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Año V Nro. 363 - Uruguay, 13 de noviembre del 2009
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Era el año 1929 el final de una década llena de acontecimientos dinámicos y novedosos. Uruguay de apenas dos millones de habitantes transitaba por los años veinte, con evidente y reconocido desarrollo de su democracia política. A ello sumaba, además, orgullosamente, los alcances de una selecta intelectualidad, tal vez nunca mejor expresada que en la consagración de Juana de América título honorífico que le fuera concedido a su máxima poetisa. Y había incorporado recientemente las reiteradas eclosiones de euforia popular provocadas desde el ámbito futbolístico por los triunfos olímpicos de Colombes en 1924 y Amsterdam en 1928. Batlle, que había sido dos veces presidente del Uruguay, renovador de un Partido Tradicional, el Partido Colorado, y su líder máximo, se había internado el 18 de setiembre de 1929 en el Hospital Italiano. Desde hacía más de veinte años era, figura rectora del país. Personalidades de la política internacional como Jean Jaurès, Alfredo Palacios y un joven Haya de la Torre, lo habían conocido y elogiado. Afectado de una enfermedad prostática muy molesta aunque no grave había decidido operarse, por consejo del Dr. Luis A. Surraco, destacado urólogo entonces y de larga e importante actuación posterior en su profesión. . El 20 de setiembre se le realizó la primera parte de la operación, que entonces se hacía en dos veces, y había reaccionado favorablemente. Permanecería internado para estar cerca del equipo médico y facilitar los controles. Le visitaban sus familiares. Si bien había enviudado en 1926, le frecuentaban sus hijos Cesar y Rafael, su sobrino Luis, joven diputado entonces, su gran amigo Domingo Arena y seguramente algunos amigos políticos muy allegados. En todo ese tiempo estuvo al tanto de la actualidad política y de los editoriales de El Día. En medio de una impersonal habitación hospitalaria igual tendría tiempo para repasar su pasado político. Aunque su carácter era naturalmente predispuesto a pensar el futuro, no podría dejar de ver lo que se había realizado en lo político y en lo social en 50 años de luchas. En ese medio siglo de vida política Batlle fue testigo y protagonista de los hechos que conformarían el Uruguay moderno. Para expresarlo en términos gráficos si un uruguayo en 1878 o 1880 tuviere alrededor de veinte años como él, habría visto una tremenda y deprimente realidad. . Gobiernos militares, estancieros caudillescos, una población rural paupérrima y analfabeta. Ausencia de capitales nacionales, una economía primitiva, sólo basada en la ganadería extensiva y sus derivados, recién mejorada con el alambrado y otros aportes modernizadores sobre fines del siglo XIX. La ciudad puerto desligada de la realidad del país, donde habitaba un patriciado criollo tan sólo pendiente de las modas del mundo europeo y sin conciencia nacional.... Pero 50 años después, en 1929 vería un país moderno y pujante, tal vez el mejor de Latinoamérica. ¿Evocaría Batlle sus inicios, su trayectoria de periodista de oposición por lo que después de escribir en varios medios, fundó el diario El Día para combatir al militarismo? O bien ¿recordaría cuando junto a la juventud liberal de Montevideo, enfrento en la batalla de Quebracho al ejército del dictador Gral. Máximo Santos? Después de ese año el país tomó un rumbo de paz, la Democracia se afirmó y hubo grandes realizaciones sociales. Luego, abolió la pena de muerte. Enseguida presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley del divorcio que conmocionó a la sociedad de la época. Después envió a la Asamblea General el proyecto de ley de 8 horas de jornada laboral y un día de descanso. En la Conferencia de la Haya en 1907, Batlle presentó el proyecto de arbitraje obligatorio para asegurar la paz internacional, sin mayor receptividad en ese momento. Pero luego, lo destacaría el internacionalista argentino Dr. Mariano Drago en 1919 en La Nación :
Y el Presidente Woodrow Wilson diría más escuetamente “reconozco plenamente el liderato que ha demostrado el Uruguay en todas las reformas liberales y en la cooperación internacional para la paz.” en carta enviada el diplomático uruguayo Juan Antonio Buero (2). Es en esta estadía en Europa con su familia, que Batlle concibió “el país modelo”, según escribe a Arena en 1908.
