suspensión de la construcción de las plantas. Chile, a su vez, casi duplica su Inversión extranjera por habitante en el último trienio en relación al promedio de los últimos 15 años. Y México se mantiene en el último trienio mientras Brasil desciende moderadamente. La que desfonda es Argentina. He ahí el problema.

Esto que afirma Manuel Flores Silva, está corroborado por la información que recabamos de Urgente24, y firmado por Agustín Monteverde: Cae la inversión extranjera directa mientras la emisión de deuda argentina paga una prima sobre la tasa estadounidense de casi 4% contra 2% que paga Brasil y 1% México, informó InC. del estudio Monteverde & Asociados. Y el plazo que le conceden a la Argentina es 5 años pero para Brasil y Uruguay es 30 años. (Ver artículo completo) Esto confirma que no todo está bien en la economía de nuestros ¿hermanos?, y avala nuestra posición de salir del Mercosur antes de que se nos venga la noche con otro 2002.

El artículo de Flores Silva, puede ser una de las piezas claves de todo el entramado de intereses creados que se encuentra detrás del inicio y mantenimiento de este conflicto, y que desoye cualquier tipo de razón y de pruebas. Debido a la extensión del artículo, y no quieriendo cercenar nada de él porque consideramos que no tiene ningún desperdicio, lo publicamos en su totalidad y puede Ud. leerlo haciendo click aquí.

La comunidad científica argentina
asegura que las plantas no contaminan

Ya en Informe Uruguay hemos publicado diversos estudios de académicos argentinos que aseguran que las plantas que se están construyendo en nuestro país no contaminan el medio ambiente.

En varios informes publicados el Prof. Mario Feliz de la Universidad Nacional de la Plata lo afirma y reafirma. El Presidente del Instituto de Tecnología Industrial (I.N.T.I. Argentina), Enrique Martínez, también lo asegura, y la Directora del Programa de Investigación de Celulosa y Papel de la UNAM, María Cristina Area, asegura que Si el problema es la contaminación, el conflicto con Uruguay por la instalación de papeleras en Fray Bentos no es insalvable, y muchos artículos más que hemos publicado durante estos dos meses en que se agudizó el conflicto

Manuel Flores Silva, recopiló muchos de estos artículos y los resumió en uno solo. Le recomendamos su lectura que puede hacerlo haciendo click aquí.

Que sigan los cortes

El mes pasado, una comunicación de la Cámara de Empresarios Uruguayos aseguraba que el intercambio comercial con la Argentina era tan ínfimo que se podían buscar alternativas sin necesidad de utilizar los puentes internacionales y buscar comprar y vender a otros países para suplir a los argentinos.

En el año 2004, últimas estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas, las exportaciones uruguayas hacia Argentina representan el 7.63 % del total anual exportado, en tanto las importaciones alcanzan al 22.17 % (ver tabla)

El pico máximo de exportaciones uruguayas hacia nuestro conflictivo rival fue en 1998, de un 18.54 % del total de las exportaciones, durante la presidencia de Carlos Menem, cuando Argentina tenía una economía abierta y un tipo de cambio con el cual nuestro país podía competir. Hoy tiene una economía cerrada y un tipo de cambio artificialmente muy alto para poder exportar, lo que impide que los productos uruguayos entren al mercado argentino, por lo que las exportaciones hacia el país ¿hermano? representan sólo el 41.15 % de lo que se exportaba.

Vistas estas cifras, le asiste toda la razón a Jorge Batlle cuando dice que "si pasamos seis meses sin puentes, podemos pasar seis meses más", ya que el intercambio comercial con los argentinos es muy pequeño para que Uruguay pueda sentir el corte de los puentes, por lo que podemos aguantar hasta mediados de diciembre cuando comienza la temporada turística.

Con Chile, Uruguay tiene un intercambio comercial de 74,18 millones de dólares de exportación y 64,99 de importaciones desde ese país, en tanto Chile exporta a Brasil por 1.402,64 millones de dólares y le compra por 2.778,04 millones.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del gobierno argentino, en el año 2004, Argentina le exportó a Brasil 5.587 millones de dólares e importó por 7.603 millones.

Es indudable que el mayor intercambio comercial entre los países se efectúa por los puentes internacionales que comunican Uruguay con Argentina. Viendo las cifras de intercambio, el corte de los puentes afecta muchísimo más a los argentinos que a los uruguayos, pero además afecta a Chile en su intercambio con Uruguay y Brasil, y a Brasil en su intercambio con Chile y Argentina.

De esto se desprende que si Argentina vuelve a cortar los puentes lo más probable es que inicie un conflicto internacional con Chile y con Brasil ya que no van a poder utilizar los puentes para pasar sus productos.

