Tourné – Facebook - Tourné por Walter Sánchez Sedez (Perfil)

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        Confieso que me resistía a escribir sobre el episodio de la ministra del Interior en Internet.

        Sentía y siento aún, vergüenza ajena sobre tal infeliz situación teniendo en cuenta el rol que cumple la maestra ante la sociedad.

        Como recordarán, mis artículos sobre la ministra han sido muy duros, extremadamente duros, en cuanto al rol que la ministra debe jugar en virtud de su investidura.

        Muchas veces he planteado que la señora Tourné no se ajusta a su investidura y le falta mucho “trote” para cumplir el papel que le debe a la sociedad como “Secretaria de Estado”, pero, como dijera el periodista Kesman y supongo piensa el presidente Vázquezque sustancias y lo cuelga en i: “es lo que hay valor”.

        Por estos días trascendió en la prensa que fue una de sus “asistentes” quien tomo la foto de la ministra en la ducha y, como me consta (fui compañero de ambas en el período de gobierno pasado), al ser la ministra usuaria y devota del Ciberespacio, no tuvo mejor idea que compartir con sus “amigos” internautas, no solamente su foto, su “estado interior”, sino la embriaguez de un pensamiento que solamente puede tener una mujer cuando no está “sobria”: “NO HAY NADA MÁS AUTÉNTICO QUE UNA MUJER MOJADA”.

        El ciudadano común, de a pie, el hombre o mujer que se dedica a su trabajo, su familia, su entorno, su presente y su futuro, debe tener y perdóneseme la expresión: “un pedo de novela” cuando escucha a la ministra o cuando la ve por televisión o ahora cuando monta este show vaya a saber bajo el efecto de que sustancias, colgándolo en Internet y asegurando la frase que sin duda quedará acuñada para su historia personal.

        Yo soy un tipo a quien la vida le sonrió siempre y le puso a su frente o a su paso, instancias que siempre le hicieron crecer. Soy de los privilegiados de haber vivido muchas “emociones fuertes”, agradables o desagradables, pero siempre fuertes y las “damas” que me honraron con su compañía en el correr de todos los años de mi vida, me aportaron y entregaron lo mejor de sus vidas dejando en mí su impronta. No obstante, siento pudor de atribuirle tal pensamiento a algunas de estas damas, porque sería un acto imperdonable de atropellamiento de la inteligencia e integridad.

        De la creación, el ser más maravilloso es la mujer; la mujer a secas.
Nunca imaginé a ninguna mujer que para sentirse auténtica debía estar  mojada o bajo una ducha pero mucho menos que ésta redoble la apuesta, trasladándole a terceros la responsabilidad de sus incoherencias. Quizás Tourné se refería a estar “humedecida” y no mojada, pero no conozco aunque me falta mucho por ver a ninguna mujer que valla pregonando por la vida su “estado de autenticidad”.

        Según un medio de prensa capitalino, la ministra arremete desde su “ciberespacio” preguntando ¿Quién cree usted que empuñó los puñales que aparecen detrás de las cortinas?, agregando sal y pimienta a su trasnochado “cerebro” pretendiendo que detrás de todo esto hay un “asesino” y que luego de la hora 23 cuando se sepa su “nombre”, “eliminará” de su sitio todo vestigio de esta telenovela, no sin antes rememorar a su abuela y estando de acuerdo con ella en aquello de: “no hay que dar por el pito más de lo que el pito vale”. Será el pito de algún referí el que la tiene trasnochada a la ministra, luego de haber incursionado recientemente y con mal pie en los asuntos del fútbol?

        Señora ministra, usted es dueña y señora de consumir lo que le venga en gana; más, por su investidura, aún cuando el efecto persista no permitiéndole racionalizar su pensamiento, yo le pido que no compre más de lo “barato”, lo barato termina saliendo caro y sus efectos los termina pagando el pueblo. Pague un poco más y evítenos a los uruguayos su ridículo y su bochorno.

        Cuando vuelva a la vida ciudadana, a cuidar de su gata y a los placeres de su jubilación, tire la “chancleta” y deléitese con lo que usted quiera pero mientras la tengamos que aguantar como ministra: COMPÓRTESE O RENUNCIE.

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