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¿Cuán lejos estamos?
por Cr. Ricardo Puglia
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE es una organización de cooperación internacional integrada por 30 Estados considerados los más desarrollados del mundo. Su objetivo es coordinar políticas económicas y sociales entre sus integrantes.
Chile quiere ser parte la OCDE, el selecto "club de los países ricos"
Para que Chile se admitido en la OCDE deberá regular: 1 - la ley de responsabilidad de las personas jurídicas; 2 - la ley del intercambio de información bancaria (secreto bancario) y 3 - la regulación de gobiernos corporativos de empresas privadas.
Ello redunda que una vez admitido en la OCDE, Chile deberá cumplir con altos estándares en políticas públicas que al final afectarán a las personas para un mejor estándar de vida y bienestar general.
Chile sigue un plan muy riguroso para su ingreso, el cual viene cumpliendo y los diferentes expositores "se han lucido" en sus presentaciones . En junio, el turno le corresponde a quienes están a cargo del crédito a las exportaciones y en octubre, deberán rendir examen anticorrupción. Aprobadas estas instancias, el ingreso al "club" estaría casi resuelto.
El 3 de abril de 2009, Uruguay –a través del Ministro de Economía y Finanzas- le comunicó a la OCDE que se compromete a adoptar formalmente los estándares de transparencia e intercambio de información fiscal, tal como lo establece el artículo 26 de la versión 2005 del Modelo de Convenio de Impuestos de la OCDE. Se informó además que Uruguay estaría incorporando dichos estándares en los tratados sobre aspectos fiscales que se encuentran negociando en la actualidad y se manifestó el interés de Uruguay en ratificar uno o varios tratados durante el curso del año 2009.
Bienvenidas estas acciones que fueron inducidas por la oposición responsable al actual desprevenido gobierno que se encontraba en tierras asiáticas cuando el mundo al que quiere acceder Chile estaba en Londres. Desde la Presidencia, y pasando por muchos de sus Ministros, Senadores, Diputados, Directores, y demás integrantes del oficialismo, mayoritariamente se han definido proclives a seguir el modelo chileno en el discurso. De hecho, nada han hecho hasta ahora, pero obligados por los recientes acontecimientos del G20 han entendido que deben proceder a aceptar la globalización que poco o nada les gusta. Prefieren amigos poco recomendables como los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina ( Primero Vázquez y ahora Mujica & Co.)
Muchos de los integrantes del gobierno del FA continúan minimizando el impacto de la crisis mundial. Muy pocos empresarios creen en las proyecciones económicas del gobierno, según las cuales la economía crecerá un 2% y la mayoría de los economistas independientes calculan un crecimiento entre 0% y 0,5% para este año.
Si la crisis persiste, será más grave de lo que están diciendo los diferentes actores oficialistas. Brasil y otros países latinoamericanos están mejor preparados para enfrentar la crisis que Europa del Este y los países asiáticos, entre otras cosas porque han acumulado más reservas en divisas extranjeras. La frágil clase media está entrando en la pobreza, y los pobres están cayendo al estrato de pobreza extrema.
Estos signos pueden ahuyentar a los inversores, impedir el crecimiento económico, y debilitar la gobernabilidad democrática si no se toman a tiempo las decisiones y acciones correctivas con desprendimiento partidario y se alcance un gran consenso nacional que involucre a todos los actores a través Consejo Nacional de Economía y no se continúe con el autismo demostrado por la anterior y la actual conducción económica.
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