Miembro de
Proyect Sindicate apdu
       
 
separador                                          Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
              
Google Buscar en la

 
Año V Nro. 319 - Uruguay, 02 de enero del 2009   
 

Visión Marítima

historia paralela

 
Julio Dornel

Los caballos de Don Pedro
por Julio Dornel

 
separador
   
mail
mail Contactos
notas
Otros artículos de este autor
pirnt Imprimir Artículo
 
 

         Dicen los historiadores que fueron 72 caballos y 3000 hombres los embarcados en 14 naves  por Don Pedro de Mendoza en San Lucar de Barrameda con destino a nuestro país, sin imaginarse que nos estaba trayendo uno de los elementos fundamentales de nuestra economía.

         No sabemos cual era el origen  de estos animales que finalmente fueron abandonados por Mendoza cuando los indios determinaron su retirada hacia tierras paraguayas. 

         La rápida reproducción y su adaptación al medio por las  excelentes pasturas que tenían a su disposición, determinaron que los equinos continuaran con su estado primitivo constituyéndose en grandes tropillas por todo el territorio nacional.

         Son pocos los escritores que han dedicado espacio para referirse a las características  de estos animales que con el paso de los años se fueron transformando en el caballo criollo que todavía existe en nuestra campaña. 

         Le correspondió a Serafín J. García  analizar hace más de 50 años las principales características  de aquellos equinos que con el paso de los años se fueron transformando.

         Señalaba el escritor que no lucía la nueva raza una apariencia hermosa y arrogante como los equinos árabes y persas, aunque quizás tuvieran alguna vinculación sanguínea.

         Eran por el contrario, de reducidas dimensiones, de pelambre variado y de movimientos desmañados y torpes.

         Tenían los miembros mal proporcionados, sinuoso el lomo, la cabeza muy grande, la cruz pronunciada y el encuentro excesivamente ancho.

         Sufrido y dócil, resistente y tenaz podía galopar leguas y leguas sin rendirse al cansancio ni al hambre ni a la sed, manteniéndose durante varias jornadas al ritmo inconmovible de su trote.

         Fue el charrúa, el primero que sacó partido de esas cualidades, empleándolos en las ultimas etapas de  su lucha contra los españoles.

         Pero sin embargo quien supo desarrollarlas y aprovecharlas al máximo fue el gaucho, de quien el caballo llegó a ser su complemento indispensable.

         Domado y amaestrado por el mismo con pericia se fue constituyendo en su mejor amigo y principal compañero en épocas de reyertas. 

         Montado sobre su caballo, el gaucho parecía crecer modificando su concepción del mundo al sentirse seguro de si mismo y gravitando en todos sus actos entendiendo mejor el sentido y la importancia de la libertad.

         Ya emancipada la patria fue cimentando las bases de la riqueza nacional con su dedicación a las sacrificadas y rudas faenas ganaderas.

         Y fue el caballo, el humilde y sacrificado caballito criollo de ojos melancólicos y de aspecto bonachón, lobuno, azulejo, gateado o pangaré, moro o picazo el que compartió con él los riesgos del combate y del trabajo, las inclemencias del tiempo, las vicisitudes de los viajes interminables y todas las penurias y alegrías de su sencilla existencia.

» Arriba


© Julio Dornel para Informe Uruguay
 
21
Informe Uruguay se halla Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
Depósito legal No. 2371 deposito Nos. 338018 ley No - 9739, dec 694/974 art. 1 inc A
20
Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, la opinión de Informe Uruguay
20
Los enlaces externos son válidos en el momento de su publicación, aunque muchos suelen desaparecer.
Los enlaces internos de Informe Uruguay siempre serán válidos.
21
 
Estadisticas Gratis