ALI BABA Y LOS CUARENTA LADRONES
Escribe: Ernesto Martínez Battaglino
A consecuencias de los acontecimientos que se están sucediendo en torno a las presuntas peligrosas actitudes que pueda tener Irak y fundamentalmente su actual hombre fuerte, Saddam Hussein, el articulista Miguel Albornoz efectúa un pantallazo histórico de esa rica y mágica región, digna de ser recordada, a la que a nosotros, los chiquilines de hace 50 años o más, nos tenían embelesados con sus historias de aventuras, plagadas de coraje y exotismo, que la propia región y su misterioso entorno alimentaban, lleno de costumbres tan distintas a las occidentales y cristianas que en su ambiente nos habíamos criado, lo que nos hacía devorar aquellos libros y luego disfrutar de las matinée en que exhibían El Ladrón de Bagdad y todas las aventuras de acción y de romanticismo que nos mostraban en Las Mil y Una Noches, donde nos hacían soñar con ser el muchachito aquel que audazmente rescataba a la bella doncella.
Albornoz expresa: La tensión y el curso de eventos internacionales han puesto de actualidad a este país del Medio Oriente que, con una de las más añejas historias del mundo, fuera cuna de viejas civilizaciones como la babilónica y la asiria, la tierra donde se han sucedido las pugnas entre pueblos de Oriente y Occidente, no solamente reflejados en la Biblia y El Corán, sino también en "Las Mil y Una Noches" que narra a cada paso episodios en Bagdad o Bassora, la tierra de los legendarios ríos Tigris y Eúfrates, que limitan la conocida Mesopotamia, la de los libros sagrados, la de los jardines colgantes de Babilonia, la de Nínive, agitada capital de Asiria y la antigua Ur de Caldea, donde naciera el patriarca Abraham. No faltaron quienes afirmaban que en la Mesopotamia estuvo el ParaísoTerrenal.
Ampliando lo expuesto, Miguel Albornoz agrega: Los dos grandes ríos nacen en las montañas de Armenia y, al reunirse, forman Caldea. Yendo paralelos forman entrerríos o mesopotamia que una vez fuera una de las regiones más fértiles del mundo, que rendía hasta 300 granos por uno de trigo y que durante 30 siglos nutrió a una de las más pobladas zonas de la tierra. Decían los sacerdotes caldeos que habían tenido reyes por 30.000 años. En todo caso se han encontrado decenas de ciudades enterradas bajo el río Eufrates en tierras habitadas más tarde por los kurdos. Todo en la región era mágico y milagroso. Semiramis, abandonada en un desierto, fue criada por palomas (que en lengua siria se dice semiramis) y llegó a ser reina y a construir Babilonia esforzándose porque fuera mejor que Nínive. La rodeó de una muralla sobre la cual podían correr seis carros en 66 km. de circuito. Siguieron después Sargon, protegido de la diosa Istar, que conquistó Caldea hasta el Mediterráneo, e hizo inscribir en tablillas de barro cuanto se sabía de astronomía, de magia y de gramática. Más tarde Hammurabi unificó Caldea.
Y ya en nuestros días, concluye: En el siglo XX, tanto Inglaterra como Turquía se disputaban los cuantiosos recursos petroleros de Irak que estaban hasta cerca de Bagdad. Es además el mayor exportador de dátiles del mundo por el gran puerto de Basora, en el golfo Pérsico. En la Primera Guerra Mundial tomaron el país los ingleses que obtuvieron el mandato de la Sociedad de Naciones y luego se eligió como rey al emir Faisal que gobernaba junto con un Alto Comisionado Británico. Así se extiende el Irak entre Irán y Siria, con Turquía al norte y Arabia Saudita al sur, para continuar siendo el foco de la atención mundial como lo fue hace poco cuando trató de adueñarse de Kuwait y ocasionó la guerra del Golfo para tener que desocupar el invadido pequeño país soberano, miembro de la ONU. Hoy es nuevamente centro de la atención internacional en cuanto a su discrepancia sobre armamentos nucleares, biológicos y químicos que, según el derecho internacional, tienen que ser objeto de inspección y reglamentación mundial en el marco jurídico de las Organizaciones de la Paz para la mejor convivencia humana.
Ahora, ha aparecido un contendor más en la disputa de esas riquezas y mucho más poderoso de lo que pudieron haber sido todas aquellas naciones juntas en pasados tiempos: Estados Unidos de Norte América.
La convicción que tiene esa gran nación, que ella debe de erigirse como por mandato divino en el Sheriff del Mundo y con potestades infinitas, al punto que hasta niega la derecha a las Naciones Unidas para que resuelva en la mejor y legal forma un conflicto con muchos más entretelones que el simple miedo que pueda tenérsele a Irak como presunto poseedor de material bélico de gran alcance destructor, con irresponsabilidad en su manejo, y capaz de cometer con ellos los crímenes más horrendos en el lugar y en el momento menos pensado, asusta más que lo que pueda hacer un paranoico gobernante como lo es Saddam Hussein, con todas esas posibles perspectivas que se le endilgan.
Al haber tantos cuantiosos intereses en juego, donde el petróleo es la niña bonita en disputa, ya hasta se ha hecho público por las agencias noticiosas internacionales occidentales, que lo que esconde estas extrañas ansias de iniciar una guerra desgastante y que llenaría de muerte los campos de batalla, lo que realmente está en disputa es la primacía de algunos países sobre la producción y comercialización del petróleo.
Por algo la Agencia Europa Press y fechado el 12 de febrero de los corrientes en Madrid, expresa que las principales petroleras estadounidenses y británicas creen que una intervención militar en Irak es la única vía para acceder a las reservas petrolíferas de este país y para no perder su presencia dominante en el sector frente a sus competidores franceses, rusos y chinos, que ya se han asegurado importantes contratos de producción en la zona. Así lo constata un informe del Foro de Política Global, instituto de Naciones Unidas, al que tuvo acceso Europa Press, que revela la preocupación patente entre los gigantes mundiales de la industria, las estadounidenses Exxon Mobil y Chevron Texaco, y la británica BP y la holandesa Royal Dutch Shell, por la posibilidad de perder el liderazgo mundial al no haber firmado ningún contrato de explotación en Irak.
¿No habrá reaparecido la Banda de Alí Baba y los 40 ladrones?