Vergonzosa actitud del Secretario de Gobierno

Realmente es vergonzosa la actitud adoptada por el Gobierno Uruguayo culpando a la empresa Botnia por su decisión de suspender la construcción de las plantas durante 10 días, pero más vergonzoso fue el lloroso discurso de barricada pronunciado por el Secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández quien dijo lamentar hondamente que la empresa no haya captado la dimensión del conflicto binacional y no haya sido más generosa en el otorgamiento de un plazo" asegurando que con este hecho se estancaran nuevamente las intensas negociaciones que se venían realizando entre ambos gobiernos para encontrar una solución al diferendo, echando toda la culpa de su propio fracaso a los empresarios.

Y es más vergonzosa porque con este tipo de actitudes incongruentes y antipatrióticas se está dañando la posición uruguaya en este conflicto. En declaraciones a Radio El Espectador, el catedrático de Derecho Internacional Washinton Baliero aseguró que Argentina "no puede vetar" en un conflicto fronterizo "y la paralización de las obras equivale a un veto". Agregó que igualar la apertura de rutas con la suspensión de las obras debilitó la posición de Uruguay. Y esto es lo que está haciendo el Secretario de la Presidencia al suplicar que se paren las construcciones.

Hago mías las palabras del ex-Presidente Jorge Batlle cuando afirmó en Tiempo Presente por Concierto F.M. que sintió "vergüenza" al ver al secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández "echándole la culpa a las empresas". Agregando que "un abogado con la experiencia de Fernández" está asesorando mal al presidente Tabaré Vázquez al responsabilizar a la empresa finlandesa, Botnia. "Debería aconsejarlo mejor al presidente que es médico y no sabe de derecho internacional", subrayó Batlle y agregó: "estos problemas no se resuelven echando la culpa a los particulares".

El pecado que Fernández le atribuye a la empresa, es el hacer valer sus derechos como industria privada, regida por leyes específicas y concretas, con contratos y autorizaciones firmadas por el Gobierno Uruguayo, y sin ninguna intención de dejarse matonear por un pingüino enajenado e incompetente. Esto tendría que saberlo Fernández si es un abogado con experiencia.

Conclusión

¡Bienvenidos piquetes!, porque únicamente Argentina va a salir perjudicada, y los cortes refuerzan la postura uruguaya de una declaración de guerra a nuestra economía.

Existen muchas teorías de cómo va a terminar este conflicto. Hay muchas voces que se alzan criticando los errores cometidos por el actual gobierno en este tema, pero ¿son errores por impericia o errores adrede? Quiero creer que detrás de toda esta parafernalia de información y desinformación existe una nueva estrategia de Tabaré Vázquez. Determinadas actitudes de los diferentes actores muestran una punta pequeñita, pero no lo suficientemente fuerte como para poder confirmarlo.

Lo que sí es seguro es que Argentina sigue en el brete, los ases los tiene Uruguay y es muy difícil que se los quiten, salvo un error muy grave del Presidente Vázquez o de la dirigencia política uruguaya, por lo que únicamente Argentina es quien tiene que dar los pasos necesarios para solucionar el conflicto. Pero la impresión es de que el Gobierno no se ha dado cuenta de esta situación, porque de lo contrario Gonzalo Fernández no daría una llorosa conferencia de prensa con la que demuestra que el Gobierno está aprendiendo a pasos acelerados del ineficiente pingüino, al echarle la culpa de sus propios errores a otro.

El Diario La Nación titula "Volvieron a cortar la ruta en Gualeguaychú", agravándose de esta manera la crisis con el Uruguay, y más adelante publica que "esta fue "la peor noticia para la Casa Rosada". Según dijerons fuentes de Balcarce a La Nación "Esto agrava el conflicto. Uruguay nos demandará por el daño y centrará allí el foco del diferendo". Por lo tanto, esta debe ser la postura uruguaya, NO AFLOJAR, porque tal como lo venimos diciendo desde hace tiempo, el gobierno argentino se encuentra en un brete muy grave, y eso nos beneficia.

Si es que hay alguien coherente en este Gobierno, tiene que aconsejarle al Presidente Vázquez que endurezca su postura, apoye los emprendimientos privados para que se continúe con las construcciones, desentenderse del conflicto y atacar otros problemas más importantes que hoy sufren los uruguayos. Lo contrario demuestra una fragilidad en la conducción y una imagen negativa hacia los inversores privados, y lo único que se logra es hacerle el juego a un Presidente que no sabe gobernar su propio país, y que hoy debe estar riéndose de las chambonadas que un funcionario uruguayo dijo por televisión.

A todo esto me pregunto ¿Vázquez sabe gobernar o es otro improvisado como el pingüino?

 
 
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