Compartimos la nota que nos enviara nuestro camarada y amigo el SOM (R) Nelson Acosta radicado en Miami-EEUU, comentando un video publicado en YouTube, en el que se le falta el respeto a unos Policías de Tránsito por parte de unos jóvenes mal educados.
Como expresa el camarada, en un país de verdad, las cosas son muy diferentes:
Estimados amigos, estas situaciones evidencian una vez más el deterioro de la imagen de nuestra Policía, donde no sólo los jóvenes como en este caso abusan de la total falta de apoyo en la que los guardianes del orden deben actuar.
Es una regla general, que tanto la delincuencia, como las personas irrespetuosas de la ley y el orden abusen de esa tendencia al "libertinaje" que consideran su derecho a la libertad.
Todo policía sabe que debe bajar la cabeza y mantenerse al límite de su resistencia moral para evitar terminar enfrentando represalias. Estas cosas pasan cuando se flecha la cancha y solo se legisla en un sentido.
En Uruguay, parece que venimos de 300 años de esclavitud o de sufrir un holocausto y que todos los habitantes deben ser considerados víctimas, aunque sean delincuentes.
Pasa en un país donde la Policía debe pagar con sumisión por los errores o abusos cometidos en el pasado por una dictadura militar, donde coincidentemente, la Policía también estuvo sometida a la misma.
Una vez más y no quiero ser "canzón" pero debo poner como ejemplo la jerarquía de la Policía en EEUU.
Aquí la tolerancia es "cero" y no solo con el alcohol, sino con el respeto y el comportamiento que debe tener un ciudadano cuando se encuentra en presencia de un representante de la Ley.
Los Policías están sometidos a un riguroso protocolo de actuación, pero los habitantes deben respetar a rajatabla al policía o atenerse a las consecuencias, que no solo son enfrentarse a un Juez, sino que afectan duramente al bolsillo, porque se terminan pagando sumas astronómicas por cualquier omisión.
El caso es, que en cualquier país de primer mundo, la legislación se basa en los principios de Derechos y Obligaciones, y ambos están balanceados.
En Uruguay, parece que cualquier actitud que provenga de la Policía es "represión" y cualquier actitud de desobediencia que provenga de los ciudadanos es un Derecho.
De esa manera jamás se logrará mantener el orden, porque eso no hace más que desestimular a quien tiene la obligación de hacer cumplir la Ley.
En algún momento habrá que terminar con esa situación de represión encubierta que se tiene sobre la Institución Policial y entender, que quien termina pagando los platos rotos no solo son los policías, sino que toda la población, que con toda razón se queja por lo que considera una falta de eficiencia.
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