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Año II - Nº 54 - Uruguay, 28 de noviembre del 2003

La Ley de Ancap, los fuegos de artificio y la ocultación del manejo del 3 y 2
Informe Especial: A.L.C.A.
Amigos del Uruguay
Avenida Internacional - Un símbolo de integración
La muestra virtual de Rubén Galusso
Paradojas Charrúas - Informe de la UIT
Cuando la limosna es grande...
Sucedió en España
Ojos Uruguayos en Brasil
Hurgando en la Web
Poesía
El Interior También Existe
Rincón de Sentimientos
Olvidémonos de las Pálidas
Correo de Lectores
El Marinero
 
 
 
 
 

 

AMIGOS DEL URUGUAY (Segunda parte y final)

Por: Walter Amaro - Sydney/Australia


Dicen que todo tiempo pasado fue mejor. Algunos aprueban la sentencia. Otros, simple y desganadamente se encogen de hombros, asumiendo que ya poco les importa. Sin embargo, ser en el exterior, un uruguayo "full time" (todo el tiempo), si bien no nos ha ayudado a superar muchos traumas, nos dio por lo menos un apoyo incondicional desde donde encarar el futuro. En otras palabras, nuestro pasado nos dio esa fortaleza necesaria para enfrentarnos a un futuro de aristas insospechables.
La gente se ha formado diferentes conceptos de nosotros a través del tiempo, y certeros o no, hemos aprendido a aceptarlos, porque se nos antoja honesto. Tan honesto como confundir nuestro pasado histórico al leer diferentes textos de estudio hábilmente manipulados. En Australia, como me imagino que otros uruguayos en el resto del planeta, nosotros tenemos diferentes historias para contar. Lo que lamentablemente nos falta es tiempo; aunque bien es cierto que, gracias a la magia de la internet, ahora por lo menos tenemos un canal de comunicación que no deja margen al engaño. El tiempo es otra cosa; no somos dueños de él, ni sabemos cuanto falta para cumplir nuestro ciclo en la tierra. Pero de todas formas, y como decía la abuela: empecemos ya, y dejemos el tiempo en manos del destino.

Una mirada retrospectiva

Aquella metáfora con la que iniciamos nuestra nota, la semana pasada, sólo varía en fechas, aviones y nombres. Se asemeja, sin embargo, en sufrimientos y temores como el de Carlos, que llegó a este país con su mujer y dos críos, y que los únicos dólares que le quedaban luego de haber liquidado todas sus pertenencias en Uruguay y pagar el anticipo de los pasajes subvencionados, los había gastado en la compra de alimentos para sus niños, ante una demora imprevista de trasbordo de aviones en Tahití. ¿Alguien podría reprocharle a Carlos un sentimiento de reproche para con el Uruguay? Vivir, si es que es aplicable el término, una niñez y juventud de privaciones, y terminar con sus huesos a tantos kilómetros de distancia arrastrando en esa incertidumbre a su familia, podría darle ese derecho. Sin embargo, con gente como él se escribió otra historia. Una historia pintoresca que dio nacimiento a numerosos actos solidarios. La pregunta es: ¿quién sabe algo acerca de todo esto?

Pero todavía no me quiero ir del tema, o al tema. Por que entiendo que deberíamos saber algunas cosas antes de formarnos una nueva opinión que tal vez, y sólo digo tal vez, pueda confundir el concepto del lector una vez más. La mayoría de los que emigramos, tanto sea por razones económicas o políticas tenemos varias cosas en común. Podemos diferir en nuestro modo de pensar si somos de izquierda, centro o derecha, Blancos, Frenteamplistas o Colorados. Inclusive si se es de Nacional o Peñarol, Cerro o Danubio. Pero a la hora de defender lo nuestro, de participar en el llamado solidario para ir en ayuda de marginados y desposeídos -entre otras yerbas- somos sólo uno, y las "cargadas" de los lunes después del fútbol, y los tópicos más atractivos de los diarios, se archivan en el cajón "de los después" ante la elección de prioridades.

