Indiferencia Triunfante
FARC, Chávez y la violencia
por Eduardo García Gaspar
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Los datos son conocidos. En marzo el ejército de Colombia atacó un puesto de las FARC en Ecuador. El hecho causó conmoción, pero sobre todo, produjo una captura jugosa: archivos en computadoras propiedad de la guerrilla.
Esa guerrilla, se confirmó, tiene ligas en muchas partes del mundo y que le sirven como proveedores de productos que son esenciales, armas modernas y potentes. Hay involucrados de China, Australia, Rusia y muchas partes de América Latina. Esos socios amplios pueden tener intereses ideológicos en común, pero también son parte del crimen globalizado.
Las armas son de todo tipo, ametralladoras, cohetes, rifles para franco tiradores, lanzadores de granadas. Entonces, el problema de las FARC no parece ser uno de armas, sino uno que tiene dos facetas. La primera es la de hacerse de fondos para seguir existiendo. La segunda es una muy moderna, una de relaciones públicas.
El problema de dinero ha tenido una solución que sale de la situación actual del petróleo. Sus precios causan un gran ingreso en un compañero dispuesto a todo: Hugo Chávez, quien incluso ha propuesto a las FARC cuotas de petróleo para su venta. La idea central es mantener a los guerrilleros, los que han sufrido deserciones y derrotas recientes.
La segunda faceta es la de las percepciones mundiales, un problema de relaciones públicas como cualquier otro. Se trata de tener lo que suele llamarse “buena prensa”, es decir, reportajes en los que se tienen imágenes positivas de las FARC. La campaña de relaciones públicas tiene dos flancos. Uno es hacer ver mal a Uribe, el presidente de Colombia y a su país.
El otro es hacer ver bien a las FARC desligándolas de la violencia y asociándolas con ideas humanitarias, como la liberación de prisioneros y la legitimidad de su lucha. Chávez ilustró bien esto al pedir que las FARC sean consideradas como fuerzas beligerantes y no terroristas.
En medio de todo esto existe tibieza en los gobernantes de AL quienes parecen no querer entender lo que sucede. Quieren llevar la fiesta en paz y tienen una amplia tolerancia, si no buena simpatía, hacia las FARC y Chávez. En fin, la situación es más o menos una repetición de situaciones que explican pobreza y retraso.
Quienes simpatizan con la violencia y el terrorismo estarán sin condiciones a favor de Chávez y las FARC y les tolerarán todo sin excepción. Nada nuevo y no tienen remedio. Pero lo importante en realidad es la ambivalencia de tantos al respecto, a la que encuentro inexplicable. Entiendo que un socialista que odia al capitalismo, a Europa y a EUU, se declare a favor de Chávez. Comprendo que otros tengan la posición opuesta y condenen la violencia, el terrorismo, la intervención de un país en otro.
Pero lo que no comprendo es la posición que permanece sin opiniones. El caso lo muestra muy bien una persona que me dijo que había que dejar que “ambas fuerzas” funcionaran, que ambas eran legítimas y legales y que además, había indicios recientes de Chávez volviéndose más moderado.
Eso es lo que no comprendo. Esa persona me escuchará criticando a las FARC y a Chávez y me dirá que está bien. Y escuchará a quien simpatiza con Chávez y las FARC y les dirá lo mismo. Para ella nada vale la pena. Es el clímax y el mejor alumno de la canción de J. Lennon, la de Imagine, en la que canta loas a quien cree que nada es digno de defender.
Si alguien cree que no hay nada por lo que debe lucharse, cae en una contradicción intelectual pues está defendiendo la posición de que nada debe ser defendido. Quizá sea una enfermedad de nuestros tiempos que hace que la gente tenga la creencia de que no existen creencias, de que el mejor valor es el de no tener valores, que la mejor opinión es la de no tener opiniones.
En el caso de Chávez, las FARC, su violencia y terrorismo, creo que existen evidencias suficientes para justificar una condena abierta y clara. Su recientes muestras de moderación deben ser vistas a la luz de sus acciones anteriores, como una acción de relaciones públicas, no como una señal de un cambio de sus ideas.
Gentileza: Contrapeso.Info |
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