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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 400 - Uruguay, 23 de julio del 2010 |
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Nacidos hace veinte o treinta días en sucios cuartos vacíos de casas abandonadas, mal alimentados, desnutridos de viaje, apartados abruptamente de sus madres, llenos de parásitos, internos y externos, con diarrea, vómitos, y que se yo tantas enfermedades, o simplemente, robados de un jardín o de un porche a una familia contenta de la hermosa camada de su bella perra, son vendidos impunemente en las esquinas de Managua, por seres sin escrúpulos, sin corazón, que solo quieren ganarse la vida de manera fácil y rápida… Sin dudarlo, los inescrupulosos comerciantes de vidas, falsifican prontamente certificados de vacunación y desparasitación, hasta pedigríes, y sin importarles nada ni nadie, ofrecen su producto a los incautos, diciéndoles que tienen más de dos meses, todas las vacunas, están desparasitados y que son de raza!!! En las esquinas, estos degenerados montan sus caramancheles, jaulas improvisadas donde los pobres cachorritos, que debieran estar con su madre, mamando, durmiendo o jugando, pasan al rayo del sol y bajo agua cada día hasta que la venta se realiza o hasta que mueren porque ya no aguantan… No hay comida, no hay agua, solos y a la intemperie, los cachorros sufren un calvario no escrito ni ordenado, a cuenta de qué? Solo con el objetivo de engordar los bolsillos de gente que ha decidido que es más cómodo comercializar con vidas que trabajar decentemente. Al rayo del sol, acomodando el cuerpo como pueden, los cachorros esperan con su mirada inocente alguien que les ofrezca agua o algo de comida, ya el sabor de la leche materna se borró de sus bocas aun no desarrolladas, casi sin dientes, y miran con esperanza a cada incauto que se acerca preguntando… 50, 100, 150, hasta 200 dólares, todo depende de la cara, del vehículo, del interés que ponga el incauto que alegremente piensa que compra un compañero, un amigo, llevándose la gran mentira, porque antes de las 24 horas tendrá que pasar varias horas en el veterinario, tratando de frenar gastroenteritis, diarreas, vómitos, y toda suerte de enfermedades que terminan generalmente en el vaciamiento del bolsillo del inocente comprador, y la mas de las veces en la muerte temprana del cachorro!!!! El veterinario, se frustra, viendo como la muerte arranca de sus manos otra vida y otra, perros cuyos dueños se preocupan genuinamente y convencidos de que hay que tratar bien a sus mascotas, pero ningún tratamiento puede contra el sufrimiento casi permanente de una vida tan joven…
Porque los animales nos importan!!!
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