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Año II - Nº 54 - Uruguay, 28 de noviembre del 2003

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Amigos del Uruguay
Avenida Internacional - Un símbolo de integración
La muestra virtual de Rubén Galusso
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LA MUESTRA VIRTUAL DE RUBEN GALUSSO
por Graciela Vera
Periodista independiente

 

Mate amargo y buen material de lectura para disfrutar de las horas de descanso, Ruben Galusso se autodescribe como una persona normal que disfruta de las cosas simples de la vida…los amigos… escuchar música… y conversando con él, también nos enteramos que entre sus gustos melómanos figuran la música latinoamericana, el jazz y algo de la clásica.

Es un amigo de sus amigos, un ser preocupado por la violencia en el mundo y por la degradación del hombre, pero es también

un creador y, como todo artista tiene sus extravagancias. Las suyas tienen mucho de “bicho solitario”: no acepta curiosos cuando está pintando.
 

Respetamos su manía y nos alejamos del artífice en plena creación; pero Galusso es consciente de que su obra no se encierra en un taller y escapa, él la hizo volar, hacia el mundo y ello implica que nos mostremos curiosos por saber más sobre su innovadora formade acercar el arte al público en lo que hasta podríamos definir como “cómodas entregas a domicilio”.

QUIEN ES GALUSSO

Ruben Galusso nació un 14 de noviembre del año 1945 en el montevideano barrio de la Unión donde vivió hasta, ya casado, su partida hacia Buenos Aires.

Inquieto en las lides artísticas integró el grupo fotográfico Alpha y en 1965 ingresó a Bellas Artes.

En 1975 emigró a Buenos Aires donde asistió a Meeba y Bellas Artes. Ingresó a la Asociación Argentina de Dibujantes y participó activamente en la comisión directiva del Círculo Argentino de Humoristas.

Desde entonces su nombre ha recorrido innumerables muestras y exposiciones donde siempre ha impactado su pintura que en esta etapa, por su temática y color nos hace recordar a la de Figari, pero a un Figari moderno, adaptado a las técnicas actuales, combinando el pincel con la fotografía digitalizada.

De hecho el lente de la cámara, que siempre lo acompaña en sus paseos, capta todo lo que a posteriori podría servir al

artista, ya sean lugares o espectáculos que refieran a la temática en la que se ha embarcado y de los que siempre pretende llevarse alguna imagen.

Es una persona sensible, comprometida; un creador nato al que su pasión no le impide enfocar la realidad del entorno:

- Me pone muy triste ver nuestros países sin ninguna perspectiva de futuro, con la constante emigración de sus jóvenes y el entreguismo de sus gobernantes…

   

-Tu también emigraste ¿Cuáles fueron los motivos en tu caso?

- Posiblemente de no ser por los militares, me refiero al golpe de estado en el Uruguay, nunca me hubiera ido… no estoy seguro… la idea de venirnos a Argentina fue un poco a prueba… la gran mayoría de nuestros amigos había emigrado, algunos por razones políticas y otros económicas, que no dejan de ser políticas

-¿Qué resultó para ti ese cambio de vida?

-Aquí me encontré con todos los dibujantes que conocía solamente a través de las publicaciones. Me parecía mentira estar al lado suyo, entablar amistad, asistir a cursos y exposiciones.

Por esa época, hablamos de 1977 hasta el 85 aproximadamente, me interesaba enormemente la historieta y el humor.

Precisamente en el humor es donde ejercí mayor actividad.

-¿Qué representa Figari para tu sensibilidad artística?

- Don Pedro Figari es una de las figuras que más admiro dentro de las artes plásticas uruguayas. No solo por su trayectoria artística, la cual comienza en forma de actividad plena a sus sesenta años de edad, sino, también por la muy importante tarea profesional que realizó con anterioridad como abogado y como director de la Escuela de Artes y Oficios, donde sus ideas rondaban en torno a un arte aplicado a la industria nacional con imágenes de nuestra propia identidad.

- ¿Cómo influye Figari en tu obra?

- No se si se podría hablar de influencia ya que todo lo que ahora realizo es una sumatoria de la cultura que sin saberlo absorbía en mi formación, charlas, lecturas, escuela…..., la vida en un Montevideo en que caminar por sus calles nos permitía estar en contacto con toda su cultura popular.

-¿Qué personajes plasmas en tus historietas?

- Lo realizado en historietas se puede casi olvidar.

Fue una etapa, muy amada por cierto, en la que no pasé de ser ayudante en casos aislados, de

otros dibujantes. Eso sí, con mucha dedicación a todo lo referente al dibujo.

-¿Porqué no continuaste en ello?

- La historieta es muy complicada. No solamente exige un gran conocimiento de la figura humana, sino además todo el estudio referente al ropaje, perspectiva y naturalmente lo fundamental en esa rama del arte: la narración y el clima de la historieta narrada.

