Una Canasta sin Vino
Plaza Sésamo y buenas intenciones
por Eduardo García Gaspar
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Con diferentes nombres en su traducción al español, Sesame Street fue un programa que hizo historia. Creó personajes memorables, un humor único y una manera de enseñanza que demostró que la televisión sí puede ser usada con talento para obtener audiencias grandes y al mismo tiempo ser una influencia positiva. Nada parecido a las horripilantes caricaturas japonesas.
Pocas cosas como Sesame Street para representar a la infancia inocente y divertida. Pero las cosas han cambiado. El New York Times (18 de noviembre) reportó que en el lanzamiento de los DVDs de la serie Sesame Street: Old School los materiales fueron considerados como no propios para niños en edad preescolar: el monstruo comedor de galletas da mal ejemplo, el que vive en el basurero tiene mal humor y la lista puede seguir. Total, no se consideran ejemplos adecuados para niños menores.
Recuerda el caso de hace varios años, el de una reedición de Caperucita Roja que ahora lleva una canasta distinta a su abuelita, en la que ya no existe una botella de vino... supongo que por ser eso un mal ejemplo: la abuela bebiendo y la niña como portadora de un vicio que en la vida real no podría comprar en tienda alguna. Estos sucesos producen lo de siempre, una risa inaguantable en las personas con sentido común, pero también una agria seriedad entre quienes hacen de esos puntos una cuestión de vida o muerte.
Bajo una mentalidad como ésa, me imagino, sería inconcebible el cuento de Hansel y Gretel. El de la vieja que captura a los personajes para cebarlos y comerlos, y que cuando está a punto de hacerlo es engañada por Hansel, la que arroja a la malvada al horno para matarla. Quizá el cuento quiera ser prohibido porque esas comidas producen colesterol, o porque esos hornos de leña o carbón son contaminantes.
En Caperucita Roja, el lobo devora a la abuela y a la niña, pero el cazador abre el vientre de la bestia y las encuentra a ambas vivas. Podría ser que el cuento se prohibiera debido a que los lobos están en peligro de extinción. Barba Azul, el cuento de Perrault, sería un capítulo de CSI, en el que se encuentra DNA en la llave que delata a la séptima esposa y descubre los terribles asesinatos del personaje principal.
En Blancanieves, hay una extirpación fracasada de un corazón humano y manzanas envenenadas, lo que podría ser prohibido por representar el potencial de hacer lo mismo con comestibles y medicinas actuales. Cosas como éstas son en el fondo muy interesantes y muestran la buena voluntad de querer mejorar este mundo. Podrá alegarse que la forma de hacerlo es ridícula, como quitar el vino de una canasta en un cuento, pero aún así no deja de existir una intención admirable, la de proteger a los niños... y en general tener una sociedad mejor.
En el fondo, digo, es la misma intención de la censura con buenas intenciones, como la de Platón en su sistema político. Se quiere hacer el bien evitando las cosas malas externas, eso que nos puede dañar, sea un monstruo que come galletas o cigarrillos en un restaurante. Es un enfoque desafortunado porque está sustentado en lo exterior no en lo interior. Podrá prohibirse un libro malo para evitar el mal ejemplo a otros, pero si eso quiere en verdad lograrse, también habría que prohibir toda forma y modo de comunicación.
Para evitar el mal, puede intentarse retirar las posibilidades de enfrentarse a él y quizá llegar al extremo de retirarse a un convento en el Monte Atos, pero eso me temo no es suficiente para alejarse de lo malo. Peor aún, sería como forzar a las personas a ese retiro para así hacerlas mejor. No es el único camino y, desde luego, no es el mejor. Hay otro, el de poner atención en lo interior de las personas.
Pueden ellas, con libertad, estar frente al mal y apartarse de él por decisión propia, estén o no dentro de un monasterio. Desde luego requiere fortaleza personal, una cualidad deseable. Es lo opuesto del otro enfoque que supone una persona débil e incapaz de enfrentar al mal. Por mi parte, prefiero pensar en la fortaleza de las personas que en su debilidad.
Post Scriptum
Otra manera de ver el tema es aún mejor, el del texto de Marcos 7: 14 - 23:
Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga oídos para oír, que oiga... ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, pues no entra en su corazón, sino en el vientre y va a parar al excusado?... Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.»
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