A veces, las cosas "pasan" sin darnos cuenta. Ese viejo estigma de esperar ansiosamente los vuelos quincenales de aviones provenientes de Argentina y Chile, hoy simplemente es una anécdota. Primero, alguna que otra agencia o kiosco nos ofertaba la posibilidad de hacernos con "El País" de España, versión internacional del periódico, editada en un papel súper liviano, en forma de revista de no más de 24 páginas. Luego ya alcanzábamos el cielo con las manos cuando "El País" , "La República" y también "Clarín" de Argentina, llegaban con la frecuencia antes mencionada.
Nuestros periódicos comunitarios, que ya para ese entonces se editaban en Sydney, merecen un párrafo especial en la difusión de las noticias nacionales e internacionales, llegando al lector semanalmente luego de muchos sacrificios. En este punto destacamos a "Noticias y Deportes", un valioso elemento comunitario, dirigido por un uruguayo que inscribió su nombre solidario con mayúsculas, en esta isla continente. A la publicación, distribuida gratuitamente, muchos de nuestros compatriotas la calificaban con el cariñoso mote de "Noticias y Recortes" debido a la publicación de noticias provenientes de otros medios de difusión del Uruguay. Estos dilectos amigos, paradójicamente, también llegaron en aquellos viejos aviones hace más de 30 años. Su mérito principal consistió en que jamás dejaron de estar sentimentalmente vinculados al territorio, empeñados además, en divulgar nuestras cosas con honestidad.
Hoy por hoy, con una moderna tecnología mediática al alcance de todos, las cosas son diferentes. O por lo menos tenemos la convicción de que así es.

Más de lo mismo

Cuando partimos, lo hicimos con una mano atrás y otra adelante . Muchos llevábamos, valga la retórica, únicamente lo puesto y, coincidentemente, todos parecíamos juramentados en volver -como dice el tango- solamente que cometimos algunos errores de cálculo, y lamentablemente todavía andamos por estos pagos, aunque sigamos acariciando la idea obsesiva de pegar la vuelta.
Muchos de aquellos que llegaron siendo muchachos, hoy fabrican fábulas y cuentan apasionantes relatos a sus nietos. Aunque bien se cuidan de ocultar la serie de humillaciones y discriminaciones que les tocó vivir en casos, para tener un trabajo honesto y una entrada decorosa que les permitiera educar a sus hijos y concretar el sueño de la casita propia. Ni hablar de conservar oficios u ocupaciones. El asunto era agarrar lo que aparecía y pagaran mejor sin darle vueltas a la cosa. Sé de maestros e ingenieros que trabajaban de peones en fábricas de cubiertas.

Sus recuerdos se suceden en las noches mientras tratan de ordenar los por qué, o lo que es peor: lo que pudo haber sido y no fue. No obstante, siempre optamos por los silencios y esperamos encontrar las respuestas al despuntar del nuevo día.
Eventualmente perdimos la gran oportunidad de disfrutar de los "viejos". En mi caso, pasé una eternidad sin verlos por falta de recursos, hasta que pude juntar unos pesos para viajar hasta el viejo barrio de La Unión donde vivían. Lamentablemente, para ese entonces, la injusticia me había robado casi por 18 años las caricias de mis padres. Sin embargo, y contradictoriamente, muchos me palmeaban la espalda felicitándome por el acierto de emigrar, sin darse cuenta ni entender el alto precio que habíamos pagado por tal osadía.

Una idea que dio paso a un enorme club de solidarios

Decíamos que las cosas a veces pasan sin darnos cuenta. Casi por accidente; aunque no es accidental que, en este caso en particular, hayan pasado. Ya hemos charlado en una oportunidad sobre Uruguayos Unidos. Una institución que nació con un propósito, y se convirtió en uno de los más claros ejemplos de solidaridad. En Australia seguimos bregando por un futuro justo para nuestros hermanos en el continente, o por lo menos más equitativo. Lo hacemos conscientes de nuestras tremendas limitaciones, tratando a la vez, de sacudirnos ese equivocado concepto de "pudientes" con que nos etiquetan, por el simple hecho de vivir en el exterior. Pero de todas formas "tratamos" de ser útiles y efectivos en la medida de nuestras posibilidades.

Fíjese usted que poco importa la posición socio-económica de cada "socio solidario"; ni siquiera el nivel de estudios. Mecánicos, comerciantes, docentes, panaderos, jubilados y empleados de limpieza, por mencionar algunas ocupaciones, se juntan para ser efectivos en su ayuda. Y le aseguro. estimado lector, que muchos se quitan lo puesto para ayudar a nuestros botijas. Pertenecemos a una generación que tenía su vaso de leche caliente, un par de alpargatas Rueda, y una túnica blanca como nuestra inocencia por generosidad de la escuela. Y en eso de la solidaridad somos obstinados y tenemos buena memoria.

