VOTO CONSULAR - JUSTO O INJUSTO
OPINIONES DE NO RESIDENTES Y DE RESIDENTES
Escribe: Ernesto Martínez Battaglino
A consecuencias de un replanteo parlamentario efectuado últimamente por el Encuentro Progresista-Frente Amplio, puso nuevamente en el tapete la conveniencia o la no conveniencia, la justicia o la injusticia, de un ya viejo proyecto reactivado hoy de dos oportunidades anteriores fracasadas, de dictar una ley que permita votar a los uruguayos residentes en otros países, para los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República y para los legislativos de las Cámaras de Senadores y de Diputados.
En virtud que hay quienes están a favor tanto como otros en contra de tal modificación en nuestra Ley Electoral, abrimos en este número una constructiva discusión de la misma, más, porque esta publicación llega a miles de uruguayos que se encuentran radicados en distintos países, y muchos ya por decenas de años, razón que lo hace un medio más que propicio para conocer los pareceres de quienes serían los directos contemplados por tal Ley, así como en que forma lo tomarían los residentes permanentes de nuestro país.
Hoy, iniciamos con algunos que consideran que es una ley inconveniente, por las razones que expondrán. Para ello, iniciaremos transcribiendo algunas manifestaciones de uruguayos que hace entre 20, 30 y más años que se encuentran residiendo en el exterior.
Quien manifiesta lo expresado seguidamente, Carlos Caggiani, es un ingeniero de 62 años, con gran trayectoria en U.S.A., hoy jubilado y con su familia, hijos y nietos, radicados y trabajando allí.
Creo, que lo de la votación, depende de que clase de contacto tengas con el país que dejaste, si lees los diarios, si tienes familiares allí, si visitas al país seguido... en fin, que relacionado estás con las cosas que pasan dentro del país y sobretodo si piensas regresar.
En mi caso, por ejemplo, ya no tengo actualizado ninguno de mis papeles uruguayos, y además, no me sentiría confortable en votar, puesto que aunque me mantengo bastante informado, no vivo allí ni pienso regresar a vivir en Uruguay.
Creo que los que habitan el país, son los que tienen que decidir por quien los gobierne...
Saludos
Carlos A. Caggiani
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Seguidamente veremos la opinión de otra uruguaya, Mirtha, residente en España, que así opina:
Pienso como Marita, desde mi humilde punto de vista los que vivimos fuera no tenemos derecho a elegir el gobierno de los que viven en Uruguay, yo de corazón votaría al Frente, pero no estoy allí para cargar con las consecuencias si me equivoco en la elección. Sería diferente si yo pensara volver en caso de que cambiara el gobierno, pero no es así, yo ya tengo la vida aquí, y lo máximo que espero es que cuando nos jubilemos vivamos parte del tiempo en Montevideo y parte en Barcelona. Pero está bien, que exista la posibilidad de votar, porque hay gente que está fuera de paso .
Mirtha
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A continuación veremos lo que expresa otra uruguaya, Residente en Roma, Contadora Pública Sra.Isabel Píngaro, y con más de 30 años en Italia, aunque con permanentes vínculos con Uruguay.
Mi pobre opinión relativo al voto en el extranjero, es bastante negativo.
Para considerarse ciudadano de un país hay que vivir la vida activa del país, cosa que generalmente no hacen los que están en el extranjero.
Hay uruguayos (como italianos o de cualquier país) que hace 30 o mas años que salieron, y nunca mas volvieron, por años y años antes de Internet, ni sabían quien era el Presidente, que no conocen ni siquiera los derechos y obligaciones del propio. Como hacen estas personas para saber que cosa necesita un..????
Como hacen estas personas para saber quienes son los políticos actuales??? Como hacen para votar seriamente estas personas que no conocen las leyes, que no conocen las necedades primarias de los que viven en Uruguay.
Es muy fácil irse y después opinar desde afuera.
Como escribió Jean Paúl, este problema se discutió muchísimo en otros lados por meses. Mi posición sigue siendo la misma del 2000 y del 2001.
Todos saben mi posición política, que seguramente es bastante incomoda, y a pesar de esto soy contraria al voto en el extranjero.
Saludos Isabel
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Ahora, es otra uruguaya residente en U.S.A. desde hace varias décadas, Marita, que en un intercambio de opiniones en un Foro vía Internet, sobre este polémico proyecto de ley, así se expresa:
Con que valor moral, podría yo votar en el exterior cuando nunca lo hice en Uruguay?
