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¿Volver al pasado o construir el futuro?
por Rodrigo Blás
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El Contador Astori en su periplo de fin de año que le ha traído momentos difíciles, donde el Frente le da la espalda, la economía nacional por él “construida “ se derrumba desde el despilfarro del gobierno organizado por el ex-ministro, y la proximidad de las fiestas tradicionales lo ponen en la obligación de ir a saludar a sus amigos más próximos como Bengoa alojado en incómodo lugar, ha decidido emprender un ataque al Partido Nacional seguramente convencido que debe mostrarse más iracundo y combativo para llegarle a los radicales de su partido que nunca lo quisieron y que el nunca quiso ni entendió, en lo que seguramente será el principio de un camino peligroso para el Contador de “abrazarse a una culebra “ para ganar, si fuera necesario siguiendo el consejo de su ex-amigo el Pepe.
Según el padre del IRPF, una victoria del Partido Nacional en las próximas elecciones Nacionales sería: “volver al pasado”. De más está decir que en eso de volver al pasado no nos encontramos necesariamente atacados ya que en ese pasado al que el país volvería, no existiría IRPF, el gas oil sería más barato, los puentes internacionales estarían abiertos, los robos, las rapiñas y los asesinato serían menos, la autoridad tendría autoridad y autorización para actuar dentro de la Ley, se construirían 57.000 viviendas por período de gobierno y no 4000, el azúcar saldría lo que cuesta la bolsa y no los 80 millones de dólares anuales que cuesta la caña progresista plantada en el norte, Pluna no tendría aviones propiedad de otro pero garantizados por nosotros, y él sería Senador pidiendo gastos superfluos y no ministro haciéndolos, entre otras cosas que nos entusiasman de un pasado al que no hay que volver pero si tener como referencia en muchas, muchísimas cosas.
Sin duda el Contador no ha podido escuchar el mensaje del Partido Nacional, que lejos de ser una apuesta nostálgica al pasado es una invitación al futuro, un futuro más ancho y más próspero sustentado en el desarrollo y en el crecimiento desde las personas, una propuesta humanista donde el hombre sea el centro y no el rehén y donde su progreso y crecimiento sea el motivo de la acción del gobierno, un País que empuje a su gente para adelante, potenciándola en sus valores personales y sociales, un país de unión y no este Uruguay que social y económicamente aplasta al hombre aislándolo, castigando su progreso y colocando su derecho a ser más, por debajo del derecho del Estado a marcar los destinos de los individuos.
Ese es el futuro que queremos construir Sr. Contador; el Partido Nacional crece no sólo por sus errores y los de su gobierno, sino principalmente por su propuesta de futuro y por el país que sueña, en un sueño que se transforma cada vez más en colectivo.
No estamos peleando por el Uruguay que teníamos que vaya que lo extrañamos, sino por el Uruguay que queremos. No convocamos al pasado, invitamos al futuro, un futuro mejor, mucho mejor que este presente. Un Uruguay de inclusiones, de autoridades, de seguridades y de roles definidos para todos los que en él participarán. Y eso significa cada cuál en su lugar, el gobierno al gobierno, el partido a los asuntos partidarios, la autoridad a mandar, los sindicatos a los asuntos sindicales, los de la salud a curar, los ministros a gobernar, los maestros a enseñar y los gurises a estudiar entre otros cosas que este gobierno no ha podido ordenar y que hacen no al pasado sino al único futuro posible y querible para nuestra tierra.
En ese Uruguay habrá lugar para el senador Astori y para todos, por que el futuro del Uruguay que el Partido Nacional quiere, a diferencia de este de hoy, lo pensamos construir con los que piensan igual que nosotros por supuesto; pero también, con los que piensan diferente, que para gobiernos excluyentes bastó con este.
Seguramente cuando empecemos a construir ese futuro, el Senador Astori será otra vez Senador y no encontrará, en ese futuro Uruguay ningún blanco que lo trate de chanta ni de pituco, por que el respeto hacia el que piensa diferente será parte fundamental del Uruguay que queremos y que vamos a tener.
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