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Año V Nro. 354 - Uruguay, 04 de setiembre del 2009   
 
 
 
 
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Visión Marítima

 
José Luis Pomi

Mi maestro: Domingo Dente (1894-1974)
por José Luis Pomi

 
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         El 5 de febrero ppdo. se cumplieron 35 años de su desaparición física, y para quienes fuimos sus alumnos, le recordamos como un hombre con una profunda devoción por la música, a la que dedicó toda su vida con honestidad, vocación e inteligencia, pero por sobre todo con una bohemia privilegiada y ejemplar, que significaba para él: estudio, dedicación, disciplina y sacrificio, todo ello unido al mas alto desinterés personal.

         Fue el hombre-música modesto, lleno de ternura, que dictaba cátedra de gran escuela de canto, prodigando con toda generosidad su técnica y su estilo, las que complementaba con una inteligente, comprensión de las grandes obras del canto.

         Nació en Montevideo, en 1894 y desde muy joven tuvo inclinación por la música, A los 6 años inició los estudios de guitarra con el maestro argentino German Dávila. En esa época era la admiración de muchas familias montevideanas: Hudges, Rubio, Avegno, y otras, en donde le requerían para cantar canciones.

         Se recuerda que además de una bonita voz, poseía el don de emitir con emoción.

         Cuando contaba solo 10 años, sorprendió a dos grandes maestros, Américo y Pilades Stampanoni.

         Este último fue su maestro de canto, quien lo sometió a severas clases de canto.
En 1907, lo presentó en una velada artística, que se efectuó en el Club Católico, hoy sede de una emisora radial.

         Digamos que estos maestros tuvieron también de alumnos a los famosos maestros Ambrosio y Santiago Pedemonti

         Tres crónicas de la época marcan esa actuación:

LA RAZON del 1º de julio de 1907 decía: Domingo Dente, el tenorcito, como le llaman tan cariñosamente, nos dijo Il sogno de Manon con la tranquilidad y aplomo de un Caruso.
EL DIA del 2 de julio del mismo año, decía: Pilades Stampanoni, nos regaló todavía una novedad, presentando un pequeño y gran artista en perspectiva, al niño Domingo Dente, que acompañado por su maestro de canto, interpretó E lucevan le stelle de la ópera Tosca, con una entonación de voz verdaderamente de artista.
LA TRIBUNA POPULAR, del mismo día decía: Como prodigio, Stampanoni, presentó al niño Domingo Dente, quien cantó con una hermosa voz de tenor, la romanza Una Furtiva Lagrima, emocionando hondamente al auditorio, que lo aclamó con delirantes aplausos. Bien por el petit Caruso !

         En 1908 se radica en Italia, donde ingresa al Conservatorio Musical de Nápoles, donde realiza estudios de piano, con el Prof. Mariano Aveta, y de composición, armonía y contrapunto con el Mtro Juan Barbieri. En 1911 obtiene el titulo de profesor de piano, y ya dedicado a la composición, gana ese mismo año, un concurso en Piedrigotta con la canzonetta NOANTO.

         En 1912 obtiene el primer premio en otro concurso de canzonettas en Nápoles, con CANTA CHI VO CANTA Y SPINA.

         Nos recordaba el Mtro. Dente, que las dificultades financieras del momento, las salvaba escribiendo música para algunos establecimientos musicales en Nápoles, quienes las compraban de inmediato y editaban.

         Su vasta producción de canzonettas, con letra y música propias bajo el seudónimo de Domingo Minghetti, son el fiel reflejo de la poesía, y melodía napolitana: ME FARRAI MURI, TRISTE SERATA, SMANIA, etc.

         Sus producciones gustaron mucho y prueba de ello, es que las cantaron el genial Caruso, el barítono Armand Crabbé y un sinnúmero de artistas italianos, españoles y aun criollos.

         Después de una estada de 5 años en Italia, vuelve a su Montevideo, donde tiene ocasión de conocer al Prof .Guillermo Kolischer, quien le brindó además de su amistad, su sabiduría y sus conocimientos de perfeccionamiento en el estudio del piano.

         En esa época había perdido las esperanzas de ser un tenor, como había sido su anhelo. Dente nunca había tenido voz de niño, su voz a los 10 años ya estaba desarrollada, por lo que comenzó a perder los agudos, quedándose con una voz central que él mismo calificaba de discreta, pero con una muy buena escuela.

         En el año 1916, forma la famosa CORAL PALESTRINA, que dirige hasta el año 1935, compuesta por 120 voces, y cuyos prestigios fueron notorios en nuestro medio musical, con versiones que aun hoy, se recuerdan como magistrales: STABAT MATER de Rossini, MISA SOLEMNE de Rossini, NOVENA SINFONIA de Beethoven, MISA DE REQUIEM de Verdi, MESIAS de  Handel,etc.

