|
|
|||||||
|
Año V Nro. 363 - Uruguay, 13 de noviembre del 2009
|
|
De todos los temas huyen. Si no hay escape, hay insulto, pero no se escucha nada positivo. ¿Qué le agrega al país la fórmula frenteamplista que no sea negativo? La campaña previa al 25 de octubre fue pobre, no se quiso debatir, y la palabra y el adjetivo sustituyeron al concepto. Iniciamos esta etapa con la convicción, creo que generalizada, que se debía centrar en los temas que interesan hacia adelante, los que preocupan hoy y son responsabilidad de quienes asumirán en marzo. Fue un pedido a gritos de los uruguayos. La campaña empezó el sábado pasado y desde allí la fórmula Mujica-Astori ha recorrido un camino de soberbia y agravio. Están pasados de rosca pero además de falta de humildad y respeto. La "lucha" que anticipó Mujica la noche de las caras largas, cuando pensaban que se llevaban el mundo por delante y terminaron justificando que estaban contentos aunque parecían en un velorio, la han emprendido en todos sus términos. Primero con la acusación hacia el Partido Nacional sobre que "escondía golpistas", justo él. Como te digo una cosa y luego la otra, a las horas tuvo que salir a autodesmentirse y hablar del golpe de Terra, bien contemporáneo por cierto. No sólo no tiene autoridad, sino además recula rápido. Después en un rapto de soberbia sin igual se autoerigió como el administrador de los símbolos patrios, dictando cátedra sobre quienes los pueden usar y quienes no, y en eso fue bien complementado por su compañero de fórmula que agregó, acá la soberbia no es novedad, que ellos son los únicos que tienen "autoridad moral" para usarlos. Si algo quedaba para demostrar que no están capacitados para representar al Uruguay, es esto. Los únicos uruguayos para ellos son los que los votan, el resto, más de la mitad del país no calificamos como orientales. Es el mismo razonamiento que Mujica tuvo en la década del 60 que lo llevó a tomar las armas. Los uruguayos que elegían al gobierno votando no tenían razón, la verdad estaba del lado de un pequeño grupo de iluminados que armas en mano se proclamaban salvadores. Estos redentores fueron los que trajeron a los otros después, los mismos golpistas pero con uniformes diferentes. Así están dadas las cosas. Y no ingresamos en el plano de la intolerancia y la discriminación que ejercieron esta semana, ironizando y burlándose de aquellos uruguayos que profesan creencias religiosas. Cometieron, los dos, un acto de discriminación repugnante, que como todos, se sabe por dónde comienza pero nunca se sabe, luego que se inicia ese camino, por dónde sigue. Los amigos ideológicos de esta fórmula, sus compañeros de sublema internacional, los Chávez y el gobierno iraní, entre otros, las llevan adelante en sus países. El vestido de progresismo muchas veces camufla la negación del pensamiento plural. La patente de izquierda puede llevar a que se ingrese en una ruta donde todo se perdona porque viene del lado de los "buenos". Por eso lo que está en juego el próximo 29 de noviembre no son sólo programas e ideas, es la posibilidad de convivencia y aceptación del otro. Wilson Ferreira decía que por la libertad se debía luchar todos los días, y sobre todo por la libertad de aquellos que, si estuvieran en nuestro lugar, negarían nuestra propia libertad. Cuando Wilson dijo esto seguramente no estaba pensando en Mujica, pero éste sabe, aunque nunca lo diga, que su libertad siempre va a estar defendida por nosotros. La nuestra, por él, seguro que no. © Javier García para Informe Uruguay
|