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La apropiación indebida de las empresas
y los uruguayos rehenes
por Pedro A. Lemos
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A los lentos hay que empujarlos, pero jamás lograrán correr en primer lugar salvo que se utilice una constante y eficaz trasmisión de ejemplos, datos, tecnología perdida y atraso, en que van sumergiendo a la Nación los interesados lobbies sindicalistas.
Sin entrar en la profundidad que el tema tiene y como simple partícipe de una sociedad global, donde nos percatamos a diario de los avances, las ofertas y las nuevas tecnologías, comprendiendo que el negocio debe estar fundamentado en razones éticas y máxime tratándose de un Ente, que debería estar apabullando con mejores condiciones, Antel aflojó un cachito la piola.
Nada de tirar manteca al techo, simplemente tiró a los hambrientos un poco de flexibilización. Lejos está de poder compararse a lo normal. La decisión del Ministro de Industria de proteger al Ente no permitiendo a otros el triple play, lo único que logra es detener un avance internacional en las comunicaciones y robustecer una burocracia que anualmente le tira unas monedas a las arcas del hambriento Estado, pero sobretodo alimenta un tercer poder interno.
Una de las razones más concretas de la lentitud de la burocracia de Antel se manifestó en la última semana. Un grupo de personas, necesitadas por diversas razones de más ancho de banda, se movilizó para solicitar la urgencia de actualizar las conexiones a las necesidades del 2008. La buena voluntad y predisposición de quienes se ven afectados en su trabajo diario por medio de la red, solicitaron la adhesión de los demás internautas para efectivizar una carta con el aditivo de firmas, para ser enviadas al Ministro del área.
Pocos días más tarde, la empresa responsable, presentó un plan de mejoras a las conexiones a internet, abriendo tres claras opciones que podrán optarse según la necesidad individual. Obvio es que quienes trabajan por medio de la red necesitan rápida transferencia. Lo que se considera máximo en el plan propuesto, tiene un costo de $ 4.980. Este plan es libre para bajar información. El segundo Plan o intermedio, también sin tope de bajada, se ofrece a un costo de $2.480. Tienen una velocidad de 4 megas, mientras que hoy en Países vecinos y en el otro extremo del planeta, la velocidad mínima es de 10 megas y como normal 20 megas.
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Los poderes oscuros de Uruguay
Félix Obes Fleurquin
Y ahora a darle al tema de ANTEL, las compañías sacrosantas del cable y otros poderes oscuros que tratan de mantenernos en la ignorancia; ellos tienen también el dogma que para sí mismos es sagrado, de que la gente marche a su ritmo y favorezca sus intereses y eso es intolerable para cualquier liberal, para cualquier demócrata. Y por eso hay que insistir en obtener cada vez más libertad: de mercado, de comunicación, de enterarnos, de elegir entre opciones, servicios y productos a la medida de nuestros gustos y no aceptar que un grupo de idiotas, que actúan de forma fascista sin ni siquiera darse cuenta de ello, digan sin vergüenza que están retrasando, por ejemplo, la entrada de la televisión satelital y la banda ancha porque "no hay mercado" o porque esos sistemas son elitistas.
Mayor estupidez imposible, puesto que con el infame Plan Cardales, un engendro retrógrado, se pretende igualar pero para abajo, que haya más gente conectada pero de mala manera, de forma obtusa. En lugar de elevar los estándares a la excelencia, los igualan a la mediocridad, que es la medida de sus espíritus.
Por eso y por muchas cosas igualmente aberrantes, hay que evitar que un pésimo gobierno como éste tenga otra oportunidad para terminar de arruinar el resto del trabajo de las cuarenta generaciones que nos precedieron. Se tienen que ir.
Da para más.
Fuente: Equinox Uruguay |
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Si observamos el costo en dólares de ambas conexiones, lo que Antel está ofreciendo a partir del 2 de marzo tiene un costo de U$D 216 y/o U$D 107 mensuales, en los Planes Máximo e intermedio. Cualquiera de las dos conexiones, máxime para empresas o teletrabajadores, de un País donde el salario semanal es de unos 350/500 dólares americanos, significan un costo que bien puede pagarse.
