|
|
De abuelas, sueños del pibe y populismo
por Dr. Marcelo Gioscia Civitate
|
| |
|
|
Las recientes manifestaciones del Economista Ernesto Talvi como responsable del Instituto CERES (Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social), en cuanto a las variaciones en la conformación del cuerpo electoral de nuestro país, no debiera dejar de preocuparnos. Máxime, en este año electoral en que el “soberano” (el conjunto de ciudadanos habilitados para expresar su opinión a través del voto) habrá de elegir qué tipo de gobierno desea para los próximos cinco años. Preocupa, entre otras cosas, que los datos que se han hecho públicos, demuestran el incremento de una masa de uruguayos (que se habría casi duplicado desde 1985) que no ha salido de su situación de pobreza y exclusión social y que lejos de sustentar valores que fueron propios de la “clase media”, dependen de programas de asistencia más que de su esfuerzo personal. Preocupa, que pese a los ingentes recursos extraídos del Presupuesto Nacional, destinados a distribuirse en “panes”, “salarios solidarios” y “planes de equidad” (cumpliendo los designios contenidos en el Ministerio de Desarrollo Social, a cuyo frente la Ministra Marina Arismendi pudo cumplir su “sueño del pibe”) sin exigir contraprestación alguna, la pobreza no haya disminuído en forma significativa, ni se haya logrado frenar la emigración ni la deserción escolar, ni obtenido una verdadera inclusión social.
Preocupa, que buena parte de estos beneficiarios pretendan seguir percibiendo estos fondos públicos sin trabajar y que mañana puedan creerse con derecho a exigirle a quien gane las elecciones seguir con este tipo de prebendas.
Pero, más preocupa en una Democracia, que la intención de voto pudiera estar condicionada a este tipo de beneficios extraordinarios y que la elección del candidato, estribe en su mayor o menor disposición a mantener la dádiva estatal.
Lamentablemente, lo que está en juego es mucho más que este tipo de “ayudas” o “subsidios”, se trata de cómo se pierde la Libertad. Y la cornisa por donde se camina cuando se adoptan este tipo de soluciones “populistas” es tan delgada, que el riesgo de caer en la pérdida de principios republicanos y democráticos es muy, pero muy grande.
Y recuperarlos lleva mucho tiempo.
Pues debiera estar muy claro en quienes se acostumbraron a percibir este tipo de apoyos, que los mismos, lejos de “sacarlos de pobres” los limitaron y anclaron aún más en su condición social, por cierto muy lejos de sus legítimas aspiraciones de superarse humanamente con la dignidad de un empleo decoroso, en un prometido “Uruguay productivo” que sólo fue un eslogan alejado de la realidad.
Bueno es recordar que este gobierno tuvo todo a su alcance para mejorar la situación, (recibieron “un país en crecimiento”, tuvieron una mayoría parlamentaria como nunca había tenido gobierno alguno, los precios internacionales de nuestras materias primas se multiplicaron de manera creciente, lo mismo que lo recaudado por imposiciones tributarias) pero resulta que el tiempo se le ha ido de las manos y se dilapidaron recursos, (no se pensó en tiempos de escasez ni de crisis como la que sobrevino, por más blindajes con que se pretendió vestir al Uruguay) en suma: se preocuparon más en cuestiones del pasado que de construir las bases del porvenir.
La respuesta de Mujica a Talvi (“¡Más populista será tu abuela!”) no puede extrañarnos, pues se inserta dentro de su estilo, por cierto alejado de todo razonamiento o reflexión, aunque sabemos, disfrazado convenientemente de una presunta y atractiva “filosofía popular” que le ha venido dando resultados en este “mercado” denunciado por CERES.
¿Cuántos de estos uruguayos volverán a repetir su voto? ¿Cuántos serán los que recuerden las promesas que no se cumplieron? ¿Estarán los militantes del oficialismo, buscando votos siguiendo al Prof. Enrique Rubio en cuanto a su desdichada recomendación de recordarles a los eventuales votantes que con otro gobierno estos beneficios pueden cesar? ¿Serán estos uruguayos, tan fuertes como para hacer valer su dignidad por sobre la necesidad, a la hora de expresar su voluntad ciudadana?
| Comentarios en este artículo |
|
|
|
» Arriba
