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Año V Nro. 354 - Uruguay, 04 de setiembre del 2009   
 
 
 
 
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Visión Marítima

 

Cuando la desinformación perjudica a otros
Una 'desinformación' del diario El Mundo español perjudica al turismo uruguayo o, la mejor
forma para no ser periodista

Graciela Vera
por Graciela Vera
Periodista independiente
 
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         El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, al que todos los hispanoparlantes recurrimos en casos de titubeos, no duda precisamente en calificar a la ignorancia como la falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular y aclara que la ignorancia supina es la que procede de negligencia en aprender o inquirir lo que puede y debe saberse.

         Dentro de las normas impuestas por la Deontología Periodística se encuentra la de informarse para informar. Lo que puede traducirse en saber para enseñar.

         La globalización de la noticia debería implicar para la profesión una responsabilidad extra porque la inmediatez impide el análisis y apura la repetición.

         Lamentablemente, y muy por el contrario,  se está cayendo en un periodismo de copy-paste en el que la mínima investigación se considera trabajo innecesario.

         Siempre, pero más cuando el periodista escribe para un medio que tiene un reconocido prestigio, no puede sin faltar a la más elemental ética, dejar de cotejar la información sin importar desde, o por que procedimiento la ha recibido.

         Por eso, por el prestigio del medio periodístico y por la profesionalidad que suponemos éste debe exigir a sus colaboradores, no podemos menos que fruncir el ceño cuando leemos que el diario español El Mundo en su vesión web publicó recientemente una alerta a los lectores que pensaran viajar a Uruguay, recomendando entre otras barbaridades, la necesidad de vacunarse contra la rabia y la fiebre tifoidea.

         La desinformación llegó al punto de calificar al Uruguay como un país complicado desde el punto de vista sanitario, al nivel de Irak, Argelia o Libia,  desaconsejándolo así  como destino turístico sanitariamente seguro.

         El diario El Mundo en su sección “las enfermedades del viajero” aseguró a sus lectores que en Uruguay eran comunes las enfermedades como: hepatitis A y  B, fiebre tifoidea, dengue, enfermedad de Chagas, leishmaniasis, coccidiomycosis, histoplasmosis, hantavirus y cólera.

         Si como se aseguró desde El Mundo la información fue tomada por una periodista de su sección de Salud de los informes publicados por el CDC – Centers for Disease Control and Prevention, la sección no puede seguir brindándome confiabilidad.

         Y ésto porque en el informe de marras la CDC señala con total claridad que del leishmaniasis “se encuentran casos en México, América Central y Sudamérica, desde el norte de Argentina hasta Texas (no se la encuentra en Uruguay, Chile ni Canadá)”. Esta enfermedad es una infección parasitaria transmitida por mosquitos que no sobreviven en climas fríos.

         Sobre la coccidioidomycosis  la CDC explica que “se encuentra en algunas áreas de Argentina y Chile”, pero no se menciona a Uruguay.

         Es una enfermedad también conocida como la fiebre del Valle San Joaquin o la fiebre del valle de California o del desierto (depende de los lugares donde afecta) endémica en algunas regiones de Estados Unidos, norte de México y algunas partes de América Central y del Sur.

         Por su parte el cólera en 1991 azotó una gran parte de los países del orbe y todos menos uno de los de América, porque no llegó a entrar en Uruguay.

         Sin hablar del error cometido al copiarse los datos, nos vemos en la obligación de subrayar que en la página web del CDC se especifica con total claridad algunos datos sobre estas enfermedades que fueron tergiversados.

         En definitiva los colegas, a más de equivocarse en el procedimiento del copy-paste,  se quedaron con una versión sin constatar de la información y atribuyeron a este pequeño país de América del Sur, la existencia de diez enfermedades infecciosas de las cuales, cinco son totalmente ajenas a su geografía.

         No sirve que el jueves pasado el sitio web de El Mundo haya cambiado el cuadro informativo; el mal ya se hizo.

         La misma globalización a la que nos referimos al inicio de este artículo ha provocado el efecto repetición y gran cantidad de páginas han levantado la información publicada inicialmente.

         Sobre esto los periodistas sabemos muy bien que las rectificaciones no tienen el mismo poder mediático que la noticia como tal.

         Nadie dirá que el turismo y por ende la economía uruguaya han sido perjudicados por una  imperdonable falta de profesionalidad.

         Hubo protestas de autoridades uruguayas ¿y qué? ¿quién se ha enterado de ellas? o lo que es más lamentable, ¿a quiénes importan?

         Para cumplir con la profesionalidad al periodista le bastaba con constatar y si aún no entendía la información como  para poder trasmitirla hubiera alcanzado con preguntar. Esa acción que tan difícil de realizar parece ser para algunos profesionales.

         En la nueva información publicada por El Mundo.es ya no figura el mal de Chagas como problema sanitario en Uruguay.

         Hubiera sido suficiente con acceder  antes de cometer el error, a la información de la OPS -Organización Panamericana de la Salud-, dependiente de la OMS que establece que Uruguay es el primer país que ha logrado hace ya más de una década, interrumpir la trasmisión endémica de la enfermedad.

         Por su parte, y aunque en el artículo no se haya hecho mención, un informe publicado por investigadores del Hospital Clínico de Barcelona señala que en España hay 68.000 infectados, 1.900 niños con el virus del Chagas; generalmente son inmigrantes, lo que no deja limpio del mal al país receptor.

         Pero lo que aquí nos interesa es denunciar la desinformación sobre Uruguay y volver las cosas a su sitio. Por eso podemos decir con fuentes confirmadas, que en el caso del Dengue y a pesar de estar rodeado por zonas donde se ha transformado en endémico, no se han registrado casos autóctonos  y estamos hablando de  un país sin circulación viral y con presencia del vector.

         Respecto a la leptopirosis en Uruguay hay una incidencia sólo ligeramente superior a la de España.

         Pero el colmo de la desinformación ha sido el consejo de vacunarse contra la rabia. En este caso vamos a hacer copy-paste al informar sobre un comunicado del Ministerio de Salud Pública del 26 de noviembre del 2008 que dice textualmente: “El Ministerio de Salud Pública pone en conocimiento de la población que desde haced 25 años Uruguay es un país libre de rabia urbana (rabia trasmitida por perros)” podemos agregar, porque no nos interesa ocultarlo,  que la rabia animal existe en la zona fronteriza con Brasil.

         Y sobre la fiebre tifoidea, si alguien considera que es necesaria la vacunación, allá quién sea.

         Sabiendo que en el mundo se registran anualmente unos 17 millones de casos, quizás le preocupe saber que en Uruguay, luego de más de una década sin casos, acaba de registrarse uno en una colonia de asistencia psiquiátrica. Por supuesto que la desinformación puede transformarlo en noticia.

         Es obvio que no son necesarias muchas más explicaciones para comprender el grado de confusión existente sobre este país. Tampoco el daño que esa  ignorancia puede causar.

         Uruguay es un país que depende en mucho de las divisas generadas por el turismo, no es de extrañar entonces que como uruguaya y como periodista de turismo me considere en la obligación de no quedarme en silencio.

         Y reitero la pregunta ¿puede importarle a alguien?

Desde el sur del norte, Almería

© Graciela Vera para Informe Uruguay

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