¿Unasur sabe lo que pasa en Bolivia?
por Manfredo Kempff Suarez
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Estaba cantado que la convocatoria a la reunión de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) a Santiago no sería para darle un tirón de orejas al presidente Evo Morales, sino, por el contrario, para respaldarlo plenamente.
El Presidente viene quejándose de un golpe de Estado que está en puertas, donde los gamonales del oriente boliviano tienen el mazo para romperle el cráneo, que, obviamente, se los ha dado EEUU. No sabemos si los presidentes suramericanos se hacen los tontos o si le siguen creyendo a Evo Morales sus jeremiadas y lamentos de “pobre indio” al que, por eso, por pobre indio, hay que tumbarlo.
Esas actitudes de indefensión y zozobra permanente son las viejas tácticas que a S.E. le han dado grandes réditos. Siempre se quejó de algo. Se quejaba cuando era dirigente sindical como se queja cuando es Jefe de Estado. Pero es su táctica permanente. La táctica que ha hecho que se le tenga conmiseración a él y desprecio a sus adversarios. ¿El presidente Lula no lo habrá llegado a conocer todavía? ¡Porque muy rápido lo ha cachado Alan García! ¿La presidenta Bachelet no sabe acaso quién es Evo Morales? ¡Uribe sí lo sabe! Como lo sabe de memoria su fraterno Hugo Chávez, que disfruta a su costa. Pero bueno, qué se le va a hacer, todos son presidentes y, se conozcan o no, están comprometidos a defenderse entre ellos en aras de la democracia. Hay que comprenderlo.
El presidente Morales y sus segundones han batido palmas como nunca luego de la reunión de Santiago. S.E. ha regresado inflado como un pavo real. Menos mal que advertido de que tiene que negociar con la oposición. Mientras por debajo, sin perder las mañas, alienta marchas punitivas contra Santa Cruz —como las alentó contra Pando— y continúa con una propaganda salvaje contra quienes está sentado negociando. Y se vanagloria de estar en la “lista negra” de los EEUU —que no es otra cosa que narcotráfico al final— y en vez de parar a los cocaleros, reprime a su gusto, movilizando tropas a Pando, al extremo de encarcelar a su Gobernador, Leopoldo Fernández. Y sigue con su plática racista patética, con sus ambiciones de ser reelegido indefinidamente con su nueva Constitución, y con su sometimiento a Hugo Chávez que asquea y humilla a los bolivianos.
¿Eso no lo sabe Unasur? ¿Qué informan sus embajadores en Bolivia? ¿Para qué están? ¿No saben las cancillerías de Unasur cómo se maneja la administración de este país? ¿No sabe que no existe una Cancillería? ¡Pero es lo menos que los señores presidentes deben saber! ¡De lo contrario, S.E. les va a seguir con el cuento del tío! ¡O es que a los señores presidentes les interesa que Bolivia siga nomás rodando por la pendiente! Porque para ninguno sería mal negocio que esto —que este nuestro querido país— acabe tan mal como empezó.
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