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No hay nadie afuera
el timbre no sonó
ni quedan niños
que hagan travesuras a mi puerta
me arrimo a la ventana
y me apuñala
la calle , tan desnuda, tan desierta
sin sombras ni fantasmas que caminen
con rumbo de almacén o de boliche
no hay nadie afuera
solo la soledad , que me ha sitiado y me penetra
desde los ojos hasta el alma
que no resiste ya
vencida, se somete
arría banderas
y dice basta
pero no hay tregua
Hasta el reflejo del espejo me destrata
cuando me muestra
los ojos muertos
la cara larga
acartonada
ya sin la mueca de una sonrisa
dice, repite, de que estoy solo
yo y mi tristeza
yo y mis recuerdos
yo
virgilio junio 2005
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