Yo poco a poco me fui dando cuenta de que a través del humor podía expresar muchas más cosas. El humor no es solamente provocar risa, como dicen algunos, ‘el humor es algo muy serio’.

Aquellos eran años de gran efervescencia política en Buenos Aires y, los uruguayos que residíamos aquí formábamos todo tipo de agrupaciones y nos dedicábamos a actividades en las cuales, siempre y de alguna manera yo colaboraba con dibujos y chistes políticos.

- Pero por entonces tú solías publicar en la prensa.

- Si, llegué a publicar en forma profesional en dos periódicos, en uno de ellos ilustraciones para chicos junto con una serie de humor que se llamó “Galusso anda a los saltos”, porque, ignoro por qué pero, por entonces me dedicaba a hacer chistes de canguros.

Y el otro era un medio donde publicaba casi todos los días chistes sueltos, muchos de ellos tenían que ver con la situación político-social del entorno.

Pero hubo un comienzo -¿Cuándo descubrió Galusso su vena artística, a que edad?

- Desde que tengo uso de razón… recuerdo que siempre estaba con algún bloc de papel y lápices para dibujar… recuerdo que cuando muy niño siempre llenaba las hojas con unos muñequitos, muy simples, pero mucha cantidad de ellos y siempre había una historia.

Ahora veo que a través del dibujo estaba creando mi propio mundo… un mundo donde me encontraba muy feliz. También usaba mucho la plastilina y con ella modelaba mis fantasías.

Y en esas historias y fantasías tuvo mucho que ver mi madre, una gran lectora, que me enseñó a leer mucho antes de ir a la escuela, así que las revistas de historietas y los libros de aventuras completaban mi mundo.

- Dibujante o pintor ¿Cómo te definirías… que parte de tu obra corresponde a cada cual?

- Siempre que nace una obra es parte de un trabajo previo de dibujo.

Una vez terminado el dibujo, recién comienza la etapa del color, que no es rellenar lo dibujado, ya que en esa etapa, si bien trato que esté lo más armada posible, queda muchísimo para trabajar y armar.

Además cuando concibo una obra, en mi mente ésta no aparece en color, está la forma… la idea…, luego, como dije, sigue la búsqueda del tono dominante…del color.

- ¿Siempre utilizaste color en tus trabajos?

- Hasta que comencé con la temática negra no utilizaba el color, recién entonces empecé a pintar pero una cosa va con la otra: no puedo pintar sin un dibujo previo.

Sólo puedo decir que cada una de las etapas resulta placentera y dramática al mismo tiempo.

- ¿Y esa temática negra, cuándo y como comenzó?

- En 1985 yo pertenecía a la comisión que organizó en Buenos Aires la primera Bienal Internacional del Humor Gráfico y pedí autorización para organizar el espacio de Uruguay. Fue entonces que sentí por primera vez, la enorme satisfacción de mostrar mis cosas representando a mi país, junto con otros dibujantes compatriotas.

Por entonces yo no dibujaba aún la temática negra pero en los días que duró la muestra me di cuenta que tenía necesidad de hacer algo en el campo artístico, donde pudiera mostrar la cultura de mi país.

-¿Cómo recayó la elección en la cultura afro, en esa temática negra?

- Pensé cómo podía hacer algo que representara a mi país; me dije que el tango pese a ser nuestro, era compartido por los dos países (Argentina y Uruguay) y sin duda a nivel internacional se lo vincula con Argentina.

Lo mismo pasa con el gaucho y, además yo me crié en la ciudad, por lo que no podría ser sincero con esta temática.

Entonces me di cuenta que el tema del negro, su maravilloso ritmo, el candombe, era el representante nuestro.

Cosa curiosa ¿verdad?... el esclavo, arrancado de su África natal y traído a estas tierras, despojado de todo, era quién mejor nos representaba.

Al menos esta es mi opinión, quizás a muchos no les simpatice la idea, pero ese no es precisamente mi problema.

- Una persona que carga con una cámara fotográfica tiene una meta ¿cuál es en tu caso?

- La fotografía ocupa un lugar muy importante en mi vida y le dedico mucho tiempo. Ahora con la posibilidad de la digitación, aunque mi cámara es analógica, totalmente mecánica, parte de mis obras son fotos procesadas en la computadora.

LA TECNOLOGIA AL SERVICIO DEL ARTE

El siglo XXI en el que nos ha tocado vivir y en el cual hemos entrado con todo un bagaje tecnológico que nos ofrece perspectivas de difusión imposibles de imaginar hace apenas diez años, ha cambiado los conceptos sobre exposiciones y muestras artísticas.

Ruben Galusso es un vanguardista, precursor de las presentaciones virtuales que acercan al artista a millones de ojos ávidos de ver su obra acercadas en mensajes personales.

El mundo se ha achicado. Las distancias se han reducido al extremo que visitar la muestra de arte de Galusso no implica más esfuerzo que hacer un “clic” desde un cómodo sillón del living de nuestra casa.

