Desde 1993 y a instancias de la UNESCO, cada 3 de mayo se conmemora el “Día Mundial de la libertad de Prensa”, definido por aquella organización como un componente esencial del sistema democrático. Queremos en consecuencia hoy, a través de estas páginas, adherir al homenaje saludando a toda la prensa nacional, en todas sus manifestaciones y en todos sus actores.
No hay democracia sin libertad de expresión y sin libertad de prensa. Pero tampoco hay democracia sólida, consolidada y madura, si no existen buenos medios de difusión que no solamente deben tener muy buena capacidad de penetración, sino también buenos periodistas. Felizmente en el Uruguay contamos con todas esas condiciones; tenemos un país en el que es relativamente fácil estar informado, y bien informado, y en el que existe una diversidad de medios que contribuyen a lograr esa condición o virtud que sin dudas distingue a una democracia.
Quienes ejercemos la actividad política estamos en condiciones de dar testimonio de los valores que destacan a la libertad de prensa en nuestro país. Más aún, nuestra posibilidad de llegarle a la ciudadanía tiene en la prensa uno de los instrumentos más importantes y no hay un dirigente político en el Uruguay, cualquiera sea su pertenencia política, que pueda decir que le están vedados los accesos a la prensa, tanto como actor como receptor.
Tenemos desde luego nuestras diferencias con algunos medios y con algunos periodistas, como no podía ser de otra manera. Más de una vez hemos protestado por entender que no se nos trata bien, o porque en el acierto o n el error, hemos sentido una discriminación en contra de o a favor de otros. Pero siempre lo hemos hecho, y creemos que así lo han recibido, en el sano ejercicio de esa misma libertad a la que hoy estamos homenajeando.
Muchos tenemos además la condición de periodistas; condición que venimos ejerciendo hace muchos años, en distintos medios, y con mucho orgullo de poder escribir para ellos, como es este el caso.
A todos queremos reconocerles entonces su trabajo, haciendo un alto en el camino cada tres de mayo para valorar lo que tenemos. Que debemos superarlo cada día y fortalecerlo cada vez más, pero que no por eso vamos a dejar de reconocer. Mucho más en vísperas de una nueva instancia electoral, que es justamente una de las grandes oportunidades en las que disfrutamos a pleno, como actores, como protagonistas, como electores y como elegibles, de ésta inmensa libertad.
Libertad que no requiere en todos los casos de objetividad plena. No solamente porque cada uno le agrega su perfil, su sentir, sino porque en muchos casos como el nuestro, escribimos como integrantes de una colectividad política a la que, obviamente, defendemos y reafirmamos en cada presentación.
Por eso esperamos del Partido Nacional y de sus candidatos, los mejores resultados en la jornada del domingo que viene. Más aún, creemos que estamos en condiciones de gobernar en mayor cantidad de departamentos que los que estamos gobernando hoy. Nos consta que han puesto, que hemos puesto, el alma en la cancha una vez más. Ahora es el soberano quien tiene la palabra. Bendita sea su decisión.
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