Ya está ¿No? por Michael S. Castleton-Bridger

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          A veces en la vida la tozudez es buena cosa. Winston Churchill salvó a Inglaterra contra las huestes nazis con una gran dosis de tozudez.

           Sin embargo, a veces la tozudez es sólo eso, tozudez. Tal es el caso de los piqueteros Entrerrianos (¿?)que hace tiempo , tanto que ya no me acuerdo cuanto,  cortan algunas comunicaciones terrestres con Argentina.

          Este es un caso de, parafraseando  a Lenin ‘quien a quienes’. Quien se beneficia y quienes se perjudican.

          Esto es una situación de perder, perder. Nadie gana, todos perdemos. Argentina  pierde prestigio en el mundo y plata, Uruguay pierde plata.

          La verdad que perdemos los dos países mucho más que eso. Somos dos países divididos por motivos político –históricos pero en esencia somos lo mismo. Somos más que países hermanos, somos en definitiva un conglomerado social transnacional.

          De alguna manera nuestra relación con Argentina es absolutamente simbiótica y consanguínea. No es posible que por unas decenas de lo que parecen ser a esta altura agitadores profesionales, en cuanto a que de algo tienen que vivir, sigan interponiéndose entre dos países tan unidos y tan parecidos.

          Volviendo a Lenin. Alguien se beneficia y mucho de esta situación. Hay transportistas que operan entre los dos países que sin duda ven sus frecuencias con un 100% de ocupación y seguirán así mientras sigan estos líos.

          Como tantas otras cosas, esta con el tiempo pasará y será nada más que una anécdota en las historia de las relaciones de nuestros dos países.

          La presidenta Fernández de Kirchner deberá resolver este asunto de una buena vez y liberar los pasos de frontera de los impedimentos ilegales que hoy sufren. Los dos países deberemos entonces estar a lo que se resuelva en El Haya y terminar esta telenovela absurda.

          Tanto Argentina como Uruguay deben dedicarse a mantener y si es posible profundizar nuestras estrechas relaciones bi-laterales y no dejarnos llevar por lo que hoy por hoy son nada más que los caprichos de un manojo de inadaptados.

          El camino a seguir es meridianamente claro, la presidenta Kirchner debería demostrar sus cualidades de estadista y seguirlo. Ni más ni menos.

          Argentinos y Uruguayos se lo agradeceremos.