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Año V Nro. 363 - Uruguay, 06 de noviembre del 2009
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Saúl Feldman, Judío Comunista, Terrorista, Prestamista y Traficante de Armas muere en balacera contra la Policía Uruguaya tras asesinar a Inspector El Domingo 1º de Noviembre en Montevideo, un incendio en una casa situada en una Zona Roja -un barrio muy conflictivo- descubre un poderoso arsenal. Al ir a detener a su misterioso dueño en su chalet en Shangri-lá (un pueblito en la costa, donde han pasado numerosas tragedias y desmintiendo la falsa apariencia de normalidad es un lugar marcado por un sino infernal) el viejo, de 64 años, asesina al inspector y balea a su acompañante. Tras misteriosos trasiegos en altas esferas la policía logra matar al pistolero -son 16 horas de cerco y terca balacera por el terrorista que se había hecho fuerte en la casa a morir matando -incluso tenía una habitación blindada- aunque otros dos efectivos resultan heridos. La policía informa que encontró en las dos casas más de 750 armas de guerra y 40.000 municiones. Estas armas incluyen proyectiles antitanques, RPGs, AK-47, MI-15 y FAL, este último arma de los ejércitos argentinos y uruguayos, chalecos antibalas, cascos de acero y máscaras antigas de guerra, granadas de mano, ropa militar para disfrazarse, y además cientos de kilos de pólvora, explosivos y lingotes de oro. También literatura comunista y recortes de diarios con hechos terroristas protagonizados por el padre de este asesino. La casa en Montevideo estaba situada estratégicamente a dos manzanas del Cuartel de Artillería, en una zona habitada por miles de marginales, alimentados por el Plan de Emergencia del gobierno comunista y envenenados por la prédica comunista tupamara leninista, que llama a tomar el poder por la fuerza de las armas e implantar la dictadura militar del proletariado. Con ayuda de elementos infiltrados entre los soldados que les abrirían las puertas, y liderados por cuadros entrenados en Cuba y Venezuela, los guerrilleros se apoderarían del cuartel de Artillería, repartirían armas entre los elementos concienciados, delincuentes de toda laya (los tupamaros incluyen delincuentes comunes a sus cuadros, por ser gente dura y de gatillo fácil, con muertes en su conciencia) y entusiastas de los que son capaces de apuntarse a un bombardeo, y causar un levantamiento y un baño de sangre que los llevara al poder sin las restricciones de la democracia burguesa.
El gobierno, falazmente, desesperadamente, trata de presentar el caso como de simple narcotráfico y contrabando de armas y dicen que la literatura comunista y recortes de diarios con hechos terroristas de los años 60 encontrados en casa de Saúl Feldman son normales en cualquier hogar uruguayo… Los diarios uruguayos callan, asustados porque ya hubo tres casos de periodistas asesinados por sicarios y nadie confía en un gobierno formado por pistoleros comunistas, ladrones y asesinos votados por un pueblo corrompido que va descendiendo profundidades de espanto y hacia el fondo del salvajismo. Observaciones, comentarios e incógnitas: En un primer momento, pasado el estupor ante la noticia y cada vez los uruguayos más concientizados de que la casualidad -que no el hacer del Ministerio del Interior, cuya cúpula es de una incompetencia que aterra- salvó al país de que los extremistas tomaran el cuartel de artillería y llevar al país a un baño de sangre, a una guerra civil que causará miles de muertos. La casualidad lo salvó: por ahora. Y digo causará, porque este seguramente no es el único arsenal que tienen amulagado en sus tatuceras. Saúl FELDMAN Szerman, 64 años, contador, C.I.1.020.856-5 1º) En Uruguay el eufemismo de ‘contador’ se le aplica a los prestamistas usureros de diversa estofa, pero casi siempre gente muy violenta para cobrar su usura, sea por su pistola o más normalmente por el brazo de un capanga o sicario. 2º) Que Feldman parecería haber buscado que lo mataran, de lo contrario se hubiera entregado. No es la actitud de un hombre simplemente traficante, o contrabandista, esa de morir “con las botas puestas”. Y menos que menos a los 64 años y con recursos para oficiar como prestamista o “economista” como queda más elegante decir. De ser detenido, en última instancia saldría en 1 año o menos aún y tendría recursos para pasar cómodamente ese período. ¿Porqué resistirse con violencia mortal en vez de ocultarse, o entregarse simplemente? Porque poseía una información vital para el grupo con el cual estaba conectado y era solidario intelectualmente con el mismo. No era pues un simple traficante o “inversionista” en armas con las cuales negociaba económicamente. La prueba está que los narcos, se entregan sin más cuando pertenecen al aparato de lavado, o al operativo del traslado de mercadería y su almacenaje. Menos resistencia esperaríamos de un judío usurero. 