Reformismo batllista Fue en su segunda presidencia que acentúo su perfil reformista. En 1911 había creado la Administración de la Usina Eléctrica de Montevideo. A éste le siguieron el Banco de Seguros, el Banco Hipotecario, la Administración del Puerto de Montevideo. Luego se llamarían entes autónomos al incorporarse a la nueva Constitución. Tenían autonomía técnica frente al Ejecutivo y su finalidad era producir beneficios sociales. Independizando estos servicios de las empresas particulares que sólo perseguían ganancias. En Educación, creó la Universidad de Mujeres, los Liceos en el interior, la Escuela de Agronomía. De 1913 son sus famosos Apuntes en El Día donde planteó su ideal colegialista. No quería un Sr. Presidente omnímodo. Por ello concibió el Colegiado. La idea podía parecer exótica pero él supo nacionalizarla y racionalizarla rápidamente. A pesar de la derrota colegialista en el plebiscito de 1916 era tan grande el impulso reformista que si bien de momento, fue posible introducir el colegiado parcialmente, como parte del Poder Ejecutivo. Podía considerarse un avance y él sabía ser paciente. La frase “Uruguay la Suiza de América “ se consagra durante la segunda constitución del país en 1919. También se establecía una vieja aspiración del pensamiento liberal uruguayo: la separación de la Iglesia del Estado. El primer presidente de la nueva constitución fue su discípulo Baltasar Brum . El más joven de los presidentes que tuvo el país. A comienzos de esta próspera década del Veinte el país tenía un sistema democrático consolidado política e institucionalmente, un sistema educativo fecundo e inserción internacional respetable. La OIT decía por entonces que el Uruguay tenía la mejor Legislación de Latinoamérica. Una clase media extendida accedía a la tecnología moderna de la ciudad, al uso de los automóviles con el consiguiente pavimentado de calles, a la difusión de los teléfonos, el cine, el deporte..... Pero la oposición política atacaba a Batlle, a veces brutalmente. Con casi sesenta y cinco años de edad debió defender su honor republicano en un duelo caballeresco contra un joven político treinta años menor. Las armas o el destino le dieron razón. El adversario murió en el lance. Siguió por años siendo la figura rectora del Uruguay. Él aspiraba a defender el “templo laico” que había construido y aún mejorarlo.
Pero, consciente de esa misma adhesión que despertaba entre los humildes, enseñaba: “la lucha de clases, la guerra de clases que se pregona es un plan monstruoso que nunca dará buen resultado....” porque .... “en todas las clases sociales hay hombres buenos y justos ....”5) Concepto que resume una diferencia básica con el socialismo marxista. Ahora, en octubre de 1929 en la habitación del Hospital Italiano, ya ha mantenido charlas con Arena sobre sus proyectos.(6). Un período más y se consolidará el Colegiado y toda la legislación social de avanzada. Para él una cosa es garantía de la otra. Una presidencia “debilitada” nunca podrá contra las leyes. Tal vez volvería al Parlamento a impulsar el programa Legislativo del Partido. Pero ¿qué actitud debería adoptar frente a las posibles agresividades de sus adversarios? Porque no iba a permitir que los jóvenes de su partido le protegieran... Para las elecciones de 1930 ya había elaborado una estrategia. Todos los sectores del Partido Colorado debían votar juntos pero ¿cómo lograrlo?.La política de acercamientos acuerdistas, los acuerdos con los sectores minoritarios colorados parecía agotarse con la década del veinte. Había sido dificultoso conciliar ideologías disímiles. Bien, el plan futuro sería “el dos por uno”. Es decir, ofrecería a esos sectores que, si juntos obtenían el cincuenta por ciento más uno de los votos, el batllismo renunciaría a sus cargos. Creía que no podrían negarse a tal oferta. Se mantenía entusiasta colegialista, partidario del Colegiado integral. Pero su realismo político le hacía ver que el país se había adaptado razonablemente bien al Ejecutivo bicéfalo y que el Consejo Nacional de Administración había funcionado aceptablemente. Podía entonces mantenerse la dualidad del poder ejecutivo, aunque las funciones del Presidente podrían ser sustituidas por otro Consejo... Idea ésta que no tendría oportunidad de madurarse ni de darse a conocer públicamente. Ya planea irse del Hospital. La primera parte de la operación salió bien, él se siente mejor. Pero no es conveniente que vuelva a su casa en Piedras Blancas, muy alejada. Ya le alquilaron un departamento en el Parque Hotel para su