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Año V Nro. 340 - Uruguay, 29 de mayo del 2009   
 
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Visión Marítima

 

Un día en la vida de un veterinario…
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua

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         El viernes había pasado rápido, la noche se instaló sin que nos diéramos cuenta y el cansancio se apoderó de cuerpos y almas!!!

         Hacía rato que alguien desconocido me carreteaba desde el celular, mensaje tras mensaje, no lo podía apagar, mi celular es también mi despertador!!! Vi un poco de tele, y poquito antes de las diez me acosté, dispuesto a dormir en el más profundo de los planos anestésicos…

         Parecía que recién había cerrado los ojos, cuando comienza a sonar mi celular, gran puta!!! – me digo a mi mismo – se cansó de chatear y ahora quiere conversar telefónicamente!!! Aun estaba cerrada la noche, por lo que opté por no hacer caso… minutos después, suena mi otro celular, eso ya erar raro, dado que mi enitel lo tiene Raymundo y todo el mundo, es casi público, pero el movistar no, como lo habrá conseguido? – pensé – pero, me di vuelta en la cama y seguí con mi tarea de tratar de descansar!!!

         No se si segundos, minutos o cuanto después suena el teléfono de la casa, ahí si me tuve que levantar, este teléfono solo lo tienen cuatro o cinco personas y puede ser una emergencia, miro la hora, casi medianoche, y cuando atiendo:

-  Doctor, disculpe que lo moleste – dice Carlos, alumno de quinto año – es que la perra de mi madrina hace dos días que viene pariendo y no puede… hay que hacerle una cesárea y solo se me ocurrió pensar en usted!!!
-  esa maldita manía que tengo de no poder decir que no – bueno Carlitos, traela, que mas remedio, ni modo, enfrentemos la situación!!!

         Me levanté, me vestí, preparé las pocas cosas que tengo en casa listas para una emergencia, prendí la computadora y me puse a esperar...

         Mi amiga desconocida seguía enviando mensaje tras mensaje, es increíble como cuando a uno le viene una fijación o un deseo, no cesa en su empeño hasta que lo logra o recibe una respuesta fatal del otro…

         Llega Carlitos, con la madrina, el esposo, y la perrita, una Schnauzer miniatura, redonda como una chimbomba y tensa como un balón… la sedamos, hicimos la cesárea, pero ya era tarde, solo logramos salvar a la perrita, que costó recuperarla, y los cachorritos ya estaban muertos en su vientre, la perrita era un féretro vivo de su propia descendencia, a eso de las tres de la mañana, se fueron con la perrita ya recuperada, quedando yo solo para lavar la sangre, en eso mis mascotas no ayudan…

         No me iba a acostar a esa hora, asi que preparé un mate, y me puse a leer unos documentos, escribir la agenda de la semana, contestar correos atrasados y planificar mi día y casi la semana…

         Llegué a la universidad pasadas las siete y media, recorrí las aulas para ver si todo estaba en orden, firmé unos memorándum, y me fui a desayunar con algunos de mis docentes a los bares… gallopinto, huevos tibios, queso, crema y tajada… mmmmmm… delicioso… estaba disfrutando mi fresco de calala, cuando llega Maria Elena que quería que viera un caballo con ella, para discutir el diagnóstico, un caballo de carretonero, con un tumor importante en el ojo derecho, y algunos tumores en las encías, lo reviso, y los ganglios periféricos estaban con tumor también, era maligno, y ya estaba diseminado, imposible hacer nada, son los momentos en que la rabia se mezcla con la impotencia haciendo agua, una vida en nuestras manos que se nos va, que no podemos hacer nada!!!

         Volví a la clínica rumiando mi tristeza, y Lilieth me avisa que hay un perro para operar de hernia perineal, y me convida a operarlo juntos, me lavo, me pongo los guantes y comenzamos la cirugía, estos son momentos de relax, el olor de la sangre mezclado con los desinfectantes son balsámicos, piel y carne cediendo sin quejarse ante el corte nítido del bisturí, vasos que sangran escondidos detrás de los fluidos, tejidos que claman por repararse, y el armado final de la sutura… que belleza…

         Mi ahijado había llegado hace un rato, los sábados generalmente se queda conmigo, me ayuda y reafirma sus ganas de ser veterinario en un futuro!!!

         Terminando, fui al laboratorio a inspeccionar los microscopios, ayer los habíamos mandado a reparar, y ahí se veían, nuevamente lustrosos, lejos ya el sarro carcomedor de las sales, funcionando limpiamente y nítidos!!! Valió la pena el gasto!!!

         Di otra recorrida por las aulas, conversé con algunos docentes, y nos fuimos luego con el equipo de difusión para la radio, donde hicimos el programa al mediodía, como todos los sábados!!!

         De la radio, salteamos el almuerzo, recogimos materiales, equipo y tres estudiantes, y nos fuimos a una finca en Carazo, donde estamos estudiando un caso de una enfermedad “nueva” en el país, la epididimitis ovina, claro resultado de falta de diagnóstico…

         Íbamos a la finca por la carretera sur, cuando llegando a El Crucero, una explosión violenta en la camioneta, agua hirviendo que nos quema rostros, manos y cuerpos, y un vapor denso que nos llena la cabina impidiéndonos ver nada!!!!

         Levantamos el espolón, revisamos, y algo se había roto en el circuito del radiador, lamentablemente, me dan un par de huesos y un churrasco y te armo cualquier mamífero, pero de mecánica no entiendo nada… así que medio en neutro, medio en marcha, nos fuimos a la finca lentamente, y mientras trabajábamos, dejamos que enfriara el motor antes de darle otra chequeada…

         Le sacamos semen a trece carneros, encontrando con las pruebas de campo cuatro sospechosos que procedimos a aislar, le dejamos indicaciones al productor, llenamos el tanque del radiador que estaba seco, y en medio de  una neblina interna nos fuimos a Managua, con la temperatura siempre en alza, viajando en neutro desde El Crucero hasta la rotonda de la UNAN, llegando completitos!!!

         Ya la universidad había cerrado, por lo que me fui para la casa, procurando descansar, pero se me adelantaron, y llegó casi enseguida la perrita de la medianoche para revisarla, otro alumno con sus perros para que los viera, y una amiga que como trabaja todos los días hasta tarde me había pedido que le castrara el gato un sábado de tardecita!!!!

         A las ocho ya estábamos nuevamente solos con mi ahijado, al que le pedí disculpas, le encargué la casa, y me fui a acostar desmayándome en la cama!!! Muchas emociones para un día!!!

         Mañana es domingo y pretendo no hacer nada!!! Absolutamente nada!!! Hasta mañana!!!

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