Pesos argentinos por Javier García

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         Fueron 40.000 los uruguayos que vinieron de Argentina a votar en el 2004 y tan sólo 9.000 los votos que le dieron la victoria en primera vuelta al Frente Amplio.

         Fue determinante para que esa cantidad de compatriotas cruzaran el Río de la Plata la ayuda provista por dos actores: Kirchner y López Mena con su Buquebus. Una alianza estratégica consolidada durante la campaña electoral previa entre Tabaré Vázquez y el presidente argentino significó que aquel gobierno influyera abiertamente en la elección uruguaya.

         Kirchner consiguió recursos que cruzaron para esta orilla para lo cual puso el peso de la Casa Rosada en su obtención. El voto "Buquebus" fue instrumental a la estrategia del gobierno argentino y si bien es una empresa privada que tiene el derecho de hacer lo que quiera con sus dineros, lo cierto es que el regalo no fue tal sino una inversión ya que apenas meses después de asumir el nuevo gobierno, recibió el obsequio de la terminal portuaria. Amigos son los amigos.

         Lo grave de aquel entonces fue la injerencia directa y sin antecedentes de un gobierno extranjero en un asunto tan interno nuestro como la elección del gobierno.

         El despecho posterior de Kirchner hacia Uruguay y su fogoneo a los llamados ambientalistas respondió a que Vázquez había comprometido su oposición a la construcción de las plantas de celulosa sobre el río Uruguay. Cuando Vázquez asumió actuó, porque así debía ser, de acuerdo a los intereses nacionales, pero en esa nueva posición incumplía las promesas al gobierno porteño.

         Fue esta y no otra la causa de la militancia kirchnerista contra Uruguay. Los uruguayos terminamos pagando con el cierre de los puentes una promesa que nunca se debió haber formulado por no corresponder, pero aparte porque limitaba nuestra soberanía.

         La lección que debió ser aprendida no lo fue. Horas atrás un episodio aparentemente menor reveló que el camino de las intromisiones argentinas en nuestros asuntos vuelve a reiterarse y que desde sectores del Frente se recurre a aquel gobierno, que nos agredió, para recibir apoyos ilegítimos.

         Se supo que el senador Mujica haría una gira por Mar del Plata financiada y respaldada por el oficialismo argentino. La logística y la propaganda para los actos correrían por cuenta del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El diputado kirchnerista Daniel Rodríguez confirmó a Búsqueda que el oficialismo argentino "está dando una mano" a Mujica. Argumentó en consideraciones personales de su presidenta este apoyo, que fue público cuando el senador Mujica se reunió y fotografió con el matrimonio presidencial argentino el pasado año.

         La pretensión de tutoría porteña sobre nuestra patria tiene antecedentes históricos. De lo que no los había era del uso del financiamiento político electoral para incidir en decisiones que son soberanas.

         El financiamiento directo e indirecto que Kirchner ofreció y los compromisos que el Frente Amplio asumió en 2004 para obtenerlo están en la génesis del problema con Argentina y en las agresiones que recibimos de su gobierno. Ahora desde otros sectores del Frente se acusa a Mujica de recibir estos apoyos, pero nada dicen de aquellos que toda la actual coalición de gobierno recibió en 2004. Hacer protagonista de la suerte electoral en Uruguay al dinero que facilita un gobierno extraño es un acto que siempre se paga con soberanía.

         A esta altura ya no son "primarios", sino profesionales de esta entrega mal habida.

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