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¿Unidad, unanimidad?, por favor...
por Elizabeth Rodríguez
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UNIDAD, UNANIMIDAD. ¿Qué pasó con las premisas fundamentales del Frente Amplio? Se perdieron, quedaron obsoletas, ¿Eran otro espejito que le vendió a la ciudadanía esta coalición electoral, o sucumbió a los intereses personales de algunos de sus integrantes?
Ante estas interrogantes, lo que alcanzamos a ver es que las tan alabadas Unidad y Unanimidad no se pueden mantener. Ni siquiera el propio Tabaré Vázquez puede llevar esa nave, su timón indica un camino, pero el barco navega a otro destino.
Todo eso es fruto de la inconsistencia ideológica del Frente Amplio, o mejor dicho de la cantidad de seudo-corrientes ideológicas que esta fuerza política tuvo que procesar para poder, sin digerir completamente, alcanzar el poder en 2004. Y fruto de esa unión de tantas vertientes, corrientes, movimientos resultó el Frente Amplio, valiéndose de ese abanico de posibilidades para atraer el voto de quienes, descontentos con los partidos tradicionales, depositaron su esperanza en ella.
Esta coalición espuria utilizó la variedad como atractivo, usando previamente como fundamento de oposición, la unidad de criterios, de ideas, de procederes, por lo menos ante la ciudadanía y así se fortaleció y plantó raíces que fueron habilidosamente manipuladas para llegar al gobierno.
Ellos y nosotros
Hay una interrogante que la ciudadanía debe hacerse ¿Aquella imagen de unidad , de unanimidad de ideas y programas que el Frente Amplio esgrimió en 2004, era real, o simplemente fue otro de los muchos engaños que fue objeto la ciudadanía uruguaya?
Quiero desarrollar el mismo tema desde otra óptica, la óptica colorada, la óptica batllista. La base ideológica del Partido Colorado es el batllismo, el conjunto de ideas humanistas y de profundo corte social, implementadas a principios del siglo XX por don José Batlle y Ordóñez, quien en sus dos presidencias, sentó las bases para una sociedad más justa, libre, equitativa, la sociedad uruguaya es como es hoy, por los cambios que impusieron Batlle y sus sucesores en los siguientes gobiernos.
Convencido de que la fuerza de una colectividad política se aseguraba a través de la participación, supo fortalecer al partido mediante los clubes políticos, lo que hoy llamamos comités; ante esto sucumbieron los personalismos, una savia nueva de dirigentes aparecía periódicamente haciendo que la renovación se diera naturalmente, el partido creció, se afianzó como principal fuerza política en el país. La demostración de unidad entre los colorados, siempre fue reflejo de un compromiso, mantenerse fieles a los ideales batllistas, hacerlos permanecer vigentes.
Diferencias suicidas
Pero las diferencias entre seres humanos siempre afloran y de esto no fuimos eximidos los colorados. Surgieron en el correr la llamadas “diferencias de matices”, pero en realidad eran diferencias de objetivos, se fueron dejando por el camino las premisas de don Pepe, la participación ya no era lo primero para mantenernos en el poder, los personalismos pasaron a ocupar ese lugar, y aquí el primer error, nos olvidamos que quien mantiene en el gobierno a las colectividades es el pueblo, ese pueblo a quien debíamos servir y por quien debíamos velar, los colorados nos olvidamos de él.
Primero fue el olvido, luego las diferencias, posteriormente, se perdió la unidad, ya no había unanimidad, cada sector abogaba por su propio interés. Así fue como en 2004 aquel pueblo, cuyo bienestar fue la causa para el nacimiento del ideario batllista, nos mostró su descontento, buscó en la promesa de cambio, mantener viva la esperanza de alcanzar el bienestar.
El partido colorado aún sigue tratando de digerir lo sucedido en el 2004. Las primeras señales de reacción se dieron con la reforma de la Carta Orgánica, se establece la participación de los jóvenes, de la mujer; y con las elecciones juveniles se dio un primer paso hacia el recambio generacional, con el Congreso de jóvenes de Rivera, donde estuvieron presentes los tres precandidatos a la interna, y dimos la primera señal de UNIDAD, ahora el próximo paso es la interna, a partir de ahí, el partido será uno, será el Partido Colorado único y fiel representante de su historia, el que en la unidad sabe de su fuerza, el que tiene ideales fuerte, firmes y arraigados, el que ha forjado al Uruguay.
Un espejismo: la “unidad”
Continuando con la interrogante que presenté al comienzo, y decía que si la Unidad de la izquierda, fue un espejismo, una ilusión para atraer los votos descontentos con los partidos tradicionales.