Mucho mas de la mitad de mi vida la he pasado fuera, no conozco a los candidatos, no vivo en suelo uruguayo. Como podría yo elegir a alguien?
Quizás el voto consular, sirva para los que viven en el país y en el momento de las elecciones se encuentren fuera de el, pero no para los que radicados en el exterior y no pensamos (pero quisiéramos) volver.
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Como podría yo elegirles un Presidente, Diputados, Senadores y...etc.etc. si no vivo ni participo en el diario vivir de los que están may? En mi manera de ver las cosas, eso es absolutamente imposible.
Un saludo Marita
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Visto lo expuesto por residentes en el exterior, ahora seré yo, residente permanente en el Uruguay y donde aquí seguiré, el que paso a explicar mis razones por no compartir la concreción de una ley como la que se proyecta.
Siguiendo lo de los ejemplos, yo mismo me copio, tomando lo remitido recientemente a un suscriptor de "Informe Uruguay", exponiéndole mis puntos de vista sobre este mismo asunto.
Con respecto a facilitar el voto de los uruguayos residentes en otros países, tengo la obligación moral de manifestar que discrepo con tal medida.
La experiencia de estar desde hace años conectado vía Internet con innumerable cantidad de uruguayos residentes fundamentalmente en Europa, Australia o Estados Unidos y donde los ejemplos precedentemente expuestos son más que elocuentes, me ha permitido comprobar que la gran mayoría de los que se han ido, ya hace años que se encuentran afincadas en sus nuevas patrias, con trabajo o ya jubilado, con familia e hijos nacidos y criados en aquellos medios, a los cuales, por decisión propia y por razones de haberse acostumbrado al medio y estar cómodos, económicamente bien y con la cercanía de hijos y nietos, estos han resuelto no volver nunca más a residir en Uruguay y venir solo de paseo, como un turista más, y siempre y cuando aún le queden parientes y amigos íntimos, que los motiven.
Por lo tanto, veo como impropio que alguien desafectado emocional y económicamente del Uruguay, aunque mantenga nostalgias por aquello de que todo lo pasado siempre se recuerda como mejor y con deseos de revivirlos con aquel gran amor a la patria lejana, en definitiva, pueda tener la oportunidad de influir en la construcción de un Gobierno que no va a ser el suyo, por lo que no se va a beneficiar si resulta bueno, pero lo peor, es que tampoco lo va a sufrir si resulta malo, pues él, luego de emitir el sufragio, solo como una forma de "hinchar" por el que vote, generalmente con la mentalidad dejada hace varias décadas y que hoy está lejos de ser lo mismo, tanto porque las cosas han cambiado y no se ha enterado o porque ha idealizado a alguien o a algún partido, sin saber si realmente hoy es una solución para los que quedamos en Uruguay, soportándolo.
Además, el Uruguay tiene una estructura muy especial, no comparable casi que con ningún otro país, dado su bajísima densidad poblacional que solo alcanza a 3 millones 300 mil habitantes, los que, habilitados para sufragar, alcanzará a la cantidad de alrededor a los 2 millones 500 mil. Por lo tanto, si tenemos en cuenta lo que algunos medios informan, que afuera hay alrededor de 1 millón de uruguayos, sin pensar que todos votaran, ni que los que lo hicieran votaran masivamente sólo por un partido, igualmente no escapará al buen criterio de nadie, que una factible masa de votantes de esa magnitud, bien puede volcar la decisión mayoritaria de los residentes, para un lado totalmente opuesto de lo que desean los que aquí viven.
La injusticia que se puede provocar es mucho más peligrosa que la sola satisfacción que podría obtener el no residente por haber contribuido a que ganara "su candidato", ya que solo quedará en eso, en una satisfacción personal, como quien alienta a un club deportivo, contento por el triunfo de sus colores, pero sabiendo que eso no le contribuirá en mejoras económicas, ni sociales, ni de seguridad, ya que luego de votar y salir a festejar, si es que realmente ganó, volverá a su actual patria adoptiva, a la que nunca pensó en dejar.
Esa es mi opinión al respecto, lo que no quiere decir que sea la opinión de los demás componentes del Semanario, y mucho menos la de "Informe Uruguay", que como tal, es imparcial.
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