Pero si observamos los sueldos en Uruguay, y por más que en ambos casos, se consideren que exista una renta personal o empresarial mensual alta, al costo de la conexión a internet, se le deberán sumar otras exigencias como TV por cable, telefonía fija y celular. Lo que significa que quienes necesitan, quieren o deben vivir adaptados a las mínimas tecnologías de la información, deben de tener un ingreso mensual exageradamente alto.
La solución que saca Antel a la luz, si bien puede considerarse un paso adelante, ratifica el menosprecio que el ente tiene hacia los consumidores. Primero porque bastó una movilización para que sus directivos ofrecieran en 10 días una alternativa. Segundo porque los valores no concuerdan para nada con la pretensión del gobierno de integrar a sus habitantes. Esto provoca en miles de familias una marginación constante que baja desde los propios funcionarios y de diversas reparticiones, de una empresa estatal que sirve exclusivamente a los intereses de sus sindicatos y que los gobiernos ceden ante su obcecada actitud, para no tener entre sus manos un conflicto difícil de terminar.
En muchos Países por menos u$d 70 mensuales ($ 1.610 pesos uruguayos), se obtiene una conexión de 20 megas, con un límite de 40 GB, más wireless modem, más la entrega a domicilio. A éste paquete debe de sumársele un teléfono celular de ‘’casi’’ última generación sin límites de llamada nacionales, ni costos adicionales, más mensajes de texto y de voz, libres siempre y cuando sean nacionales. (ver también ¿Uruguay Avanza o retrocede?)
Este plan es por 24 meses, pero, en los últimos ocho años, las competencias entre las empresas redundan para el abonado en un plan de mejor calidad y hasta de menor precio, absorben el plan inicial y bajan el costo monetario duplicando las velocidades de conexión y brindando más servicios.
Carlos Maggi en su artículo en diario el País de Montevideo, el domingo 15 de febrero profundiza en el tema y en la historia del mismo. Comienza su artículo de manera clara y contundente, lo finaliza con la misma sensación de todos los usuarios uruguayos, mientras los habitantes del País no derribemos las barreras de los intereses sectoriales, corporativos y sindicales, y nos prestemos al juego ideologizado, seguiremos siendo rehenes de interese espurios.
No es que los demás avancen y nos dejen por el camino; es que el Uruguay retrocede y se degrada.
Esta historia que viene de mucho tiempo atrás, es la causa fundamental de las respuestas a medias y altamente costosas que paga quien las necesita y los demás se ven en la necesidad de privarse.
Es además una bofetada para los Directores, que muy sueltos de cuerpo tienen una solución en la manga a los 10 días de una movilización y dan una respuesta ufanándose ‘’que seguramente van a quedar necesidades insatisfechas’’.
Lógicamente que las necesidades seguirán insatisfechas, si Uruguay se interconecta al cable ‘’Global Crossing’’ que pasa por las narices de los Directores, podría tener un costo de 40 / 50 dólares con mayores servicios. El 2 de marzo Antel cobrará más de 5 veces un servicio que seguirá siendo malo, pero otorgándole el beneficio de la duda, al menos la necesidad económica estará insatisfecha.
Pero además esa conexión cara, dependerá de otros factores para que sea realmente buena. Y hasta tanto no se realice el cableado interno de fibra óptica denominado ‘’última milla’’ y la conexión al cable madre continental, Uruguay seguirá estrangulado en la carretera de la información.
Carlos Maggi concluye su artículo con la denuncia implícita del Vicepresidente Rodolfo Nin Novoa:
- "Los entes autónomos son propiedad de sus funcionarios".
Y del propio Presidente Tabaré Vázquez:
- "Hay otro tipo de apropiación de las empresas públicas que tampoco puede continuar: la de sus corporaciones de funcionarios que a menudo confunden sus intereses legítimos con los no menos legítimos intereses de la sociedad".
Antes de que comience la campaña Presidencial en la recta final, o sea después del 28 de Junio, los usuarios de Antel, deberíamos comenzar con la campaña, ‘’borrar el sindicato’’ y que sus empleados de todo el País, elijan nuevos representantes que velen por los Derechos e integridad de sus trabajadores y no por los intereses mafiosos que hoy representan.
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