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Año V Nro. 370 - Uruguay, 25 de diciembre del 2009
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Una antigua, idílica y falsa imagen de una Suecia neutral ante todos los conflictos, hace tiempo que se ha desdibujado. Hace unos días ha dado un paso más en la participación de sus fuerzas armadas en los conflictos internacionales. El gobierno sueco dijo que se planea aumentar el número de efectivos militares de su país en Afganistán, incluyendo helicópteros y agentes de espionaje. Durante la reunión de Ministros de Defensa de la Unión Europea, el gobierno sueco también se comprometió a participar más activamente en las tareas de vigilancia contra los piratas que atacan en las costas de Somalia, y en el entrenamiento de defensa de ese país africano. El Ministro de Defensa, Sten Tolgfors, presentó un curioso argumento para defender una mayor participación de Suecia en acciones militares en el exterior, al sostener que se trataba del “ejercicio de la solidaridad”. Por otra parte el propio Ministro de Defensa sueco dice que las tropas de su país no estarán destinadas a entrar en combate, sino a proteger la construcción de escuelas e infraestructura para el desarrollo de Afganistán. En los hechos, las labores de reconstrucción son casi inexistentes, y las tropas suecas vienen realizando tareas de vigilancia que liberan a los soldados estadounidenses, para concentrarse en combatir a los talibanes. El mando militar norteamericano de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que está en Afganistán después que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) legalizó la invasión ordenada por George Bush en diciembre 2001, reclamó mayor participación de los países miembros de la Unión Europea en ese país asiático. Aunque no quieran, las tropas suecas participan de una u otra manera en las acciones militares, así sea cubriendo las tareas de vigilancia que realizaban los que combaten directamente, y cada vez más seguido son objeto de ataques por la resistencia talibán que los identifica como tropas de ocupación. A ocho años de la invasión estadounidense a territorio afgano, el conflicto sigue lejos de resolverse y la ocupación del país asiático por tropas extranjeras se extiende indefinidamente, y quiera verlo Suecia o no, las posibilidades de entrar en combate de sus efectivos y recibir las consecuencias de participar en una guerra se acrecientan día a día. Habría que ver en el caso hipotético de que haya una baja sueca en Afganistán, como el Ministro de la Defensa, Sten Tolgfors les explicará a los familiares del militar, que cayó ¡Hasta el próximo análisis…! © Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay 
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