convalecencia, frente a la playa Ramírez que dentro de poco menos de un mes ya estará repleta de gente, de acuerdo a la moda de las playas, tan repletas como las canchas del football estimulado por recientes lauros mundiales. Como también las salas de cine...... Sorpresivamente la debacle. - Recuésteme un poco que estoy algo mareado-(7) le dice a su servidor. Éste se alarma y sale de la habitación en busca de los médicos. Casi enseguida intentaron reanimarlo. No fue posible. El corazón había dejado de latir. Era el 20 de octubre de 1929, poco después del mediodía. A los setenta y tres años había muerto (8). “En plena juventud de ideas” como alguien dijera.... En la tarde la noticia comenzó a difundirse. La incredulidad dejó paso a la congoja y en muchos al llanto desconsolado. Sus restos fueron velados en el hall de la imprenta de El Día hasta que el cuerpo es llevado al Salón de los Pasos Perdidos en el Palacio Legislativo, el mismo donde dos meses antes se consagrara a Juana de América. Luego es llevado al Cementerio. El velorio duró tres noches y dos días. Más de doscientas mil personas desfilaron para rendirle honores. Nunca se había visto parecido homenaje. Hubo repercusiones internacionales. En Buenos Aires el filósofo José Ingenieros lo califica como "el gran ciudadano de América, que alcanzó las mayores conquistas sociales y democráticas del continente". El líder del poderoso Partido Socialista bonaerense Alfredo Palacios lo considero “ el primer estadista de Sudamérica”. En Brasil, al día siguiente, suspendió su actividad la cámara de Diputados, en homenaje “al gran uruguayo”, señala el politólogo argentino Miguel Pujol.(9) El país ha quedado conmocionado. Pero la vitalidad de la sociedad se mantiene intacta. Se continúan realizando grandes proyectos ya previstos Se está construyendo un moderno y majestuosos estadio para el primer mundial de fútbol símbolo del la modernidad deportiva, en el Parque de los Aliados que ahora pasará a denominarse Parque Batlle. El inicio de los trabajos de esta obra fue motivo de atracción popular, lo mismo que en otros ámbitos “el renovado protagonismo de Miguel Arcángel Roscigna -cabeza visible de los anarquistas expropiadores, o bien la primera película parlante y sonora que fuera exhibida en nuestros medio: La melodía de Broadway.11) Dentro de la avalancha de películas norteamericanas que se exhibían en nuestros cines, se estrena la primera película uruguaya de gran éxito “El pequeño héroe del Arroyo de Oro”. Llega Le Corbusier a Montevideo y es recibido por la plana mayor de la Facultad de Arquitectura. Larre Borges va a realizar su vuelo transatlántico que no pudo culminar dos años antes. En Estados Unidos comienzan a sentirse los terribles efectos del quiebre de la Bolsa de New York...la depresión y la angustia consiguiente. Luego la caída de la libra, la crisis del Imperio Británico, que en poco menos de un año repercutirán en nuestra economía. El mundo estaba cambiando. También la política uruguaya. En las elecciones de1930 el Batllismo se va a presentar dividido por primera vez. El sector agrupado en torno a El Día postuló al colorado independiente Dr. Federico Fleurquin. El otro sector postulaba al Dr. Gabriel Terra que resultó ganancioso y por tanto fue electo Presidente. Terra estaba enemistado personalmente con Batlle por lo que por ese y otros motivos no hubiera sido posible su candidatura, de haber vivido aquel. Pero se le presentó la oportunidad. Hechos posteriores como el golpe de estado de 1933 provocarían graves enfrentamientos, el más dramático de los cuales fue el suicidio del ex-presidente Baltasar Brum.(10). Pero evidentemente que uno de los motivos de la autoestima del pueblo uruguayo, que era el sistema democrático del período 1904-1933 quedaba concluido. Habiendo reseñado, si bien someramente, la influencia de tan rotunda personalidad que evidentemente marcara un antes y un después en el Uruguay, sabemos que muchas veces se corre el riesgo de perder el rigor de la historia para ingresar al mito. Pero por el contrario, creemos advertir en la actualidad -dado que la historia se escribe desde el presente- que asistimos al descaecimiento de una y otra cosa. Pero hoy en dìa (2009) parecería estuviéramos en una nueva etapa, en que simplemente se omite o se soslaya el conocimiento de la figura y su obra. Sin embargo el análisis de las causas que creemos han propiciado esta situación debería ser tema de otro estudio específico. © Lic. Daniel V. Loustaunau para Informe Uruguay
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