3º) Que la jerarquía policial - luego de deliberar largamente con las autoridades ministeriales y el Presidente - también habría acordado matarlo, de lo contrario podrían haberlo apresado vivo, pues hay recursos para eso si resulta clave hacerlo: gasearlo o dormirlo, por ejemplo. Lo de la espera judicial es para el público desinformado, ese por los políticos uruguayos amablemente calificado como ‘la gilada’. 4º) Llama la atención la espera “judicial” que hizo la Policía ante una irregularidad tan evidente (350 armas de origen extranjero en su poder ) y ¡después de haber matado a un policía! El juez podía haber ordenado el procedimiento de inmediato. ¿Qué se urdió durante esas horas? 5º) De donde surge que - cualquiera sea la explicación que se dé luego - se trata en realidad de un acto de encubrimiento de una organización terrorista casualmente descubierta. Dada la procedencia internacional de las armas, y la existencia de una red con poderío suficiente como para manejar dinero e influencias en las jerarquías del Gobierno, de este Gobierno y quizás de cualquier otro de los que conocimos … ¿De quienes estamos hablando y qué es lo que se está preparando en el área? Esta pregunta se la plantea un corresponsal mío (cuya identidad obviamente debe quedar en secreto) pero la respuesta yo ya la he dado: LA GUERRA CIVIL. SAÚL FELDMAN Judío ladrón hijo de ladrón, ladrón el padre ladrón el hijo Saúl Feldman(h) nació marcado por una maldición. Esta escoria humana su padre fue el famoso Saúl Feldman, líder judío de los terroristas montoneros argentinos -es decir, otro comunista tupamaro para entendernos- que murió a consecuencia de una explosión mientras fabricaba bombas, en los años 60, para destruir a la Argentina, como su hijo, dos generaciones más tarde quiso destruir al Uruguay. El caso está documentado en un libro editado en Argentina en julio de 2000: “Por amor al odio. La tragedia de la subversión en Argentina“, de Carlos Manuel Acuña. El hecho de referencia fue la explosión de un arsenal oculto en el primer piso de un edificio sobre la calle Posadas al 1168. Esto ocurrió el 21 de julio de 1964. El estallido de un explosivo almacenado allí provocó una deflagración en cadena que destruyó siete pisos del edificio. En su interior había varios integrantes de una incipiente organización guerrillera denominada Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional, militantes trostkistas y de otras fracciones que más adelante conformarían el movimiento Montoneros. Entre los militantes que murieron a causa de la explosión se encontraba Lázaro Saúl Feldman, a quien identifican como padre del enigmático dueño del arsenal de guerra -por cierto, tiene al menos dos hermanos. Lo cierto es que, según la descripción realizada por la reseña histórica, las coincidencias son pasmosas. En el interior del edificio ubicado en pleno Barrio Norte de Buenos Aires las autoridades hallaron bombas y partes para fabricarlas, munición de varios calibres, una ametralladora PAM, un fusil Beretta, varias armas de puño, más de 100 granadas, proyectiles antitanque, elementos de radiocomunicación, abundante literatura marxista, panfletos, y también planos de unidades militares, comisarías e ingenios azucareros de Tucumán y el noroeste argentino, y Córdoba donde los movimientos guerrilleros identificados con la Revolución Cubana habían planeado iniciar acciones. En la reseña del episodio escrita por Acuña se señala además que el fallecido Lázaro Saúl Feldman era el líder del incipiente grupo guerrillero. Asimismo asegura, según fuentes de la época, que la explosión ocurrió mientras los miembros del grupo manipulaban material explosivo para la construcción de bombas. “Hay una mujer que a veces lo acompañaba al viejo Feldman de la que no vi que se hablara hasta el momento. Es una mujer rubia de unos 50 años, que él a veces la dejaba en la esquina y ella abría la puerta y lo esperaba. No es la empleada que tenía en Shangrilá”, aseguró un testigo. También se habla de una mujer que convivía con él, de mal carácter y con problemas psiquiátricos que desapareció en circunstancias misteriosas. Mujica, tirando pelotas al out-ball le echa la culpa a los gobiernos de hace 40 años LA ECONOMÍA. Mujica sostuvo hoy que estos casos de suma inseguridad y tensión que se están viviendo en Uruguay en este último tiempo, como el caso de Feldman y de la mujer asesinada con una bomba de tres kilos que le enviaron a domicilio, son producto de las políticas económicas que se llevaron a cabo 30 o 40 años atrás. CONCLUSIÓN. Los comunistas preparan en Uruguay un golpe de Estado, una Guerra civil y un baño de sangre y destruir su propio país. Para vengarse. Uruguayos, todos vuestros sueños de progreso, paz y libertad van a ser destruidos, sois culpables. PARA SABER MÁS. Tras estos hechos está la mano criminal de Zabalza un terrorista demente esquizofrénico que asesinó a su propio hermano agonizante en el Hospital Militar, en un descuido, e hizo pagar a una inocente enfermera por su crimen antinatural. Fuente: Armando Bronca
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