Los hechos actuales no dejan dudas respecto a esta interrogación, que pasa a ser aseveración, sí, aseveración de que lo que llevó a la izquierda al poder fue un meticuloso, prolongado y bien orquestado plan, con un objetivo electoral de alcanzar el poder utilizando como argumentos los mismos que el Partido Colorado había impuesto, la Participación y la Unidad. Pero aquella unidad de los colorados era verdadera, esta de la izquierda es irreal, ilusa, no se puede conseguir por conformar esta fuerza política una gama tan grande como disímil de ideas que en ciertos temas se enfrentan acérrimamente, radicalmente, esa unidad no existe en el Frente Amplio.
Otra prueba de que no hay unidad, ni acatamiento a las bases programáticas es en el tema electoral, el presidente anunciando que apoya a Danilo Astori, el congreso apoyando a José Mújica.
Dos estilos, dos bases ideológicas, una, la de Astori, apoyada en su gestión al frente del ministerio de Economía y finanzas, responsable por la implementación de la reforma fiscal, con una imagen de porte elitista no es bien visto por las clases trabajadoras quienes han sido los mayores perjudicados con el IRPF, impuesto que grava los salarios y no las rentas, por otra parte está Mújica, de corte populista, con un lenguaje chabacano, bordeando a la ordinariez, uno de los principales responsables del inicio de la sedición y la guerrilla en los años 60, buscando llegar a las clases menos favorecidas, apoyado por ese lenguaje y poseedor de un caudal electoral que el frente no puede despreciar. En medio de estas dos candidaturas, se mantienen las demás corrientes, intentando acordar con quien crean será el vencedor en la interna, los grupos radicales enfrentándose al gobierno, acusándolo de romper con las bases ideológicas de la izquierda, de no cumplir con los preceptos que siempre defendió esta coalición, los socialistas viendo como el presidente renuncia a la afiliación al partido, anunciando su apoyo a Astori y perdiendo la preponderancia dentro la interna.
Con todo este oscuro panorama, el Frente Amplio debe cumplir su último año de gobierno, con una crisis financiera que aun no ha golpeado seriamente al sector productivo, pero que a corto plazo llegará, se instalará y no se sabe aun cuan grave nos va a golpear. Las primeras señales ya están instaladas, el presidente pidió a sus ministros, recortar los gastos para el próximo año, teniendo en cuenta que el aumento de los gastos públicos fue exorbitante, pues se ha venido paulatinamente agrandando el Estado, llenando cargos a diestra y siniestra con un puro objetivo electorero, vergonzoso e irresponsable que puede llevar a que en el futuro, se tengan dificultades en honrar los mismos.
Ante la mentira, VOTAR COLORADO!!
Comencé hablando de unidad, de unanimidad, de modelo batllista, de participación, de igualdad, de justicia, hable de copiar las mejores características del modelo batllista, de intentar torpemente implementarlas, ¿cómo van a implementar algo que no comulgan, que no comprenden, que no sienten?
Lo que el Frente Amplio ha hecho es el tongo más grande que los uruguayos hemos visto, le mostró a la ciudadanía una imagen, un discurso, una propuesta, la mayoría creyó en esto, y cuando estuvieron en el gobierno, esa mayoría descubrió que ese discurso, esa imagen, sus propuestas, no eran más que ilusión, que de a poco desvanece las esperanzas del pueblo uruguayo, que lo carga con un impuesto al trabajo, que impone una reforma educativa que no visa renovar el contenido de la educación, que instauro un MIDES que tiene objetivo electoral el de mantener la dependencia de una cantidad increíble de familias hacia el Estado.
Ese es el Frente que nos gobierna, que nos mal gobierna, que no puede controlar su interna, que dejó de lado la Unidad, y que en el afán de mantenerse en el poder, utilizara toda la maquina estatal y cualquier ayuda monetaria extranjera para alcanzar el objetivo. Pero ahí entramos nosotros, la oposición, los colorados, primero eligiendo entre todos los candidatos en la interna al que mejor represente el ideal batllista, al mejor colorado, después en octubre votándolo a ese mejor colorado, Y porque en esta primera instancia, en octubre próximo, se conformará el parlamento, imperiosamente debemos ser todos conscientes que es en este ámbito, el parlamentario, donde se decide el futuro de la nación. Por eso en octubre los colorados votamos al Partido Colorado. Es la mejor oportunidad que tenemos de recuperar las mayorías que tan inocentemente se le prestaron a la izquierda.
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