Nace Grupo Amigos del Uruguay

Años atrás, un grupo de amigos optó por una quijotada que realmente es digna de citar. La patriada consistía en contratar artistas desde el país, cubriendo todos los gastos y papeleos con fondos personales. Luego, se presentaban en el Club Uruguayo de Sydney, única institución sudamericana que posee un edificio de estas características, la cual orgullosamente nos pertenece. Si las ganancias superaban la inversión, la diferencia pasaba a engrosar las arcas del club. Caso contrario, estos amigos absorbían las pérdidas. Gracias a ellos su juntó algún pesito, y nos privilegiamos con la presencia de artistas de gran categoría; llámese Labarnois-Carrero, Los Olimareños y muchos otros. A este grupo se le conoció como "Amigos de la Canción", "Amigos del Uruguay" e inclusive "Grupo Amigos 8" que me imagino, habrá sido el número de integrantes que lo iniciaron.

Luego, se toma conciencia de la situación apremiante de comedores y merenderos en Uruguay que, a pesar de multiplicarse, no podían conseguir los fondos necesarios para seguir funcionando con holgura. Por lo tanto se decide apoyar la causa y se promueve la iniciativa de integrar células de 10 colaboradores cada una, con el compromiso moral de aportar cada integrante de las mismas, $20.00 dólares mensuales por un año. Por supuesto que esto crece día a día, y hoy son 16 los grupos en acción, ayudando a 13 comedores, entre los que destacamos los siguientes: "CLUB PROGRESO", "GARINIÑOS", "18 DE JULIO", "EL REFUGIO", "GURISAES", "LAS PIEDRAS", "LOMAS DE TOLEDO", "PAN Y CANELA", "COYOTE", "VILLA GARCIA", "SO.CO.DE". "ESCUELA 65" y "COTRAVI". Si bien se suceden los pedidos para integrarse a esta lista, nuestra capacidad se ha visto desbordada. De esta forma, y a través de Tienda Inglesa, cada mes se envían $100 dólares americanos en comestibles a cada beneficiario mediante un práctico sistema de prioridades.

Nuestros amigos no podrán cambiarle la fachada al Uruguay; ni siquiera mitigar la pobreza, menos me supongo, evitar la vergüenza de ver a nuestros niños mendigando, pero por lo menos intentan que algunos de esos purretes tengan un vaso de leche caliente y un "cacho" de pan a la mesa; cosa que parece olvidársele a los politiqueros. A los niños no se les llena la pancita con las privatizaciones ni el referéndum de ANCAP. A los gobernantes les cabe la obligación de sacarlos de la calle. De quitarles ese triste lastre de la marginación, asumiendo un papel digno de una vez por todas.
A todo esto, todavía seguimos luchando contra la burocracia gubernamental para enviar donaciones; particularmente en el área de Educación. Suena increíble pero es cierto, los contenedores listos para partir se encuentran demorados desde hace tiempo, debido a la inoperancia del sistema. No obstante, en un país en el que casi se ha institucionalizado la pobreza, se persiste en fomentar Organizaciones No Gubernamentales (ONG) dentro de fronteras, tratando, me imagino, de crear un nuevo estilo de fuentes de acomodo; quiero decir: de trabajo, donde una vez más señor o señora de tal obtenga alguna bonificación por parte de las autoridades, en lugar de asistir a las que están en la porfía y arremangadas en la lucha.

Finalmente

En fin, aún queda mucho por decir. Nos encantaría enumerar también la eficiente campaña de otros amigos, como el Grupo de Apoyo al Comedor del Club Arbolito de La Teja, sin embargo, hoy se nos acabó el espacio; no el tema. Simplemente, y para despedirme, les rogaría que se acerquen a compartir con nosotros esta tarea. Tanto da si usted vive dentro o fuera del país. Nuestros sentimientos se orientan hacia objetivos en común.
Posiblemente la semana entrante podamos ofertarles el lado positivo de muchos otros tópicos. Porque créalo o no, por los pagos del Capitán Cook también tenemos buena onda, sólo que es bueno de vez en cuando meter el dedo en la llaga para que no nos vendan espejitos y cuentas de colores. Si no, pregúntele a las autoridades del hospital Pereyra Rosell acerca de las carencias que enfrentan. O a los amigos del hospital de Las Piedras, o al Maciel o la Colonia Etchepare... Permítame que se lo vuelva a repetir una vez más: "el Uruguay también es eso" y nosotros somos parte de él, hasta las entrañas. El asunto es ponerle el hombro, hasta que quizás aparezca un iluminado y permita que los niños de los barrios periféricos y los ancianos, recuperen la dignidad que les han usurpado.

Por si las moscas, y si usted quiere curiosear un poco, les paso la dirección de la página web para que visite a nuestros amigos y se interiorice de los pormenores. Tal vez muy pronto, usted pase a jugar en nuestro equipo. Nos encontramos en siete días, si así usted lo dispone. Hasta entonces...
www.grupoamigos.8m.com - www.amigosuruguay.8m.com