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Palabras con rima indiscutible:
«mojada» y «payasada»
por Fernando Pintos
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La nota, breve pero significativa, se publicó en la edición digital del diario «El Observador» correspondiente al miércoles 14 de enero de 2009, bajo el intimidante título —más propio del cine de horror o de las celebraciones carnavalescas que de prosa periodística— de «Daisy, íntima». Y es, en efecto, una más entre las tantas detestables bufonadas de la pavorosa ministra del Interior, a las cuales ya están suficientemente acostumbrados los uruguayos.
Las semanas anteriores se ventiló en «Informe Uruguay», por ejemplo, la detestable directiva del Ministerio del Interior para que la Dirección Nacional de Información e Inteligencia quitara el nombre del Inspector Víctor Castiglioni de su salón de honor. Castiglioni había sido el director de aquella dependencia policial durante los años álgidos de la escalada terrorista y delictiva del MLN Tupamaros y otros grupitos mafiosos de similar índole. En realidad, era tanta la desventaja de los efectivos policiales frente a los delincuentes ideológicos —comenzando por lo más simple, o sea la capacidad de fuego—, que el resultado de aquella confrontación pudo haber tenido consecuencias trágicas para el país. Finalmente, intervino el Ejército y ya se sabe bien qué pasó: en un dos por tres arrearon con todos los revolucionarios de opereta —esos sí: verdaderos e inobjetables tigres de papel— a talerazos, igual que si hubiesen sido gallinas asustadas. Por su parte, el Inspector Castiglioni y los efectivos a su cargo hicieron todo lo posible para enfrentar al enemigo con los insuficientes recursos de que disponían. No traicionaron. No defeccionaron. No corrieron para esconderse. Y aunque ello resulte detestable para nuestros conocidos de siempre, es decir, los eternos adoradores de Fidel y de cuanta gentuza comunista haya ensuciado la faz del planeta, lo cierto es que para los ciudadanos verdaderos de la República Oriental del Uruguay, que son todos aquellos quienes no reniegan ni por broma de las fechas patrias o los símbolos y tradiciones nacionales, la actuación de Castiglioni y sus subordinados en aquella temible emergencia debería generar un sincero reconocimiento.
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Y bueno: lo que no leí en los artículos de «Informe Uruguay» sobre el retiro del nombre de Castiglioni del salón de actos de la DNII fue algo que sí pude leer en un artículo del diario «Últimas Noticias». Allí se explicaba que el nombre de Víctor Castiglioni había sido retirado porque, de haber seguido allí, donde por justicia le correspondía, la ministra se negaba a visitar la sede de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia. Es decir: que el tan comentado exabrupto fue obra, directa pero a la vez encubierta (es decir, cobarde), de este horrendo personaje que, al igual que algunos otros notorios fantoches de este gobierno, tales como Mujica y Gargano, tiene perdida la chaveta desde hace ya bastante tiempo a esta parte. Pero, vayamos de una vez al artículo publicado por «El Observador» esta misma semana:
«…“No hay nada más auténtico que una mujer mojada”, escribió la ministra en el pie de una foto que publicó en su Facebook
La ministra del Interior, Daisy Tourné, vuelve a ser noticia por su perfil en la red social Facebook. Si bien esta vez no es por ninguna columna de opinión o información, una gran sorpresa causó ver su foto en la ducha que ella misma publicó en Internet.
“No hay nada más auténtico que una mujer mojada”, escribió la titular de la cartera en la leyenda de la fotografía, que se suma a las que anteriormente publicó de su mascotas, paisajes, eventos del ministerio y hasta una con el propio presidente Tabaré Vázquez en la estancia de Anchorena en Colonia.
Allí, sus 2.991 amigos pueden dejar comentarios o hasta incluso escribir acerca de cada una de las fotografías que incluye Tourné en su perfil. “Vergüenza ajena...y asco… Eso es lo que puedo decir”, escribió uno de los usuarios, aunque los demás felicitan y la tildan de “genia”…».
Mi reflexión acerca de este reverendo mamarracho. Por todos es harto sabido que este patético personaje, una de cuyas gracias es hacer ostentación de su anómala condición psico-sexual de lesbiana, no es ningún genio ni cosa que se parezca. Es, antes bien, uno de esos engendros esperpénticos que todos los gobiernitos de «izquierdas» suelen sacarse cada dos por tres de esas extendidas mangas que bien les sirven, también, para disimular todo lo que roban, despilfarran y malversan a costa de los contribuyentes. Y es lógico que en ese bufonesco site de TouTube confluyan cuatro gatos locos del Frente Amplio, para festejarla por sus abominables «gracias» o aplaudirle sus rocambolescas «ocurrencias».… Porque, ¡Dios los cría y ellos se juntan! En realidad, si este gobierno frenteamplista tuviera dos gramos tan siquiera de decoro y vergüenza, debería sacar con cajas destempladas a esta pobre individua enajenada, para que no siga haciendo víctima a los ciudadanos de la vieja y deportiva RODELÚ (tradicionalmente, un país de hombres y mujeres normales, para nada de maricones y lesbianas) de sus funambulescas payasadas. Pero, ¡por supuesto! ¡Jamás se podría pedir peras del olmo! Quienes carecen de vergüenza, así como también de honor, rectitud, dignidad y patriotismo, no pueden sentirse repentinamente imbuidos con tales virtudes. Por otra parte, y sin que ello signifique menosprecio para una digna profesión que tanto ha hecho para construir un mejor Uruguay: ¿qué demonios tiene que hacer una maestra en el cargo de ministra del Interior? Y agreguemos a ello: una que —eso salta a la vista— no está en sus cabales, y tampoco lo ha estado de muchísimo tiempo a esta parte.
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