O quizás sustituya a un periódico y de lugar a la crítica pormenorizada que podemos hacer, comentando sus cuadros y estudiándolos en detalle durante las horas de un viaje en avión. Después de todo un maletín con el Outlook personal es ya parte común del equipaje de un viajero.

Lo cierto es que Galusso, con su “Muestra Virtual y Viajera”, que va más allá de la simple exposición en una página web, se

incluye entre los pioneros de esta modalidad de “hacer viajar sus cuadros” y, ¡que mejor que preguntarle al mismo ideólogo por su creación!

- Tengo entendido que tu forma de exponer escapa de los canones establecidos. ¿Puedes explicarnos en que consiste?

- Como creador, uno desea mostrar su arte y la forma tradicional de hacerlo es a través de una muestra, montando las obras en un lugar y realizando así una exposición que dura una o dos semanas, y la cual generalmente, al final resulta que solamente han podido verla pocas personas.

Entonces decidí hacer algo diferente, comencé por montar las muestras de mis obras en teatros donde se realizaban espectáculos de Canto Popular Uruguayo. Yo mismo diseñé y construí unos caballetes ultralivianos que me permitían movilizarme junto con los cuadros, tarea nada sencilla y costosa si tenemos en cuenta que no tengo locomoción propia.

La experiencia fue realmente maravillosa pero al mismo tiempo comencé a pensar que, si los cantores podían vender su música una y otra vez, a través de casetes y discos compactos, ¿porqué un artista plástico no podía hacer algo similar? y nuevamente me puse a la obra, ahora a crear “las reproducciones” de mis obras, las cuales vendía durante el espectáculo al precio de un casete musical y, además me evitaba el andar transportando los cuadros con el consiguiente riesgo que ello implica.

Con el tiempo aparece en mi vida la computadora, y con el acceso a internet vislumbro la maravillosa posibilidad que me brinda; pero la página web, si bien puede ser vista en todo el mundo, es “fría”, es decir, yo recibo poco o nada de ella, además siempre tuve una especial predilección por el correo, las cartas.

Creo que nos encaminamos a la próxima pregunta: ¿Cómo surge la idea de la Muestra Virtual Viajera?

Me pongo nuevamente a estudiar el tema y desarrollo un proyecto que llamé “LA MUESTRA VIRTUAL Y VIAJERA”, la cual comienza llegando a los pocos amigos que tenía por correo electrónico, no más de una veintena de personas que figuraban en mi libreta de direcciones.

El proyecto ha seguido y si bien el crecimiento no puedo decir que sea muy grande, en estos momentos hay unas doscientas personas en dieciocho países que la reciben. Personas con las que cada tanto tengo algún contacto lo que

hace que en algunos momentos me encuentre bastante ocupado.

Y agregamos, porque sabemos que Galusso lo siente así, que en ese contacto encuentra el calor humano y personaliza su trabajo de esa forma diferente que una página web, él sentía que no le alcanzaba a brindar.

Tener el privilegio de recibir en el correo, arte en tan magnífico exponente, invitará a muchos exquisitos de la pintura y la cultura, a incluirse en el directorio de esta Muestra Virtual, que podemos calificar como una Viajera que oficia de embajadora de lujo del costumbrismo uruguayo.

- ¿Consideras que ésta es una forma de conquistar al mundo?

- Los bárbaros, los romanos, los españoles, los ingleses, llegaron con violencia y sangre a conquistar gran parte de él. Yo apenas deseo generar algo de placer en quienes vean mis trabajos y, además, hacer saber a personas geográficamente muy lejanas, que los uruguayos y el Uruguay, ubicados entre dos “gigantes” existe, y que tenemos una cultura nuestra, propia.

- ¿A qué países llega actualmente la Muestra?

- Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Cuba, México, Estados Unidos, Canadá, España, Australia, Israel, Puerto Rico, Suecia…y sé que hay otros que no recuerdo en este momento.

- ¿Has encontrado ese algo que una simple página web no podía brindarte?

- He obtenido respuestas maravillosas de gente que no conozco, que seguramente nunca conoceré.

Es gente que me habla de su familia… nos contamos cosas de nuestras vidas… me alentaron cuando en un momento estuve por dejar todo lo creativo…ellos lograron que retornara esta maravillosa actividad de crear.

Incluso me han pedido autorización para incluir mis trabajos en charlas y presentaciones.

- ¿Alguna anécdota?

Sí, curiosísima. Han aparecido otros ‘Galusso’ con los que, en posteriores intercambios de correos llegamos a definir un parentesco bastante cercano y además viven muy cerca de donde yo vivía cuando estaba en Uruguay y por entonces no los conocía.

Esta es la historia de una Muestra Virtual y Viajera que su

creador hace llegar, sin costo alguno y con una frecuencia perfectamente tolerable para los saturados buzones actuales, de aproximadamente unos 30 días entre envío y envío.

Ya conocemos a su creador y para recibirla basta con escribirle a

Almería, noviembre 2003