         Cabe mencionar algunos nombres de sus integrantes: Lily Morton, Marina Rodriguez Dutra, Nicolas Americola ,Romeo Barbarito, Rodolfo Gandos, Luis Giammarchi, Raul Lopez Maciá. La personalidad del Mtro Dente se fue acrecentando en cada presentación, acreditando su autoridad indiscutible en el género sinfónico coral.

         En 1935 es designado Mtro. Director del Cuerpo Coral del SODRE, cargo del cual se retiró en la década del 60.Durante ese periodo, dirigió espectáculos de opera y conciertos de diversa índole, mereciendo siempre, los mejores elogios de la crítica. Recogemos la opinión de Don Emilio Frugoni, que escribía en EL SOL:

"El Mtro Dente, ha demostrado de lo que es capaz una decidida vocación por el arte, cuando la acompañan la inteligencia y el temperamento. Al margen de toda protección oficial, sin subvenciones, ni grandes reclames, ha logrado a fuerza de tesón y trabajo, constituir esta Coral, que hace honor a la Cultura de nuestro pais"

         Desarrolló una actividad docente ejemplar, en su recordado Conservatorio Musical de Montevideo, dedicado a la enseñanza del canto, prodigando una escuela generosa, donde exigía sacrificio y dedicación, buscando la superación y brindado hallazgos técnicos para cada alumno.

         Muchos son los cantantes líricos nacionales que recibieron sus enseñanzas: AIDA FERNANDEZ, AURELIO ALVAREZ, VIRGILIO LUONGO, JUAN VERNAZZA, RUBEN DI CARLO, MARIA MERCEDES MORQUIO, LUIS GIAMMARCHI, RAFAEL QUARTINO, IRMA ALARIO, JUAN CUNEO, GRACIELA PEREZ CASAS, ENRIQUE GUBERNA, ETC.

         Al final de su vida, sus fuerzas no eran naturalmente las de un jovem, y quiso que quien hoy lo recuerda con gran cariño y afecto, su alumno predilecto como solía decir, siguiera a su lado recibiendo sus consejos, pues el canto era su verdadera necesidad espiritual. Puede señalarse que su vida y su conducta, son ejemplos para la generación musical actual: artista estudioso, metódico y criterioso, ordenado, de fina musicalidad, con una gran sentido de humildad y dignidad profesional.

         Muchos de nuestros cantantes que hicieron la historia de la lírica en nuestro país, actuaron bajo su batuta: VICTOR DAMIANI - JOSE SOLER - JORGE ALGORTA - JORGE BOTTO - VIRGILIO LUONGO - JUAN CARBONELL - LUIS SGARBI - PANCHITO PONS - JULIO CESAR NOVALES - RINA MASSARDI - ERCILIA QUIROGA - MATILDE SIANO - CARLOTA BERNHARD - EMMA LOPEZ - MARIA BORGES - OLGA SEITONE - MARITA PERDOMO - entre otros.
Entre los extranjeros: CARLO GALEFFI - TITO SCHIPA - BRUNO LANDI - GIULIO NERI - DELIA RIGAL - MARIA CANIGLIA - FEDORA BARBIERI - RINA GIGLI - BENIAMINO GIGLI- etc.

         El recordaba con particular cariño, un concierto en que acompañó al piano nada menos que al barítono TITTA RUFFO, en una de sus ultimas visitas a Montevideo, y una audición en privado que le brindó el no menos famoso CARLOS GARDEL, para recibir su consejo y su orientación.

         Conoció personalmente a su compositor por excelencia: Giacomo Puccini, quien le brindó su amistad, pegándole dos obsequios: un hermoso cuadro autografiado que presidía su sala de estudio, y una partitura de su Boheme con arreglos de su puño y letra.

         Colaboró con eminentes maestros, tales como ERICH KLEIBER , FRITZ BUSCH, TULIO SERAFIN, etc. que destacaron en repetidas oportunidades su talento, su singular capacidad y eficiencia; no aceptó la invitación de los mismos para trasladarse al exterior a los centros musicales que dirigían, prefirió apuntalar la Lírica Nacional, por lo que creemos, ha sido uno de sus trabajadores mas entusiastas.

         Formaba un grupo de amigos donde lo integraban los Mtro Hugo Balzo, Lamberto Baldi y Juan Protasi, los funcionarios del Sodre Diego Errandonea, Homero Toriani,
Benito Bellomusto, a quines admiraba profundamente.

         Actuó además como Jurado en todos los Concursos musicales de carácter oficial y privado.

         Al conmemorarse el Centenario de la inauguración del Teatro Solís, en 1956, fue invitado a dirigir la ópera ERNANI de G.Verdi.

         Cuando se escriba la Historia de nuestro Teatro Lírico, no se podrá ignorar al Maestro DOMINGO DENTE y con ello se estará pagando, en parte, nada más, la inmensa deuda de gratitud que con este artista, contrajo la Cultura Musical de nuestro País.

         Falleció en Montevideo, el 5 de Febrero de 1974 a los 80 años.

© José Luis Pomi para Informe Uruguay

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